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Reseña de la novela Mi padre y otros accidentes

Portada Paola Guevara

El sentido de la novela es tan profundo que lleva al lector a ponerse en los zapatos de aquellos seres que han crecido sin la figura de su paterna. A través de sus 180 páginas, Paola plasma la odisea que vive un personaje –que en Colombia son muchos–, al que le han borrado la mitad de su existencia

Reseña de la novela Mi padre y otros accidentes

Portada Paola Guevara

Agosto 11 - 2018

Por Christiam Chaparro

Paola Guevara nació 1977 en Santiago de Cali, la tercera ciudad más importante de Colombia. A la edad de cinco años, tuvo su primer contacto con la literatura, luego de que sus ojos se posaran sobre una Biblia, a la que no contemplaba desde la orilla de la fe, sino más bien desde la esquina de la fantasía, en la que podía contemplar un personaje con grandes proezas en cada pasaje bíblico. 

Una familia en la que cada miembro invertía los roles. Por ejemplo, el abuelo hacía el papel del papá; la abuela terminaba siendo la madre; las primas eran las hermanas. Una infancia y adolescencia marcada por una mentira sobre quién era su padre

Paola ha vivido gran parte de su vida en Bogotá, en donde estudió Comunicación Social – Periodismo en la Pontificia Universidad Javeriana. Ha trabajado como periodista de la Revista Cambio, coordinadora editorial de la Hoja de Bogotá y colaboradora de la Revista Cromos, Shock, entre otras. Ha sido Jurado Calificador en el Premio Juvenil de Novela Jóvenes Talentos.

Ha sido una amante de la poesía del portugués Fernando Pessoa, de quien ha extraído su inteligencia verbal y matemática, con el único fin de poder ajustarse a nuevos escenarios.

La novela 

Portada Mi padre y otros accidentes

¿Alguna vez te has preguntado si aquel hombre, al que todos los días le dices papá, es tu verdadero padre? ¿Qué pasaría si a la edad de 34 años, cuando tienes un matrimonio sólido y una familia estable, te llega una noticia de que tu padre biológico –al que llevabas buscando desde hace tiempo– vive a unos cuantos pasos de tu casa?

Quizás, a lo mejor, no tendrías ninguna respuesta para ese instante. Para aquel momento. 'Mi padre y otros accidentes' es la opera prima con la que escritora Paola Guevara condensa estos hechos. La obra es contada en primera persona por una periodista de 34 años que comienza a narrar el día en el que, en medio de un consejo de redacción, recibe un mensaje de texto de su madre biológica revelándole el nombre su verdadero padre. "Fernando Lince vive en Cali y quiere conocerte. Acabo de darle tú número. Te va a llamar". 

Guevara es consciente de la idea de que la primera frase debe ser un golpe directo al corazón del lector. En efecto, dicho pensamiento lo pone en práctica. Su prosa, cargada de un dramatismo demoledor, teje  momentos desoladores, angustiosos y áridos, los cuales se mezclan con el amor, la ternura y la esperanza.
La periodista está casada con un reportero gráfico, con quien tiene un hijo, y quien se convierte en su apoyo principal en la búsqueda de su padre biológico. En aquel instante ella se siente desolada, con la exigencia de comenzar de cero, abrir caminos para saber cómo llegará a la génesis de su ser.

Porque nada de lo que había creído y vivido hasta ese momento era cierto. Por eso, la periodista suma todas sus fuerzas para encontrarse con aquel hombre, un hombre que no termina siendo cualquier individuo, debido a que este sujeto fue un gran piloto y es el único sobreviviente de un siniestro accidente aéreo ocurrido en las tierras del Valle del Cauca.

'Mi padre y otros accidentes' presenta tres pasajes importantes en su construcción literaria: El primero, el día en el que la periodista recibe el mensaje; el segundo, los momentos de infancia y adolescencia en los que la periodista crece sin la figura de su padre; y el tercero, el día a día en el que esta mujer, de 34 años, comparte su cotidianidad con hombre de carne y hueso, al que le costó enormemente pronunciar la palabra "papá".

Acierta Guevara, por ejemplo, en el hecho de no ponerle nombre a la periodista. "La narradora de la novela no tiene nombre, porque esta es una obra literaria dirigida y dedicada, especialmente, a todas las personas a las que nos fue robado el nombre. Siempre he recalcado que Paola Guevara es mi seudónimo, porque en realidad yo no sé cómo debería de haberme llamado. Nadie puede estar seguro de su nombre", comenta.

El sentido de la novela es tan profundo que lleva al lector a ponerse en los zapatos de aquellos seres que han crecido sin la figura de su paterna. A través de sus 180 páginas, Paola plasma la odisea que vive un personaje –que en Colombia son muchos–, al que le han borrado la mitad de su existencia.

No fue intención de la autora, pero tras su lectura se logra entender la importancia de lo que significa la incidencia de la figura del padre en la vida de sus hijos.

De paso deja la percepción de que seguir pronunciando la frase "padre es cualquier individuo de la calle" solo sirve legitimar la aniquilación de una parte de su ser:

"Estoy en la habitación del hospital y Lucas, quien acaba de conocer a su hermano, me pregunta si son parecidos. Antes de que pueda responder me advierte que son muy, pero muy distintos, que son diferentes, que son incomparables. Miro a Lucas y luego a Tomás. No solo los veo a ellos sino a las infinitas redes de las que provienen. Vienen de milenios de luchas, hambres y guerras, vienen del mar y del aire, de despojos y victorias, de sacerdotes y reyes, de aventureros y rebeldes. No son solo mis hijos; son nietos y bisnietos; serán padres, serán abuelos. Los honro a ellos, como a todos los seres que los precedieron, como a todos los seres que los sucederán. Yo reconstruí para ellos los eslabones rotos, esa es mi herencia: sabrán de dónde vienen. Ahora tendrán que decidir quiénes serán".

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