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Autor: jorge

El programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz brilló en el concierto inaugural de la COP 16

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Diciembre 16 – 2024

El Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, en alianza con el Ministerio de Justicia y del Derecho y el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario INPEC, llevó formación artística y fortaleció procesos musicales en 58 centros penitenciarios, integrando una población de 5 mil personas privadas de la libertad en todo el territorio nacional.

El programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz llegó a Leticia, más precisamente al Establecimiento Penitenciario de Mediana Seguridad y Carcelario, en donde dio una nueva esperanza de vida y de amor a las personas privadas de las libertad.

Una de esas personas es Henry Gaudensio Méndez quien asistió los talleres ahí impartidos, que le permitieron perfeccionar su técnica vocal. Por ello, fue el intérprete de “El pescador alegre” del Maestro José Barros. Su pasión siempre ha sido el canto y, gracias a Sonidos para la Construcción de Paz, ha podido aprender lo que siempre quiso afuera: cantar con mayor técnica y mejores herramientas. 

Sus clases son los miércoles y los jueves de ocho a once de la mañana, con la artista formadora Carolina Manchola, con quien ha trabajado, según afirma ella, “la parte de lecto escritura, figuras básicas de la música y de asociación con las palabras. También hicimos versos, poemas y tuvimos momentos de creación”. 

De esta manera, así como en Leticia, el programa presidencial Sonidos para la Construcción de Paz está llevando oferta artística al interior de los muros que separan de la libertad a las personas que tienen una deuda con la sociedad, quienes encuentran en sus talentos y en su amor por la música alas de esperanza. 

Para más información sobre este programa Presidencial, puede visitar su página web oficial:

https://sonidosparalapaz.co/  

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El Mandato Popular y Comunitario en la COP16

Reportajes

El Mandato Popular y Comunitario en la COP16


Octubre 30 – 2024

Por Laura Cruz

La Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Biodiversidad celebrada en Colombia, que ha hecho que el mundo ponga los ojos en el país y ha logrado poner en la conversación nacional los temas de cuidado del medio ambiente, se ha desarrollado en Cali con un gran aforo, sin embargo, tan solo 33 países de 196 han enviado sus planes de acción para revertir la destrucción de los ecosistemas. La ausencia de mandatarios de países con gran responsabilidad medioambiental como Brasil, Indonesia, India, y de los líderes de potencias económicas como Estados Unidos, China, y la Unión Europea, preocupa porque pone en entredicho el futuro de acciones concretas y el compromiso real de fortalecer las iniciativas climáticas globales. 

En contraste, Organizaciones Culturales, Populares y Comunitarias del Oriente de Cali, Guardias Indígena, Cimarrona, Campesina y Populares, sectores juveniles de mujeres y organizaciones comunitarias urbanas se juntaron en defensa de la biodiversidad y la Paz con la Naturaleza y llegaron a la zona verde ubicada en el Boulevard del Río para compartir un Mandato Popular, elaborado durante la Asamblea Popular que se realizó el 19 de octubre de 2024 en la  Institución Educativa Nuevo Latir,  que busca fortalecer la unidad y la voz de los pueblos, partiendo de un enfoque diferencial, con las mujeres  Defensoras de la Naturaleza y la Madre Tierra, con Visión Espiritual y Cultural entorno a la Paz, orientados desde la autonomía, la defensa del territorio y los principios de solidaridad, sororidad, doloridad, hermandad y la dignificación de la VIDA.

En medio de bailes y músicas tradicionales de las culturas indígena, cimarrona y campesina, en donde líderes de las diferentes comunidades, leyeron el Mandato Popular, frente a la flor de Inírida, la Flor eterna que al secarse mantiene su estructura y no se deforma con el paso de los años. El Mandato Popular comenzó reconociendo el papel de los medios de comunicación alternativos, comunitarios y propios como ejercicios de resistencia que aportan a la notoriedad y posicionamiento de nuestro pensamientos, cosmovisiones y experiencias locales. Así mismo, fueron enfáticos en afirmar que reconocen la buena voluntad del gobierno actual en la distribución de la tierra en algunos territorios, sin embargo, señalan que se necesita con urgencia una política agraria que garantice economías que sustentan la VIDA, que interactúe con la naturaleza, que dignifique el campesinado y permita resolver el problema histórico de la tierra en Colombia. 

Las denuncias del Mandato Popular

  1. Las políticas públicas, modelos económicos y sectores de poder económico que desarmonizan los territorios, rompen los tejidos organizativos y profundizan conflictos entre pueblos como una estrategia que rompe la unidad y la hermandad de lucha y resistencia, con el objetivo de materializar intereses que destruyen la Madre tierra. 
  1. El modelo extractivista, el uso de químicos para la fumigación y quema de las plantaciones que destruyen bosques, selvas, páramos y montañas, que contaminan el agua, el aire y los suelos, arrasando con la salud, la vida y los ecosistemas. Sus empresas de seguridad amenazan a la juventud, tal como el monocultivo de la caña que no deja descansar a la Tierra, forzándola a la explotación, negando su derecho a recuperar la fuerza.
  1. Las falsas soluciones de las energías renovables porque reafirman los modelos de dominación y explotación de las grandes empresas. Los campos de energía solar y eólica que instalan las grandes empresas sin incluir a las comunidades, invadiendo los territorios con lógicas similares a las de los monocultivos. 
  1. Las políticas que destruyen a miles de personas, a la diversidad de especies de animales, de plantas y a los territorios de vida. Políticas que despojan territorios y formas de relacionamiento familiar, comunitario, natural y cultural y construyen edificios, ampliando la ciudad, ocupando viviendas y territorios, negando nuestros planes de vida.
  1. La deforestación, la minería legal e ilegal, los megaproyectos y monocultivos como la palma de aceite, la coca, el banano, el pino, los cañadulzales en la región del Cauca y Valle del Cauca, planteados desde el sistema capitalista y patriarcal, responsables directos del conflicto social y armado en Colombia, del despojo, de la ocupación de nuestras tierras, de la violencia contra las mujeres indígenas, negras, afrocolombianas, raizales, palenqueras, campesinas y urbanas.
  1. El racismo estructural y cultural que excluye, discrimina, estigmatiza y marginaliza a los pueblos indígenas y negros, afrocolombianos, raizales y palenqueros. Llamamos a consolidar una paz incluyente que garantice el derecho a habitar y transitar los territorios.
  1. Condenamos la guerra que afecta nuestras prácticas culturales, destruyendo familias, comunidades y territorios. Es esencial mantener una relación armónica con la Madre Tierra, respetar las prácticas culturales ligadas a sanación y la armonización fundamental para la Pervivencia de los Pueblos, respetar los saberes de Mayoras y Mayores para caminar descalzos, ombligar y danzar en el territorio.
  1. Denunciamos que el narcotráfico que destruye los territorios urbanos, rurales y a las comunidades, conduciendo a nuestros jóvenes a problemas de salud, desarraigo de la vida, profanando nuestras culturas, nuestros planes de vida y procesos organizativos. 
  1.  El sistema capitalista y el patriarcado que niegan oportunidades a las niñas, las jóvenes y las mujeres y ha convertido a la Madre Naturaleza en un objeto, así como a nosotras las mujeres; hoy tanto la Madre Tierra como nuestros cuerpos se encuentran lastimados y destruidos. Rechazamos que nuestros vientres sigan siendo colonizados desde la ciencia, nombrados y de propiedad por el poder masculino. 
  1.  Las prácticas religiosas que han llevado al exterminio de nuestros saberes propios, destruyendo las creencias ancestrales y nuestras espiritualidades. Invitamos a volver al origen a encontrarnos con nuestras propias raíces. Rechazamos las religiones que nos hacen pensar que tenemos un poder superior como seres humanos sobre la Naturaleza, destruyendo la vida de la Madre Tierra.
  1.  La de violencia institucional y reclamamos un comportamiento distinto de las autoridades policiales, especialmente contra las juventudes. La policía debe actuar en el marco del respeto y garantía integral de los derechos humanos. 

