Escrito en 18 Mayo 2016 Publicado en Actualidad.

Neoparamilitarismo, tercera parte:
las Bandas Criminales en el Valle del Cauca

BACRIM 3 En la tercera entrega del informe sobre Neoparamilitarismo en Colombia, nos centramos en los grupos que aún hacen presencia en el Valle del Cauca, que según Indepaz, serían al menos cinco, cuyas actividades incluyen narcotráfico, microtráfico, la extorsión y el sicariato, entre otras. Las estructuras armadas detectadas en el departamento por Indepaz son: Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Águilas Negras, Los Rastrojos, Los Buenaventureños y Héroes del Valle. Algunos expertos dicen que en la actualidad no hay grupos organizados como en el pasado, cuando operaban las AUC, sino que existen bandas al servicio de intereses paramilitares.

Neoparamilitarismo, tercera parte:
las Bandas Criminales en el Valle del Cauca

Mayo 18 - 2016

Por Jorge Luis Galeano

La actividad paramilitar en Colombia se ha transformado desde la desmovilización de las grandes estructuras de las Autodefensas Unidas de Colombia, que culminó en 2005. Algunos grupos disidentes no se entregaron y se reagruparon para seguir con sus actividades criminales. Según el Programa Presidencial para los Derechos Humanos y el DIH, la presencia de las llamadas bandas criminales en 2009 era así:

Bacrim 2009

Para 2010, la Fundación ideas para la Paz (Indepaz) indicó que las Bacrim tenían 2.500 integrantes en 27 departamentos y 178 municipios. El afán por el control territorial desembocó en luchas sangrientas entre los mismos grupos o al interior de ellos, lo que generaba graves impactos sobre los Derechos Humanos. En el 2011 "los Urabeños incursionaron en disputa con Los Rastrojos en amplias zonas del Valle y se extendieron hacia Cauca y Nariño, para penetrar así todo el andén pacífico", dice el informe Desmovilización Paramilitar del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

Dichas disputas, en muchos casos, generaban alianzas como la de Los Machos y Los Urabeños o la que permitió a La Empresa fortalecerse en Buenaventura, en donde también operaban las Águilas Negras. Todos esos grupos tenían y aún tienen relación con delitos como el narcotráfico, la extorsión, la minería ilegal, las amenazas contra líderes sociales de izquierda y de movimientos defensores de Derechos Humanos, entre otros. "En su composición se apreciaba la participación determinante de paramilitares desmovilizados rearmados", afirma el informe del CNMH.

En 2014, según la Defensoría del Pueblo, Cali era centro del enfrentamiento entre Los Rastrojos y Los Urabeños, que se disputaban el control de 30 barrios en doce comunas de la ciudad, para manejar negocios ilegales como el microtráfico de drogas, la extorsión, el hurto, el sicariato, etc. Sin embargo, las Águilas Negras también ejercían presión a través de amenazas a líderes sindicales, defensores de Derechos Humanos y periodistas.

Hoy en día, las guerras internas, los enfrentamientos con otros grupos similares y los golpes de las autoridades han transformado la influencia geográfica de estos grupos en el departamento. Según Indepaz, entre enero y marzo de 2016, de detectaron 5 estructuras armadas en el Valle del Cauca: Héroes del Valle, Autodefensas Gaitanistas de Colombia, Águilas Negras, Los Rastrojos y Buenaventureños.

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