Junio 26 - 2022
Por Laura Cruz
Virginie Despentes nació en 1969 en Nancy - Francia, en pleno Mayo Francés, en el Otoño Caliente de Italia y al tiempo del surgimiento de la nueva izquierda en varios países. Despentes llegó para revolucionar la escritura con una forma descarnada de escribir, sin que pierda calidad y técnica.
Los libros de Despentes nos cuentan una vida en libertad y cómo la sociedad cobra ese derecho a ser libres. Su vida ha estado llena de coherencia con su narrativa. Virginie creció en una familia liberal con ideas de izquierda, a los quince años estuvo en un psiquiátrico y a los 17 se marchó de su casa.
Trabajó en una tienda de discos en donde se volvió una melómana. Viajó constantemente haciendo autostop y en medio de esto, fue violada por un grupo de hombres en 1986. Despentes dice que esta experiencia le cambió la vida y que no se dejó joder por un par de hijos de puta.
Ejerció la prostitución en 1992 y debido a ello, está en contra del abolicionismo y defiende la teoría del cuerpo como base de empoderamiento, sin embargo, esta postura la llevó a tener muchas diferencias con algunas feministas, lo que para ella no ha sido problema pues siempre ha sido subversiva y su tesis es que el abolicionismo separa a las prostitutas de la sociedad y las pone en una posición más vulnerable.
En 1993 publicó ´Fóllame´ y en 1999 una ´Vida Bonita´. Ese mismo año dejó el alcohol, puesto que ya estaba teniendo muchos problemas de adicción con la bebida. Dice que se volvió lesbiana a los 35 años cuando conoció a Beatriz Preciado, hoy Paul Preciado, un gran filósofo transexual. Su libro ´Teoría King Kong´ llegó en el 2006 para mostrar su biografía a detalle, sin que sea sentimental o le falte objetividad.
La trilogía Vernon Subutex, (2016-2018) describe la vida de un personaje que nos muestra que París puede ser cruel. Denuncia el capitalismo despiadado, cómo la extrema derecha se ha insertado en esa sociedad, la vida de los sin techo y cómo un adulto puede no ser un adulto según lo establecido, es decir, muestra las sombras.
Pienso que Despentes hace la diferencia porque no escribe, sino que golpea el teclado, porque su escritura es frenética, acelerada, con escenas fuertes y rápidas, técnica que toma del cine, ya que ha incursionado en el cine con la película Fóllame, basada en su libro homónimo, donde una actriz porno y una prostituta serán todo lo contrario a unas heroínas y a lo que nos han dicho que es una mujer.
Virginie no solo pone en entre dicho lo que es la norma, refiriéndose a la sexualidad, al cuerpo, la prostitución, la mujer, sino a la vida en general. En su libro Teoría King Kong, comienza hablando del modelo de mujer y cómo ella lo rompe, reconociendo que el modelo de belleza europeo, de niña frágil o de madre perfecta, es solo un mito. Despentes en este libro comienza rompiendo el mito de la feminidad. Habla también de lo legítimo que es ser prostituta, señalando: “La prostitución denuncia lo que es el trabajo en sí, vendes lo que no quieres vender”.
Los libros de Despentes no me gustan, me son necesarios porque en esas páginas está la vida y no la vida con sus amaneceres ni finales felices. La autora pone de manifiesto lo que todos callamos: nuestros deseos sexuales más reprimidos, nuestras sombras y los fracasos que la sociedad no acepta, aunque en el fondo, la sociedad sea el mayor fracaso.
Titulo la reseña como Virginia Despentes y su escritura divergente porque divergente es lo que se separa y ella nos muestra una estética de sus protagonistas que transgrede: el punk, lo Drag queen que deja de lado una estética mercantilista, para expresarse a través de lo diferente, de lo que rompe.
Sus libros son en contra del sistema, denuncia lo que no se quiere oír. Pese a las críticas que tenga, lo cierto es que sus textos nos mueven del asiento porque es un lenguaje directo que entra a cuestionar, a cuestionarnos, abre la puerta a conversaciones que tenemos con nosotros mismos y que son necesarias tener en sociedad.
Los libros de Despentes, en resumen, son una conversación con el mundo, sobre nuestras sombras, que también son luz.
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