Luis Acosta,  Coordinador Nacional  de las guardias indígenas en Colombia (ONIC), señaló que estaban caminando con los sectores populares de Cali con la Guardia Campesina, la Guardia Cimarrona y la Guardia Indígena, como cuidadores legítimos del territorio que siempre han defendido la cultura, el arte, la biodiversidad y la vida, y que llegaron a la COP con el objetivo de que los asistentes a ese espacio,  conocieran a quienes siempre han cuidado los territorios y cuál es la realidad que se vive en los mismos. 

Exigencias del Mandato Popular

  1. La reparación integral de los daños causados a las niñas, a los niños, a las mujeres, a la juventud, a las Mayoras y los Mayores y a los diversos Pueblos, como comunidades populares y organizaciones sociales y comunitarias que han sido desplazadas y desterradas por las violencias dentro de las ciudades y hacía las ciudades desde sus territorios.  
  2. La reparación del territorio y la visibilización de hechos de violencia como las desapariciones forzadas, los asesinatos, las masacres, las violencias sexuales y otras violencias. 
  3. Exigimos al Estado colombiano un verdadero compromiso con el desmonte del paramilitarismo y la condena a sus promotores y beneficiarios.
  4. Exigimos profundizar y avanzar en las reformas y las promesas del cambio para las verdaderas transformaciones que requiere el Pueblo colombiano y nuestras apuestas por la conservación, protección y defensa de la vida, la paz y la Madre Naturaleza.
  5. La creación de espacios en la ciudad donde podamos contemplar, caminar y conectar con la esencia de la naturaleza; anhelamos gestar lugares de participación y construcción, donde las comunidades y los territorios se entrelacen para edificar una ciudad que respira espiritualidad y las cosmovisiones de quienes provenimos de la tierra y de aquellos que han florecido en los sectores populares. 
  6. Una nueva perspectiva de construcción de las ciudades desde las organizaciones populares, comunitarias y los liderazgos ambientales, proponiendo procesos de ordenamiento territorial popular que luche contra el concreto y edifique con “sentido del cuidado”, respeto y en armonía con la naturaleza. 
  7. justicia climática y ambiental en articulación integral con la justicia social que reclamamos para la dignificación de la vida y un buen vivir.

  8. Que se asuma por parte de las Instituciones Públicas estatales el manejo responsable de los escombros y de los desechos residuales en las ciudades, municipios y sus terrenos aledaños, porque están generando daños profundos a nuestra Madre Naturaleza, ambientes barriales y a las comunidades. 

Seguirán resistiendo en defensa del Territorio

El Mandato Popular reconoce al Gobierno Nacional actual, progresista y del cambio, como aliado de sus luchas como sujetos de derechos. Sin embargo, es enfático en afirmar que los procesos dependen de las organizaciones sociales, políticas, populares y comunitarias desde los Territorios. 

Seguirán caminando hacia el fortalecimiento de propuestas de educación propia, popular, ambiental, cultural y social, desde la música, el arte y la danza, así como la reivindicación de saberes: la partería, los rituales de armonización y ofrenda, y el autogobierno como parte de las identidades étnicas y culturales unidas al ombligo de la Madre Tierra. 

Reivindicando la juntanza que mantiene las luchas territoriales ancestrales a la luz del principio: “la tierra no se vende, se ama y se defiende”, y su lucha por el derecho de los pueblos a la consulta previa, libre e informada, entendiendo que la biodiversidad no puede desentenderse de la diversidad de nuestros Pueblos. 

Mandataron la descolonización de los saberes y las transformaciones estructurales que replanteen el modelo económico capitalista, responsable de la crisis y problema ambiental actual. En ese sentido, exigen procesos de economías circulares e incluyentes que permitan convivir en armonía y equilibrio con la Naturaleza y que generen poder popular y comunitario.

Defienden la memoria de sus luchas, de sus ancestros y ancestras y los guardianes espirituales que ofrendaron su vida por el cuidado de los territorios y los derechos de sus pueblos. Hicieron un llamado para salvaguardar los cuentos, los mitos, las leyendas, el fogón, el baile, el canto y la danza como herramientas imprescindibles para caminar y defender el territorio y todos los seres que lo habitan. Elementos esenciales para sostener la fuerza de las luchas y resistencias colectivas, que hoy se trenzan y tejen con todas las Guardias y los sectores populares urbanos. 

Destacaron el papel de las huertas y terrazas como propuestas de soberanía alimentaria, ambiental y organizativa que incluye el intercambio de semillas. Al igual que el papel de líderes y lideresas ambientales, quienes cumplen un rol fundamental de lucha contra la crisis climática, el consumismo y la globalización de las economías.

El Mandato Popular nos recuerda la importancia de que los pueblos campesinos, afros, raizales, indígenas, sigan resistiendo ante los gobiernos municipales, incluido el actual de Santiago de Cali, que ignora como se ha hecho por años, la lucha de comunidades como la de Playa Renaciente, donde intentan imponer procesos de destierro sin garantizar derechos y amenazan con desalojos sin ofrecer condiciones dignas. Las comunidades exigen vivienda digna y territorio.

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Mujeres defensoras del territorio

Reportajes

Mujeres defensoras del territorio


Octubre 28 – 2024

Por Jorge Luis Galeano 

En marco de la Conferencia de las Partes de la Biodiversidad (COP16) que se realiza en Cali, ONU Mujeres organizó el encuentro Defendiendo a las mujeres que defienden el planeta, un espacio con dos objetivos: hablar de las estrategias de protección para aquellas que se han dedicado al cuidado del medio ambiente en Latinoamérica y escuchar las experiencias y demandas de quienes decidieron proteger a la Casa Común, la naturaleza. 

Lideresas de Colombia, Perú, Brasil  y otros países  describieron tanto lo que hacen para evitar la destrucción de bosques, playas, ríos, manglares, selvas, como las consecuencias que tiene ello para su seguridad e integridad. 

Según el reporte de Global Witness, 196 defensores y defensoras de la tierra y del medioambiente fueron asesinados en 2023 en Latinoamérica, de ellos 79 sucedieron en Colombia. Sin embargo, este crimen no es el único al que se enfrentan, pues el silenciamiento a través de amenazas y procesos judiciales suelen ser comunes a la hora de querer silenciar las luchas por la tierra y la naturaleza. 

Además, la crisis climática afecta de manera diferencial a ciertas poblaciones. Se estima que “las mujeres, las niñas y los niños tienen 14 veces más probabilidades de morir que los hombres cuando tienen lugar desastres climáticos principalmente a causa del acceso limitado a la información, a la toma de decisiones y a los recursos” según ONU Mujeres.

