Mayo 5 - 2023
Apalabrahadas, un espacio para la Salud Mental
Por: Laura Cruz.
El Ministerio de Salud, en voz de la Subdirectora de enfermedades no transmisibles, Nubia Esperanza Bautista, señaló que después de la pandemia los riesgos de salud mental aumentaron tres veces en Colombia. Esto por diferentes causas como el conflicto armado, distintas violencias familiares y vulneración de derechos humanos.
La situación más preocupante para el Ministerio es que el 44,7 por ciento de los menores de edad del país tiene indicios de problemas de salud mental como la depresión o la ansiedad. Sumado a esto, el Instituto de Medicina Legal señaló que en “el año 2021 cerró en 2.595 casos de suicidios y en el periodo enero – julio del año 2022 se presentaron 1.564 suicidios en todo el territorio nacional”. Según el Ministerio de Salud, luego de las afecciones cardiovasculares, la depresión es la segunda causa de problemas de salud en Colombia. Aunque parezcan datos sueltos y sólo cifras, son el reflejo de lo que vivimos en el país, puesto que en algún momento de nuestras vidas todos hemos pasado por episodios de estrés, ansiedad o depresión o alguna situación familiar; duelo, ruptura amorosa que no sabemos cómo procesar.
Sin embargo, pocas veces hemos buscado ayuda en una terapia psicológica, y decidimos seguir, pasando por encima del dolor, o negándolo, lo que incrementa nuestros problemas, y además conlleva a que no nos sepamos comunicar con los demás. Pero ¿cuál es la verdadera causa de que los colombianos no vayamos al psicólogo y por qué es importante hacerlo?
Hablamos con Eliana Gamboa, egresada de psicología de la Universidad San Buenaventura, con maestría en Educación de la Universidad Javeriana, con experiencia de más de diez años y creadora del espacio Apalabrahadas.
Según Gamboa, algunas de las principales causas para que las personas no asistan a terapia son que, por un lado, se ha creado un imaginario que el psicólogo es para la gente que está loca, y por el otro, es que aunque se diga que la salud emocional es un derecho, la verdad en este país no se garantiza.
“Por ejemplo, el psicólogo de la EPS es muy restringido. Tú vas a la primera consulta y seis meses después te dan la otra cita, entonces no hay proceso. Son citas cortas, de 20 minutos que no tienen continuidad y algo muy importante en la psicología y en el psicoanálisis es la transferencia, es decir, que el paciente se conecte y se identifique con el psicólogo y pueda compartir sus emociones, pero en una cita con esas características es seguramente imposible construir. No hay una política amplia para el cuidado de la salud mental”.
Otro tema que le preocupa a muchas personas antes de ir al psicólogo es que se tiende a patologizar al paciente entonces, una va sintiendo que le van a poner un rótulo. Sobre este tema, el Diagnóstico Estadístico de Trastornos Mentales, más conocido como DSM-5. Una de las primeras críticas que la profesional es que “ El DSM-5, fue realizado para favorecer a la industria farmacéutica, entonces, entre mayor sea la categorización de las enfermedades mentales, así va a ser la demanda en medicación”.
Eliana también señala que el DSM, no tiene en cuenta el espacio-tiempo, es decir, los cambios que se han dado a muchos niveles, lo que ha generado nuevas personalidades y esas nuevas personalidades traen, a su vez, nuevos comportamientos que para muchos se salen de “lo normal” visto desde una construcción social. Lo anormal se vuelve una categoría del ser, entonces es una definición que desdibuja lo subjetivo y favorece la industria farmacológica y daña mucho a los jóvenes.
Eliana nombra, por ejemplo, un trastorno que aparece en el DSM que se llama trastorno oposicionista desafiante que se refiere a personas rebeldes, que pueden llevar la contraria a cosas, que alzan la voz o se enojan con facilidad, pero uno también puede interpretar que allí hay un chico, una chica altamente sensible a las injusticias, que se expresa con facilidad, que quiere poner su voz, tiene argumentos. Esta manera de categorizar un comportamiento es desdibujar la subjetividad.
Por ejemplo, en muchos lugares empobrecidos, donde los jóvenes son en ocasiones vulnerables a hechos de violencia, podrían ser oposicionistas desafiantes porque han estado en un entorno en el que la vida funciona desde la agresión o desde el grito. El DSM desdibuja la cultura de la gente, la familia, su dimensión subjetiva.
Sumado al DSM, a la industria farmacológica y a que la Salud Mental no es una prioridad en países como Colombia, Eliana decidió abrir su taller terapéutico Apalabrahadas, reflexionando sobre la salud mental y que esta no es un derecho que tengamos todos, sino más bien un privilegio de quien puede acceder en términos económicos.
