Por Laura Cruz

Loma de la Dignidad es el nombre que pretendía resignificar la Loma de la Cruz y no sólo por el nombre, sino por los procesos sociales y políticos que encontraron un lugar durante el Paro nacional y que permitirían a la comunidad apropiarse del territorio. Aparecieron las Asambleas Populares, se construyó la Biblioteca de la Dignidad, se realizaron ollas comunitarias y actividades culturales, sin embargo, el viernes 13 agosto a la madrugada, la Policía se tomó la biblioteca y la pintaron de blanco, así que el espacio nunca más fue de la gente y los procesos sociales poco a poco amainaron, al igual que la palabra y el debate.

El 28 de abril inició el Paro Nacional del que Cali fue el epicentro. En la ciudad se instalaron 17 puntos de bloqueo y resistencia que lograron que la ciudad literalmente parara, entre los más representativos estuvo la Loma de la Dignidad, que estaba ubicado en la calle Quinta con 17, que fue el lugar que recogió a los marchantes después de diferentes movilizaciones que tuvieron como punto de encuentro este sector, en la Loma hubo música, ollas comunitarias, teatro, fue el punto de encuentro para los representantes de la Primera Línea. Sin embargo, el ser una concentración festiva y cultural, no lo eximió de sufrir constantemente arremetidas del Esmad.

Una de las iniciativas que en este sector tuvo mayor repercusión fue el de cambiarle el nombre el nombre a la Loma de la Cruz, por el de Loma de Dignidad, puesto que lo que no se nombra no existe, este nombre quizás sea de lo poco que se conserve del Paro y que no logran borrar los que han hecho represión a la protesta social.

Alejandro Balentine Guevara, un joven que fue parte de los procesos políticos que se gestaron en la Comuna 19, relata que en este punto se desarrollaron varias iniciativas como las ollas comunitaria en diferentes puntos, hubo la olla del parque de los estudiantes, la olla en las cascadas, la olla gestionada por las artesanas y las artesanos, etc para apoyar principalmente a las chicas y chicos de Primera línea pero también a toda la comunidad necesitada. En la rotonda volvieron a tener lugar las danzas andinas y la poesía al viento.

La Loma de la Dignidad fue el epicentro de procesos sociales liderados por colectivos que tenian por bandera la dignidad, entre ellos: las asambleas populares que nacieron a la par de la Unión de Resistencia Cali (URC). Las asambleas fueron un intento de ejercicio horizontal compartiendo experiencia y saberes con respecto al contexto actual, la historia del país, la razones de las movilizaciones, etc. En esos espacios el diálogo fue abierto, lo que permitió un ejercicio democrático

Alejandro, quien hizo parte de este proceso, señaló que las asambleas se trataron de organizar desde las necesidades e intereses de la comunidad, por esta razón se formaron ochos comités entre ellos el político, cultural y pedagógico, ambiental, seguridad alimentaria, derechos humanos y seguridad, género y diversidades.

Este ejercicio de construcción colectiva se desarrolló durante varios meses después del Paro Nacional, sin embargo, los ejercicios colectivos se fueron acabando, puesto que se presentaron varias dificultades, ya que por ser un lugar turístico que colinda con dos barrios, San Cayetano y Libertadores, hubo muchas personas que tuvieron intereses individuales. De igual manera el Esmad y el Goes, hicieron presencia frecuente en este sector.

Otro de los factores que repercutió para que muchos procesos colectivos se detuvieran fue la toma por parte de la Policía de la Biblioteca de la Dignidad. Dicha toma, asegura Alejandro, no respetó los diálogos que se estaban llevando entre varios voceros de la comunidad y representantes de la Administración Municipal. Diálogos que según líder juvenil, no fueron propositivos sino todo lo contrario, autoritarios y que se querían hacer a puerta cerrada para dilatar el proceso y no llegar a acuerdos.

Los varios colores de la Biblioteca de la Dignidad, fueron reemplazados por un blanco, así mismo las asambleas no se volvieron a desarrollar, y muchas colectivas tuvieron que detener sus procesos. Alejandro señaló que en este momento los libros que habían ahí están guardados en cajas, mientras ellos siguen luchando por un lugar adecuado para la biblioteca que quería ser símbolo de la dignidad para el sector.