Entre las lideresas ambientales participantes del encuentro, estuvo Kelly Campo Becerra de la Organización Femenina Popular, que se dedica a la protección de las cuencas del río Magdalena en Colombia. Para ella, estos espacios son importantes y más, en marco de una Conferencia de la ONU, pero enfatiza en que todo lo que suceda ahí debe impactar en los territorios “Es un puente que existe, pero que debe fortalecerse” dice y una de las formas que propone para ello es la utilización de un lenguaje menos técnico para, por ejemplo, dar a conocer las implicaciones de los Tratados y decisiones que se tomen para las estrategias de protección. 

Esa distancia (lo técnico y los territorios) se debe achicar, pues las mujeres que viven en zonas rurales están muy expuestas  a distintas violencias “Nosotros estamos en el corazón del extractivismo” dice Kelly y asegura que son zonas con alta presencia de grupos armados que, muchas veces, se oponen a su labor lo que incrementa el riesgo para sus vidas. 

Lo que se espera

La Declaración de Inídira, que nació de la movilización de varias organizaciones de Colombia y que resume las ideas de cómo las agendas ambientales deben responder a las necesidades de las mujeres en los territorios y poner en el centro las experiencias de cuidado y protección del planeta de las mujeres cuidadoras de la biodiversidad, fue recibida por el Gobierno colombiano para incorporarla como un insumo en el proceso de la toma de decisiones de la COP16. Decisiones que, se espera, fortalezcan los mecanismos de protección y, por supuesto, los recursos que viabilicen proyectos de bienestar para todas las que se dedican al liderazgo ambiental.

La realidad latinoamericana

Las violencias en contra de las defensoras del territorio no sólo las sufren las mujeres colombianas. Es un problema de toda latinoamérica. Se estima que en 2023, el 85% de los asesinatos de lideresas ambientales sucedieron en este continente, convirtiéndolo en el más peligroso para esta labor. 

Casos y denuncias hay muchos. Fuera de Colombia recordamos el asesinato de la ambientalista Bertha Cáceres, sucedido en 2016 en Honduras o el desastre de Minas Gerais en Brasil o la lucha de una campesina peruana que, por años, se ha enfrentado a una minera que ha intentado sacarla de su vivienda para explotar la tierra. Y justamente para conocer de dichas tragedias y las mujeres detrás de la lucha por justicia, se exhibe, en marco de la COP16, la película la Ilusión de la Abundancia, dirigida por Érika González y Matthieu Lietaert. 

En Hechoencali.com conversamos con Máxima Acuña y Carolina De Moura Campos, dos de las protagonistas de la cinta. Máxima, que visitó a Cali desde el Perú, es una mujer campesina que vive en un pequeño pueblo de la zona de Cajamarca. Habla de su experiencia de resistencia de años contra las mineras Newmont y Buenaventura que pretenden la explotación de su territorio. Ella se ha negado a irse, lo que le ha generado amenazas, acosos y un proceso judicial que ya cumple 14 años. La acusan de ser invasora, aunque ella dice tener todos los documentos que la acreditan como dueña de la tierra. 

Pese a todo ello,  se ha mantenido firme. No se ha ido del lugar, no sólo por defender su casa, sino al medioambiente, a la tierra que tanto ama. “Mi vida está en riesgo. Todos estamos amenazados por la contaminación que puede traer la minera” dice con convicción. Su determinación no ha pasado desapercibida, tanto ha resonado su lucha  que en 2016 fue reconocida con el  Goldman Environmental Prize, el más importante premio medioambiental del mundo. 

Por su parte, Carolina pelea contra otra minera en Brasil. Una que, si bien no la quiere sacar de su casa,  sí parece querer destruir la Casa Común, la naturaleza. Eso dice ella con vehemencia “Es una explotación irracional” y que ya generó una tragedia inmensa.  En 2019, un dique de la empresa Vale (así se llama la minera) se rompió y mató a 270 personas y más de 250 mil resultaron damnificadas. 

Lo peor del caso es que la construcción de dicho dique había recibido el certificado de una cualificadora alemana. Carolina y el grupo de personas con el que trabaja, lucha por justicia, porque la empresa responda por los daños ocasionados y, además, se abra un proceso en contra de dicha cualificadora por otorgar el aval a una construcción que, dice ella, a todas luces era inviable.  

Esas luchas enfrentan a mujeres comunes y corrientes (Carolina enfatiza en ello) a grandes poderes económicos y delincuenciales y combinan la exigencia de justicia y la protección del territorio.

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FICAMAZONÍA EN LA COP16

Nuevo episodio podcast

Octubre 26 – 2024

Por Jorge Luis Galeano

La COP16 que se lleva a cabo en Cali ha dado para todo. Tiene una muy variada programación, a parte de lo que sucede en la Zona Azul en donde se hacen las negociaciones y se tomarán las decisiones esperadas al final, sino también, en la Zona Verde y otros lugares de la ciudad que ofrecen espacios de reflexión, análisis a través de discusiones académicas, pero también artísticas y culturales.

Una de dichas actividades es el Festival Internacional de Cine y Ambiente Itinerante de la Amazonía que inició el 23 de octubre y terminará el 31 de octubre y que ocupará varios lugares de la ciudad como  Espacios como El Boulevar de Oriente, Casa Arq, Casa de Mono, La Loma de la Cruz y La Cinemateca del Museo La Tertulia.

Bienvenidas y bienvenidos 

Para mayor información puede visitar:

X: @ficamazonia

Facebook: @ficamazonia

Instagram: @ficamazonia  

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COP16: Biodiversidad amazónica en Cali

NUEVO VIDEO

Octubre 22 – 2024

Por Jorge Luis Galeano

La COP16 es un espacio para el conocimiento sobre la biodiversidad del mundo y la importancia de protegerla. Es por eso que entes especializados como el Instituto Amazónico de Investigaciones Científicas -SINCHI- hacen presencia en Cali para participar de las discusiones clave sobre la Amazonía y, además, ofrecer al público una oportunidad de acercarse a la riqueza natural de esta región y cómo se relaciona con la vida en las ciudades.

Uno de estos espacios, de 39 que tendrá el Instituto durante la COP16, es la exposición “Del Río al Mar: Rayas de la Amazonía Colombiana” en la que, entre otras cosas, se podrá conocer a 10 especies de rayas dulceacuícolas y una línea del tiempo que narra su evolución. Esta exposición que, si bien iba a ser temporal, quedará de manera permanente para el público.

Luz Marina Mantilla Cárdenas, directora general del SINCHI dice que dejar a disposición esta exposición de manera permanente es hacer que “la gente se unte de ciencia”, es decir, que tenga acceso a la información que le permita comprender la riqueza, pero sobre todo, la importancia de la biodiversidad amazónica para todo el planeta “ Nos interesa mucho que la gente conozca la selva amazónica y sepa lo importante que es para la vida en el Valle del Cauca y otros territorios”

La exposición ya está abierta al público en el Museo de Ciencias Naturales de la Biblioteca Departamental en Cali.

