Neoparamilitarismo, segunda parte:
Asesinatos, amenazas y paro armado
Hoy en Colombia aún se discute si las llamadas Bandas Criminales tienen relación directa con los grupos paramilitares que operaron hasta el 2005. Asesinatos, desplazamiento forzado, secuestro, tortura, amenazas, paros armados, minería ilegal, entre otras, son las acciones que las bandas criminales llevan a cabo en las regiones en donde hacen presencia. Dichas acciones, según la Unidad de Víctimas, ya dejan 332.149 personas afectadas en Colombia desde 2011. Eso lo sabe el Gobierno y por eso el presidente Santos anunció recientemente que en lo que va corrido de 2016, ya se han neutralizado a 1.202 integrantes de las Bacrim.
Neoparamilitarismo, segunda parte:
Asesinatos, amenazas y paro armado
Mayo 5 - 2016
Por Jorge Luis Galeano
Asesinatos, desplazamiento forzado, secuestro, tortura, amenazas, paros armados, minería ilegal, entre otras, son las acciones que las bandas criminales llevan a cabo en las regiones en donde hacen presencia. Dichas acciones, según la Unidad de Víctimas, ya dejan 332.149 personas afectadas en Colombia desde 2011. Eso lo sabe el Gobierno y por eso el presidente Santos anunció recientemente que en lo que va corrido de 2016, ya se han neutralizado a 1.202 integrantes de las Bacrim.
Es una lucha difícil, pues el país ha sido testigo del alcance de estoy grupos criminales que recientemente lograron paralizar a Antioquia, Chocó y Córdoba, por cuenta de un paro armado en el que también hubo alteraciones al orden público, quema de camiones, bloqueo de carreteras, suspensión del servicio de transporte público, e incluso secuestros y asesinatos. Según la Policía y el Ejército, el 63% de los actos delincuenciales del paro se cometieron en contra la población civil, el 27% contra la fuerza pública y el 10% contra la infraestructura.
En cuanto a las amenazas, el panorama es igual de preocupante, pues según el Centro de Investigación y Educación Popular/Programa por la paz (CINEP/PPP), de las 1.064 que se presentaron en el 2015, 833 fueron perpetradas por grupos paramilitares. De igual manera, son los grupos paramilitares los mayores responsables de violación al Derecho Internacional Humanitario como lo muestra la gráfica del CINEP:
El 2016 no parece cambiar mucho dado que continúan las amenazas, las intimidaciones dirigidas especialmente a reclamantes de tierras, periodistas, líderes sindicales, defensores de Derechos Humanos, entre otros. El programa Somos Defensores, en su boletín trimestral, revela que entre enero y marzo de 2016 se presentaron 113 agresiones a defensores de Derechos Humanos, una cifra que es preocupante aunque menor a la presentada en el mismo período de 2015, de 295 casos. Sin embargo, vale la pena señalar que en cuanto a los presuntos responsables de dichas agresiones, los paramilitares aparecen en primer lugar.
Gráfico Somos Defensores
Y en medio de todo, están las víctimas que esperan protección del Estado y las garantías para seguir desarrollando su labor. Una de ellas es Rodrigo Vargas Becerra, director del Comité Permanente de Derechos Humanos del Valle del Cauca, quien está incluido en un panfleto que amenaza a varios líderes sindicales y de organizaciones de Derechos Humanos del Departamento, enviado por el grupo denominado Autodefensas Gaitanistas de Colombia. El panfleto y la amenaza, dice Becerra, "es una prueba de que las actividades paramilitares siguen en Colombia. Las autoridades dicen estar analizando el caso, pero nuestra protección viene de la gente con la que trabajamos". Sin embargo, el temor está porque se saben que las amenazas muchas veces se cumplen. Hasta el 19 de abril de 2016, 17 defensores de Derechos Humanos y líderes comunitarios ya habían sido asesinados en Colombia, presuntamente, por grupos paramilitares.
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Neoparamilitarismo, primera parte: ¿paramilitarismo o bacrim?
Neoparamilitarismo, tercera parte: bandas criminales en el Valle del Cauca
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