Apalabrahadas: la magia de las palabras
“Apalabrahadas significa expresar en grupo y hadas. Tiene que ver con esa esencia mágica que tiene la psicología como teoría y práctica para el desarrollo personal, sumado a eso la literatura como ventana a otros mundos, a ver otros iguales que yo”. Así me lo explica ella, quien ha construido un espacio de literatura terapéutica a través de su experiencia como psicóloga, docente, lectora, pero sobre todo, como mujer. El espacio de literatura terapéutica nace, también, porque en el 2018, Eliana conoció la experiencia de Elena Moli en un artículo de la BBC. Elena es una periodista que junto a sus amigas psicólogas, creó La Farmacia Literaria, una librería que existe en Florencia y en la que se recomiendan libros en función del estado de ánimo de las lectoras, como si fueran medicinas para la salud emocional.
Eliana ha hecho una simbiosis entre psicología y educación, puesto que en sus talleres hay mucho de pedagogía, sin perder el norte de la corriente de la psicología que escogió que fue el psicoanálisis. Ello lo prefiere porque le permite una exploración mucho más profunda de los momentos de la vida, como la infancia, el sufrimiento, las relaciones sociales, el trauma.
Para Eliana, Sigmund Freud es un personaje que hace literatura. “Tiene toda una historia, un montón de tomos de desarrollo, trabaja mucho el asunto de las metáforas, de los cuentos, y todavía trabajo sobre esa base en las consultas”.
Apalabrahadas es un espacio de encuentro de mujeres y hombres que son afectos a la lectura, interesados en espacios de creación colectiva o para aquellos que buscan potenciar su conciencia emocional y construir bienestar entre hilos de palabras, rutas de autores y conversaciones entre la psicóloga orientadora y los participantes que tienen un efecto catártico. La metodología usada es de taller, por lo que no es un club de lectura en el que es un requisito llevar el libro leído o solo se comenta la experiencia con la obra. Aquí se abordan tres momentos que pretenden que el objeto libro sea la guía para la exploración del mundo interior.
En el inicio Eliana hace la invitación a “apalabrar”, un espacio en que los participantes se presentan y comparten las citas que destacan de la lectura, aquellos fragmentos que les producen sincronía, los datos que consideran importantes y aquellos que no han leído, comentan las provocaciones que los traen el encuentro.
Posteriormente, la psicóloga ofrece una pequeña aproximación al libro y regala lo que ha llamado una poción literaria, es decir, una descripción en tono farmacológico de para qué podría indicarse esta lectura, sus indicaciones y contraindicaciones. Aquí se empieza a desarrollar el abordaje de terapia narrativa grupal con ejercicios de escritura y circulo de palabra, que son llevados por Eliana en una ruta que articula cuidadosamente las temáticas centrales del libro, sus citas literarias y conceptos psicológicos que invitan a los participantes a identificar sus emociones, experiencias vitales, cuestionarse, confrontarse y retroalimentarse.
Para el momento la experiencia se ha desarrollado con las obras como Mujeres que Corren con los Lobos de Clarissa PInkola, Memorias por Correspondencia de Emma Reyes y el Peligro de estar Cuerda de Rosa Montero. El cierre Eliana lo ha denominado como un momento de “amorosa creación”, pues con la sensibilidad a flote de los participantes y la posibilidad de comentar su intimidad en un círculo seguro, no es preciso que su ánimo quede alterado. Entonces, crean. Les guía para reconocer sus fortalezas y capacidad fabuladora para inventarse unas palabras sanadoras en la línea de la escritura creativa.
Byby Tatiana Triana Sierra, una de las participantes del espacio ha dicho que: “Apalabrahadas es un espacio novedoso, con una propuesta terapéutica innovadora. Con los años y como psicóloga reconozco la importancia de la salud mental, por lo que un espacio como este permite construir, deconstruir, sanar y tejer nuevos significados desde la interrelación con el otro a través de la literatura, lo cual desde su inicio ha conllevado a viajes mentales extraordinarios”.
Margarita Tafur Salazar, administradora de empresas y profesora de Yoga, quien también ha participado en los talleres, dijo que este es un espacio que ayuda a compartir ciertas emociones y a escuchar a otros. “ Me ayudó a liberar a compartir. Me reconfortó y fue para mi muy sanador y siento que esos espacios son muy necesarios”.
“Como psicóloga construyo un taller para ponerlo de forma más potente con cada persona. Haciéndole pensar cómo las preguntas del libro se relacionan consigo mismos, se retroalimentan”. Para Eliana, además este ha sido un espacio de catarsis, un espacio seguro. Lo construyó cuidadosamente, tanto para construir bienestar y exploración allí, como también para que se cierre allí. “Mi sueño es que este taller pueda servir para que más personas puedan acceder a procesos de salud mental y que en algún momento pueda ser de acceso gratuito, logrando convenios con algunas bibliotecas” termina.
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