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COP16: oportunidad para la reconciliación social

Opinión

COP16: oportunidad para la reconciliación social de Cali y la Región

Octubre 16 – 2024

Texto publicado en Desde Abajo que hace parte de la Alianza de Medios Alternativos PANAL MEDIOS

Por Julio Enrique Cortés Monroy

La COP16 a realizar en Cali, entre el 20 de octubre y el 1 de noviembre, podría convertirse en una maravillosa oportunidad para saldar parte de la deuda histórica con esta región del pacífico colombiano. El sur occidente colombiano cuenta con un gran potencial de recursos naturales y una inmensa riqueza en biodiversidad, sin embargo, ha sido una región históricamente sumida en el abandono estatal, la corrupción, el atraso y la pobreza.

Por eso la COP16 puede tener significados importantes para las comunidades de Cali y la región circundante. Se espera que allí se manifiesten los movimientos sociales y las organizaciones comunitarias que buscarán conseguir que sus propuestas y agendas tengan un papel decisorio a la hora de las negociaciones y compromisos que adopten los representantes políticos de los estados y agentes del poder transnacional.

No olvidemos que el estallido social del 2021 tuvo a Cali y al Valle como protagonistas de la lucha y resistencia de ese gran paro nacional. La juventud y las comunidades salieron a las calles a exigir sus derechos y un cambio para el país, pero la protesta social recibió como respuesta la brutal represión policial del gobierno Duque, dejando jóvenes asesinados, heridos, desaparecidos y encarcelados.

Reconciliación social con Cali y la Región

Resulta justo y necesario que la COP16 contribuya en abrir espacios para la participación y el diálogo social y se pongan de manifiesto las voluntades políticas de los diferentes actores sociales e institucionales, nacionales e internacionales. La COP16 debe repercutir en mejorar las condiciones sociales y ambientales de la región, de manera que se generen oportunidades de inclusión social y se realicen transformaciones en los territorios en favor de la calidad de vida de las comunidades.

Esta gran Conferencia Mundial de la Biodiversidad COP16 es una oportunidad para la reconciliación social y hacer la “Paz con la Naturaleza”, lema de esta COP, y fundamento de la política ambiental del presidente Petro y la ministra de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Susana Muhamad. “Apostaremos porque Cali se convierta en una gran aula ambiental. A la población que está en la primera línea de la crisis climática y de la pérdida de la biodiversidad le corresponde alzar su voz en las negociaciones. Por eso, la participación del pueblo, de las comunidades y de la gente debe ser la prioridad. Las juventudes, pueblos originarios, mujeres de todas las naciones que participarán en la cumbre, tendrán un espacio de participación activa, en esta, que será, la COP de la gente”, dijo la ministra.

¡Bienvenidos a la Zona Verde, la COP de la gente!

La Zona Verde estará ubicada en el Bulevar del río Cali y otros lugares de la ciudad. Este será el espacio para la participación de la sociedad civil, Ongs, la prensa alternativa y todas las personas interesadas en la protección y conservación de la biodiversidad. Aquí tendremos conferencias, paneles de discusión, talleres, exposiciones y presentaciones artísticas.  Desde aquí se trasladarán las propuestas de los movimientos sociales hacia la Zona Azul,que es donde estará el cuerpo diplomático de las Naciones Unidas, los ministros de ambiente de más de 180 países y sus respectivas delegaciones, así como la prensa acreditada.

Expectativas de la COP16

Cali podrá aprovechar la COP16 para impulsar políticas que no solo aborden asuntos como la protección de la Biodiversidad y la lucha contra el Cambio Climático, sino que también tengan un enfoque de Justicia Social y Reparación de Derechos. Esto incluiría iniciativas que mejoren el acceso a la tierra, servicios básicos, protección de derechos de comunidades vulnerables, y medidas para reducir la pobreza a través de un desarrollo sostenible.

Otro de los logros será darle visibilidad Internacional y reconocimiento de las problemáticas locales poniendo en el centro de atención a los desafíos ambientales y sociales de la región: desigualdad social, el acceso a recursos, y la vulnerabilidad al cambio climático. Esto podría atraer recursos globales para mejorar la infraestructura, programas de reforestación, manejo de agua, y protección de ecosistemas. La cobertura mediática global que tendrá la COP16 ayudará a promover la imagen de Cali y Colombia en el mundo y destacar los atractivos turísticos, la cultura, la biodiversidad, y las oportunidades de ecoturismo del país.

Turismo y Economía

La realización de la COP16 producirá múltiples beneficios para el turismo de la ciudad y del país al posicionar a Cali y a Colombia como destinos turísticos atractivos. Marysol Castillo, directora de la Licenciatura en Turismo de la Javeriana Cali, aseguró que “la COP16 beneficiará al turismo y la economía de Cali y del suroccidente colombiano al tratarse de un evento de talla internacional”.

Participación y Empoderamiento de las Comunidades Locales

Involucrar a las comunidades locales en la COP16 será clave para garantizar que las soluciones sean adecuadas y tengan un impacto real pues se empoderaría a las comunidades para que tomen un papel activo en la protección de sus territorios y recursos. La COP16 será una oportunidad para fomentar la educación y conciencia ambiental en la región, impulsando un cambio cultural hacia prácticas más sostenibles y responsables.

Reconocimiento y Protección de los Derechos de las Comunidades Indígenas y Afrodescendientes: Será una oportunidad para fortalecer el reconocimiento y la protección de los derechos de las comunidades indígenas y afrodescendientes, que han sido históricamente marginadas y vulneradas. “Realmente creemos que fortalecer los sistemas de conocimiento, las gobernanzas, las territorialidades y la capacidad de incidencia de los pueblos indígenas repercute en una mayor integridad ecológica para la vida”, ha señalado la ministra.

Por su parte, el presidente de la Organización Nacional de los Pueblos Indígenas de la Amazonía Colombiana, (OPIAC), Oswaldo Muca, aseguró “que en este Gobierno quede en la historia que pudimos hacer algo y que estamos convencidos que vamos a poder no solamente visibilizar a los pueblos indígenas, sino, además, en cabeza de la ministra, podemos decir que los pueblos indígenas somos importantes para salvar la biodiversidad no solamente en este país sino para el mundo”.

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El derecho a la salud mental en un país enfermo

Reportajes

El derecho a la salud mental en un país enfermo


Octubre 14  – 2024

Por Laura Cruz

“Los antidepresivos no quitan la depresión, al contrario, generan adicción. Jamás me curaron de nada, todo lo contrario, me enfermaron de otras cosas”. Esto dice Jonh Maicol Cardona Jaramillo, de 32 años, después de intentar varios tratamientos para mejorar su salud mental. Desde los doce años asiste al psicólogo por fuertes dolores de cabeza y porque tenía problemas para la resolución de conflictos. La primera barrera que encontró en este camino, fue la demora en las citas; lo segundo fue que la mayoría de los psicólogos le parecían apáticos y nunca pudo confiar en ellos. “La atención en las EPS es nefasta, las citas son muy demoradas, la mayoría del personal médico funciona en automático, y no le dan la importancia al motivo de consulta, creen que simplemente es una pataleta de adolescente”, dice John. 

El otro obstáculo que tuvo que enfrentar fue cuando de psicología lo remitieron a psiquiatría. Allí el especialista le dijo, sin ambages, que padecía depresión, bipolaridad, estrés postraumático, y esquizofrenia. A los 17 años, John y su familia tuvieron que cargar con un diagnóstico que para él fue una condena, un rótulo. “Lo que he entendido en palabras normales es que yo estoy loco, no me dicen esas palabras, pero eso se sobreentiende. Encima me dieron como cinco medicamentos y entonces yo me volví dependiente, sin eso no podía dormir”. 

Para John Maicol las consultas por un largo tiempo consistieron en que le preguntaran ¿cómo está? Y dependiendo de eso le bajaran o le subieran las dosis, motivo por el cual abandonó la terapia psiquiátrica y dejó los medicamentos. Afirma que desde el día que dejó de medicarse se encuentra mucho mejor, que controla mucho más sus impulsos, es más responsable y es consciente de que tiene un problema. Para John el gran problema de las terapias a las que asistió, es que no lo vieron a él, al paciente, sino que simplemente le recetaron como si se tratara de una simple gripa. 

A John todavía se le complica dormir. Sigue lidiando con sus problemas emocionales. Aunque actualmente recibe terapia con una psicóloga particular, aún se le dificulta abrirse y confiar. “Yo no confío y siempre pienso que las personas usan las debilidades de uno en contra en cualquier momento. El lunes tengo terapia. Con Jenny (la terapeuta) apenas empezamos y aunque tampoco hemos tocado a fondo, ella sí me inspira un poco más de confianza. Yo estoy dispuesto a seguir”. 

El de John Maicol no es un caso aislado. Según una investigación en Política Nacional de Salud Mental del Ministerio de Salud, en colaboración con el Centro Nacional de Consultoría en 2023,  el 66,3% de los colombianos mayores de 18 años ha experimentado algún problema de salud mental a lo largo de su vida. Este porcentaje es significativamente mayor en mujeres (69,9%), con un aumento notable entre las jóvenes de 18 a 24 años. Lo grave de la situación no es que más del 50 por ciento de los colombianos padezca una enfermedad relacionada con salud mental, sino que pocos reciben atención oportuna como lo corroboró el Instituto Nacional de Salud, que señala que cuatro de cada diez personas que en Colombia sufren o han sufrido alguna enfermedad mental, han tenido algún tratamiento o atención y, para cuando realizan la primera consulta, ya han trascurrido aproximadamente ocho años de enfermedad.

Esta falta de atención se ve reflejada en las 49 mil 321 manifestaciones de inconformidad relacionadas con salud mental que recibió la Superintendencia Nacional de Salud entre enero y agosto del 2023. Inconformidades que fueron radicadas, mayoritariamente, contra Entidades Promotoras de Salud (EPS), tanto del régimen contributivo como del subsidiado. Las EPS con mayor cantidad de manifestaciones de inconformidad por problemas de atención en salud mental de sus afiliados son: Nueva EPS, Sanitas, SURA y Salud Total. Las quejas más frecuentes de los pacientes son: la negación de las citas o demora de asignación de estas, así mismo, la falta de especialistas en el campo y la no entrega o la entrega inoportuna de medicamentos.

Pero ¿Cómo repercute en los colombianos que no haya un buen servicio en la prestación de servicios de salud mental? Aunque no está comprobado que haya una relación directa entre la falta de atencióna la salud mental y el suicidio, es importante mencionar que según un informe del Instituto de Medicina Legal correspondiente al primer trimestre de 2024, se registraron 712 casos de suicidio, de los cuales 205 fueron cometidos por jóvenes entre los 18 y 28 años.

Cabe resaltar que el Derecho a la Salud implica, también, acceso a todos los servicios de salud mental “Todas las personas tienen derecho al más alto nivel posible de salud física y mental. Los países tienen la obligación legal de formular y aplicar leyes y políticas que garanticen el acceso universal a unos servicios de salud de calidad y aborden las causas profundas de las disparidades en materia de salud, incluidas la pobreza, la estigmatización y la discriminación”.

En el marco de la conmemoración del Día Mundial de la Salud Mental, que se lleva a cabo cada 10 de octubre, es importante saber  qué tanto se garantiza en Colombia el acceso de calidad a pacientes que quieren tratar su salud mental y dónde están las principales fallas. Para esto consultamos a dos psicólogos que tienen una amplia experiencia en la atención de pacientes.

Robinson Grajales, psicólogo de la Universidad de Antioquia, especialista en psicoanálisis,   señala que en Colombia siguen aumentando los reportes de personas con trastornos de salud mental. Más de 500 mil personas se han reportado en los últimos años con trastornos, pero el problema es que ni siquiera la mitad recibe diagnósticos en salud mental, en parte debido a que todavía existe cierta estigmatización. 

Para Grajales otro grave problema que enfrenta la salud mental en Colombia es que hay un déficit en esta atención, ya que se calcula que en Colombia hay alrededor  de 5 psiquiatras por cada 100 mil habitantes. Lo recomendable es que sean diez psiquiatras.  Esta situación no  solamente afecta la atención en las EPS, las citas suelen demorarse, y  además  la medicación usualmente no está disponible. Otro problema es que muchos de estos tratamientos deberían ser acompañados con psicoterapia, principalmente los que tienen que ver con ansiedad y depresión, y esto no es posible siempre. 

La psicóloga Andrea Muriel Benavidez, egresada de la Universidad Javeriana, quien lleva ocho años ejerciendo en este campo, dice que, al menos en su propia práctica, las enfermedades de salud más comunes son: cuestiones relacionadas con la ansiedad, ya sea trastorno de ansiedad, ataques de pánico, estrés crónico, depresión, trastorno depresivo como tal o generalmente tristeza o desesperanza, y el motivo de consulta más frecuente son las relaciones de parejas o relacionales. 

Para ambos psicólogos la principal falla de las EPS consiste en que las citas con psicólogos no se dan con la celeridad suficiente, y se dan con espacios muy amplios entre una y otra, cuando la psicoterapia requiere la mayoría de las veces, una atención constante. Como las citas son muy dispersas en el tiempo el paciente no puede hacer un proceso adecuado. Una de las principales causas de que las terapias no sean constantes es que los psicólogos toman el modelo de la atención psiquiátrica, es decir, medicar y controlar la medicación.

“Las EPS deberían procurar que haya citas oportunas con los psiquiatras, entrega oportuna de medicamentos, un acompañamiento de psicoterapia con una cantidad de citas suficientes para atender por lo menos ciertas crisis puntuales y hacer más cortos los periodos entre las citas con los psicólogos” sugiere la doctora  Muriel.

Los jóvenes y la salud mental

Para Robinson Grajales, las nuevas generaciones han tenido más oportunidades de hablar de salud mental, debido a que en los últimos años se ha hecho mucho énfasis en la definición de salud que da la Organización Mundial de la Salud y que reza:  “la salud es el bienestar completo físico, mental y social y no solamente la ausencia de enfermedad”. Este énfasis pone en el mapa, las enfermedades que no son visibles en el cuerpo, dice Grajales lo que  permite entonces, que las enfermedades del aspecto mental tomen importancia. “Se ha ido desestigmatizando poco a poco. Para la gente ya es más común hablar de su salud mental; al léxico cotidiano de la gente se ha incorporado conceptos que tienen que ver con cómo detectar la ansiedad, cómo manejar las emociones. Sumado a esto hay muchas campañas de las diferentes instituciones. Sin embargo, esto no significa que se garantice el acceso a la salud y  una consulta privada por lo regular es bastante costosa”

Dado el costo de las consultas psicólogas, ¿cómo hacen los jóvenes para acceder a un tratamiento? Según el ministerio de Salud,  en la población joven de entre  18 a 24 años, el 75,4% reporta haber enfrentado problemas de salud mental.  

Isabela Romero Castaño, quien cursa último semestre de psicología en la Universidad del Valle y hace sus prácticas en el área de psicología de la misma Institución Educativa,  señala que  muchos estudiantes de la universidad presentan quejas  respecto a la rapidez en la atención de las citas. Además la planta donde se presta el servicio de psicología, antiguos dormitorios que se dividieron y ahora se utilizan como consultorios, tienen paredes muy delgadas, que impiden la privacidad necesaria para este tipo de atención. Por último, muchos jóvenes se quejan de la calidad del servicio porque no es extenso y no se tratan todos los temas que llevan a terapia. 

“Hay mucha demanda, el personal trata primero lo que implique cualquier tipo de violencia o sugiera riesgo de suicidio”, señala Romero. “Es necesario informar mejor a los estudiantes sobre lo que pueden esperar del servicio de psicología de la Universidad, ya que muchos van con altas expectativas, creyendo que van a resolver todos los temas y cuando ven que esos temas no se abordan, llega la decepción y la verdad es que durante la consultan pueden abordar un área, la atención de la universidad nunca va a reemplazar la terapia normal”, concluye.

El conflicto armado y el contexto social

Otro factor que influye en la salud mental de los colombianos, según Robinson Grajales, es la historia de violencia que ha vivido nuestro país. “La violencia, la desigualdad y la inseguridad, efectivamente afectan la salud mental de las personas, en términos de producir incluso ansiedad, depresión y también otros aspectos sociales” Añade que el desempleo y  la inseguridad económica también afectan en estos casos, además, dice que la falta de educación para el manejo adecuado de las emociones, los roles sociales de hombres y mujeres que generan presiones para amoldarse a ciertos modelos en los cuales a veces no encajan muchas personas, se cuentan como factores que desestabilizan la salud mental.

Redes sociales

Para Andrea Muriel un factor que se debe tener en cuenta son la redes sociales y los medios de comunicación, ya  que pueden incidir en la salud mental, sobre todo porque “muestran fenómenos  cercanos a nuestra realidad,  y otros que nos pueden afectar, también cuestiones como de comparación, de reconocimiento de vida de otros, que puede generar ciertos efectos sobre mí, cuestionamientos, culpa, emociones o pensamientos que no sean tan favorables para afrontar la cotidianidad y que son lejanos” La profesional añade que  algunas personas deciden socializar más por las plataformas digitales y se alejan de sus círculos sociales, de sus familias y el aislamiento puede traer problemas de ansiedad y depresión.

Prevención del suicidio en Colombia

Según Robinson Grajales en Colombia hay unas políticas públicas para la prevención del suicidio, “el Ministerio de Salud ha venido realizando un seguimiento durante los últimos años a la problemática del suicidio y ha identificado unos factores de riesgo  para los cuales han generado estrategias de atención. Una tiene que ver con la satisfacción de necesidades básicas. Otra estrategia es el fomento de las habilidades socioemocionales, y campañas  para la reducción del consumo del alcohol o para prevenir el abuso de sustancias psicoactivas. Asi mismo, las instituciones tratan de controlar el  acceso a medicamentos u otros medios de suicidio y fomentan la intervención en crisis, no solamente a través de la formación de profesionales propios de la salud mental, sino también de otro profesionales que están en contacto con personas que están en riesgo, por ejemplo en los colegios y en las universidades.”

“También se forman docentes en intervención en crisis”, asegura Grajales. “Los primeros auxilios psicológicos también hacen parte de una política pública. Lo otro es cómo brindar atención también a las personas que tienen otros trastornos o problemas mentales, por ejemplo como la esquizofrenia u otros que también son parte del suicidio. Realmente parece que esas políticas han funcionado, porque en el último año han disminuido los suicidios, de hecho pasaron en el primer semestre de 2023 de 1833 a 1677 en el primer semestre de este año. Lo que implica una reducción de alrededor del 9%.”

“Esto no acaba del todo con el problema y van apareciendo otros factores que son importantes allí, por ejemplo, los suicidios se dan sobre todo entre los jóvenes, entre hombres y mujeres, entre 20 y 29 años sobre todo y el grupo poblacional que le sigue es de los 15 a los 20 años, lo que implica que nos pensemos, qué está pasando con este segmento de la población. Tal vez sea que están más expuestos a asuntos de riesgo como se mencionan  de la salud mental como son las redes sociales, la inseguridad económica, ciertas condiciones de habilidades socioemocionales. Se podría pensar que esta población es más vulnerable a esos factores de riesgo”, concluye. 

Las causas más frecuentes del suicidio

Las causas más frecuentes de suicidio son padecimientos como la ansiedad y la depresión, además de otras enfermedades mentales secundarias como la esquizofrenia.  Otras causas son las decepciones amorosas y las dificultades económicas, además de las causas asociadas al uso de drogas o del alcohol. Otros aspectos que tiene que ver con el suicidio y que distingue entre hombres y mujeres, según Grajales, es que “los hombres son los que usan métodos más definitivos y eficaces para quitarse la vida, mientras que las mujeres parece que intentan suicidarse más, usan métodos menos eficaces; los hombres parece que usan métodos más violentos mientras que las mujeres prefieren las sustancias tóxicas”

Acompañamiento

Lo recomendable si alguien cercano está en riesgo de suicidio es tomarlo en serio.Según Robinson Grajales, no importa de dónde provenga la situación el problema o su tamaño, “desde afuera se puede ver algo sencillo o una exageración, pero las personas cuando se suicidan no quieren quitarse la vida en sí misma sino acabar con un sufrimiento al que no le ven salida o del que no tienen ninguna esperanza de salir.”

En casos extremos, ante un intento de suicidio y/o de una crisis emocional muy fuerte, es recomendable acudir a los centros de atención mental, “pero básicamente es la compañía y también involucrar a esta persona en redes sociales de apoyo de diversa índole. Un dato que llama la atención en los suicidios, es que definitivamente aumentan los domingos, los fines de semana, entonces uno podría pensar que ahí las personas  están por fuera del trabajo, que están solas, que no tienen una vida social adecuada y eso puede ser identificado como otro factor de riesgo.”

“Otro aspecto muy importante es seguir concientizando a la gente de que acuda a los especialistas en salud mental, pues puede ser que para todas las personas no sea fácil acceder, pero con seguridad en muchas instituciones, en escuelas, colegios, universidades y en empresas tienen programas de atención en salud mental. Cada vez en las instituciones la gente está más atenta a estos rasgos y efectivamente yo creo que uno de los puntos que si pueden mejorar mucho la atención al suicidio, la prevención del suicidio, es precisamente que la gente pueda tener acceso a procesos de psicoterapia a través de un terapeuta especializado y que haya un acompañamiento constante de un psicólogo”, recomienda Grajales. Otro aspecto importante es insistir y concientizar en el pedido de ayuda, “ cuando sientan que no pueden manejar una situación emocional provocada por cualquier circunstancia de la vida por más insignificante que parezca”, es posible pedir ayuda.

Recomendaciones para una buena salud mental

Redes sociales fuertes,  acceso a especialistas. y prácticas de autocuidado como  una alimentación saludable, la práctica de algún deporte, el no abuso de sustancias psicoactivas, el ocio, el descanso y actividades de esparcimiento, son las recomendaciones mencionadas por los especialistas, todas válidas y avaladas por quienes saben de salud mental, pero de difícil aplicabilidad en ciertos contextos sociales. También se sugiere, debido a que la salud mental no suele presentar una sintomatología física o explícita, la prevención,“ los seguimientos, el antes, durante o después para concientizar más a la población, de por ejemplo, qué efectos puede tener la noticia de una enfermedad crónica que está recién diagnosticada” en lo que Robinson Grajales, menciona todavía no son fuertes las EPS.

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Festival Ecológico de Cali

Nuevo episodio podcast

Octubre 11 – 2024

Por Jorge Luis Galeano

En el episodio más reciente de nuestro podcast, les traemos todos los detalles del Festival Ecológico de Cali, un evento de un día que promete ser un espacio de encuentro para promover prácticas sostenibles en la ciudad. Con entrada gratuita, el festival contará con una amplia variedad de actividades como una feria de productos ecológicos y naturales, donde los asistentes podrán conocer y adquirir alternativas amigables con el medio ambiente. El evento se encuentra alineado con los objetivos de la COP16 que se hará en Cali a finales de octubre. Objetivos que se pueden resumir en la frase “promover la paz con la naturaleza”

Además, el festival ofrecerá experiencias para toda la familia, incluyendo un picnic saludable, shows en vivo y una innovadora proyección de películas al aire libre mediante el Bici-Cine, donde el poder de los pedales será el motor para disfrutar del cine. Este evento, que busca integrar la cultura y la ecología, se posiciona como una plataforma para generar conciencia sobre la importancia del cuidado ambiental en nuestra región.

Será el 19 de octubre en el Parque del Perro, en el barrio San Fernando de Cali

Más información en: festivalecologicodecali

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Buen Vivir en Clave de lo Urbano

Opinión

Buen Vivir en clave de lo urbano: lazos entre el territorio y las pedagogías emancipatorias

Septiembre 25 – 2024

Texto publicado en Quira Medios que hace parte de la Alianza de Medios Alternativos PANAL+

Por Pilar Cuevas Marín* y Diana Carolina Reyes López*

Las realidades sociales de las ciudades latinoamericanas, ameritan una reflexión sobre sus actuales transformaciones, pues se observan empoderamientos y liderazgos que insinúan cambios culturales en las relaciones de las comunidades.

 Compartimos una reseña del artículo “Buen vivir en clave de lo urbano” publicado originalmente en Revista de Ciencias Sociales (RCS), vol. XXX, No. 2, abril – junio 2024, donde sus autoras recogen estas preocupaciones y búsquedas por la construcción de identidades propias en los espacios urbanos de nuestra América, búsquedas que trascienden el contexto político-social, acercándose a cosmovisiones de esas otras realidades del Abya Yala, presentes en la memoria de los pueblos y territorios.

 Al final de la reseña se encuentra el articulo original completo, el cual puede ser descargado de forma gratuita para su lectura detalla y consulta bibliográfica.

 Agradecemos a las autoras por su participación en esta edición de Quira Medios, especialmente a Pilar con quien compartimos la enorme responsabilidad y privilegio de ser parte de la Universidad de la Tierra “Orlando Fals Borda”.

 ¿Es posible sentipensar las ciudades desde los buenos vivires? En el siguiente artículo, que hace parte de procesos colectivos y comunitarios de diálogo y escritura, exploramos este interrogante poniendo en primer plano la experiencia vivida por las y los autores en un escenario complejo y de muchas contradicciones como son las ciudades.  Invitadas/os a su lectura y reflexión.

 Varias afirmaciones en el campo del urbanismo contemporáneo, sobre todo en América Latina, han establecido la inviabilidad de la vida en la ciudad. Embebidas por las dinámicas del modelo de ciudad moderna y capitalista, la urbe concentra las condiciones de producción y acumulación que han llevado a formas de vida abigarradas, desterritorializadas y sin tiempo para lo “verdaderamente importante”. Ello por cuanto el neodesarrollismo en su lógica de mercado ha traído consigo lo que se denomina como extractivismo urbano y gentrificación, lo cual se ha visto reflejado en el desplazamiento de los viejos sectores populares urbanos para dar lugar a nuevos proyectos de urbanización basados en la acumulación e insaciable búsqueda de incrementar la renta de las propiedades urbanas.

 Como parte de este proceso, se intensifica un modelo de consumo que afecta las distintas esferas que dan sentido a la vida, y allí se tiene los hábitos alimenticios, la forma de vestir, la nueva industria cultural y del entretenimiento. Es un momento donde las plataformas de ventas en línea, centros comerciales y supermercados, vienen generando prácticas de acumulación basadas en un deseo de felicidad y bienestar por medio de la acumulación de bienes materiales. Esto ayuda a entender por qué se observa el deseo de personas y colectivos, en especial sectores medios, por “salir” de las ciudades, en tanto una alternativa a la forma de vida dominante que dignifique la condición humana, sobre la base de una reconexión con la naturaleza y los saberes ancestrales.

En este contexto, el artículo analiza la forma en que las ciudades en América Latina, lejos de ser el espacio donde se impone la lógica del mercado en su proceso de ocupación, son también escenarios de disputa por los sentidos en torno a cómo habitarlas. Sobre el cemento se gesta el territorio y las reivindicaciones que plantean formas de vida distintas, las cuales se han manifestado desde las luchas viviendistas de mediados del siglo pasado hasta las expresiones de procesos organizativos de diverso tipo.

 Por ello, las ciudades pueden también ser leídas en clave del buen vivir y de los principios que han llevado a constituirla como una filosofía del Sur, teniendo en cuenta los aportes teóricos de las pedagogías emancipadoras de las que son parte la educación popular, la investigación acción participativa y la reconstrucción de las memorias colectivas.

 De ahí que el propósito sea el de comprender la noción de buen vivir urbano, a partir de resignificar las categorías de territorio, territorialidad y sentido de lugar, recurriendo en especial a las ontologías políticas relacionales (Idrobo-Velasco y Orrego-Echeverría, 2021), y las contribuciones generadas por quienes han estado inmersos en los proyectos comunitarios y barriales alentados por las pedagogías emancipadoras en América Latina (Torres, 2011; 2018).

 Así las cosas, el artículo está escrito en tres capas, teniendo en cuenta la propuesta metodológica de la interdiscursividad como enfoque articulador de las distintas voces y perspectivas en el abordaje del tema. Desde allí, en la primera capa se trabaja el concepto del buen vivir entendido como filosofía del Sur; la segunda, recoge las nociones de territorio, territorialidad y sentido de lugar, para desde allí, esbozar una última sobre el concepto y alcance del buen vivir urbano en diálogo con las ontologías políticas relacionales y las pedagogías emancipadoras.

 El artículo aborda el buen vivir como filosofía del sur, tomando como referente las contribuciones del pensamiento ancestral de Abya Yala, así como las diversas expresiones que surgen de procesos organizativos y de los movimientos sociales. Se infirió qué dicha filosofía supone una nueva forma de vida, del ser-estando y del estar-siendo, radicalmente distinta a los modelos impuestos por el capitalismo y al paradigma dominante de la modernidad-colonial que llevaron a que en las ciudades se imponga hoy en día la lógica utilitarista-productiva, acumulativa y de consumo.

 Como se argumentó, el buen vivir confronta abiertamente esta lógica del capital, poniendo en cuestión las múltiples fragmentaciones, así como el antropocentrismo, en una apuesta por la relacionalidad, la reciprocidad y complementariedad. Con estas categorías, se estableció la estrecha relación entre el buen vivir y las nociones de territorio, territorialidad y sentido de lugar, acudiendo a la ontología política relacional, así como a las pedagogías emancipadoras para el contexto urbano.

En suma, el buen vivir en clave de lo urbano, desde la ontología política relacional y las pedagogías emancipadoras, allana el camino que reposiciona la comprensión del territorio en la praxis de las acciones comunitarias, las mismas que encarnan procesos de resistencia a una forma de control y de apropiación del mismo. En otras palabras, aporta en repensar la vida misma fuera de aquel derrotero unísono de la productividad como fin en sí mismo, poniendo en primer plano las demandas epistémicas, sociales, económicas, políticas y culturales concretas en el nivel local comunitario, y de las ciudades dando sentido a los lugares y resignificando el territorio. De ahí que, principios como el de la relacionalidad, complementariedad, reciprocidad y solidaridad, puedan ser leídos desde el buen vivir y en clave de lo urbano.

*Pilar Cuevas Marín
Doctora en Estudios Culturales Latinoamericanos. Docente e Investigadora de la Maestría en Comunicación Educación en la Cultura en la Universidad Minuto de Dios, Bogotá, Colombia. 

*Diana Carolina Reyes López
Magíster en Estudios Culturales. Docente e Investigadora en la Corporación Universitaria Minuto de Dios, Bogotá, Colombia. 

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Ejército de Liberación Nacional y el síndrome de la eternidad

Opinión

Ejército de Liberación Nacional y el síndrome de la eternidad

Septiembre 23 – 2024

Por German Ayala Osorio
Analista político 

Después del golpe de mano del ELN contra la instalación militar en Puerto Jordán (Arauca), el proceso de negociación entre los delegados del Gobierno y los de esa agrupación armada ilegal prácticamente entró en una fase terminal. La decisión de suspender los diálogos hace pensar que ese proceso está a punto de fracasar.

Después de la suspensión, sería recomendable que el Gobierno se parara de la mesa de diálogo para retomar una avanzada contrainsurgente cuyos resultados se parezcan a los que dejó la Operación Anorí (1973). Mientras que a los elenos no se les dé un golpe militar contundente, su dirigencia seguirá timando y burlándose del gobierno y de las comunidades campesinas que esperan que cesen las hostilidades en sus territorios. Con todo y lo que significa retomar acciones militares, el Estado no puede permitir el crecimiento de esa “guerrilla” y mucho menos que continúe ejerciendo el control territorial en las zonas en donde hace presencia el ELN.

No hay razón política para insistir en firmar un armisticio con una “guerrilla” que sufre el síndrome de la Eternidad. La mesiánica dirigencia del ELN solo estará dispuesta a dejar las armas cuando llegue a la Casa de Nariño un presidente de la República capaz de llevar al país por los caminos del socialismo, régimen y modelo económico, social y político en el que creen ciegamente los líderes de esa “guerrilla”. Y hablo del viejo socialismo de la URSS o el remedo de socialismo que se practica en Venezuela. Este es quizás el síntoma que con mayor precisión confirma que el Ejército de Liberación Nacional padece el síndrome de la Eternidad.

De ese factor principal se desdoblan otros indicios que hacen pensar en que efectivamente esa “guerrilla” sufre del síndrome de la Eternidad, esto es, que su presencia perenne está garantizada no tanto porque persistan las circunstancias que legitimaron su levantamiento en los años 60, sino porque en su devenir histórico probaron las ventajas y los beneficios de las economías ilegales (narcotráfico, minería y contrabando), lo que los alejó del proyecto revolucionario que encarnaron en las décadas de los 60, 70 y 80. En adelante, sus estructuras federadas entraron en una sintomática anomia institucional que los fue llevando a comportarse de la misma manera que el Clan del Golfo. De ahí que el remoquete de GAO no solo responde al trabajo ideológico y político-militar de las Fuerzas Militares deslegitimarlos como guerrilla, sino a la manera como el presidente Petro asumió su actual existencia y operación militar.

De igual manera, los elenos asumen que cada cuatro años el gobierno de turno deberá proponer la instalación de una mesa de diálogo o una guerra total. Si esa nueva administración le apuesta a la paz negociada, entonces animará y desgastará la salida negociada; si por el contrario ofrece una guerra total, por ese camino mantendrá las ganancias y la presencia de los Señores de la Guerra, al tiempo que mantendrá vigente la necesidad de la paz.

Así entonces, el negocio de la guerra también hace posible que la condición de ese síndrome se manifieste. Los elenos saben que hay Señores de la Guerra dentro y fuera del país que les permiten continuar existiendo no para “liberar” al país como lo advierte la sigla ELN, sino para condenarlo a más años de una confrontación bélica alejada de cualquier sentido político y militar. Lo que interesa es permanecer en el tiempo, mantener su vigencia, desamparada de cualquier posibilidad de tomarse el poder a tiros.

Quienes pensaron que sería más fácil hacer la paz con esa agrupación armada ilegal con el primer gobierno progresista y de izquierda moderada, se equivocaron. Hay razones ideológicas que separaron históricamente a la vieja y actual dirigencia del ELN, con los comandantes del M-19, grupo en el que militó Gustavo Petro. Mientras que los elenos siempre le apostaron al socialismo, la guerrilla urbana del M-19 le apostó a profundizar la democracia.

Mientras que los comandantes del M-19 que hicieron dejación de las armas creían profundamente en la que la paz era el camino para aportar a la construcción de una verdadera democracia, las otras guerrillas de la época, incluida el ELN, continuaron haciéndolo el juego al establecimiento colombiano que usaba el conflicto armado interno para evitar hacer las transformaciones sociales, económicas y políticas que se reclamaban a través del ejercicio de la violencia. En el libro De la insurgencia a la democracia (2009) García-Durán, Vera Grabe y Otti Patiño, estos dos últimos agentes negociadores del actual gobierno, dicen que “fuimos la primera organización insurgente que descubrió que la paz podía ser un elemento transformador porque, durante los últimos 50 años, la violencia en Colombia se había ligado con el poder y se ejercía para mantenerlo, conseguirlo o ejercerlo. La clase dirigente colombiana supo que mantener esa violencia podía ser la mejor manera de impedir las transformaciones sociales y políticas que necesitaba el país. En ese contexto, el M-19 se da cuenta de que la paz es una gran posibilidad para abrirles espacio a esos cambios».

Así que, bienvenidos a la Eternidad señores del ELN. Dirán sus anacrónicos líderes que mientras haya un Estado al cual combatir, ahí habrá un frente, un Antonio García o un Nicolás Rodríguez para hacer eterna su guerra.

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