Restitución de Tierras en el Valle del Cauca, cuarta parte
En el cierre de la serie Restitución de Tierras en el Valle del Cauca, estuvimos en la entrega de un predio a 4 familias, una de las cuales decidió no regresar al sitio desde donde fue expulsada y recibió parte de una finca que en el pasado perteneció al narcotráfico. Hoy mira hacia el futuro en su nuevo hogar, el cual requiere mucho trabajo, pues aceptar el predio es solo el primer paso en un largo proceso para la real reivindicación de sus Derechos Humanos, que fueron violados en el marco del conflicto armado. Ello requerirá el acompañamiento institucional para que la restitución se convierta en un verdadero paso hacia la paz.
Restitución de Tierras en el Valle del Cauca, cuarta parte
Septiembre 9-2015
Fotos y texto: Álvaro Márquez
En el 2006, un grupo de hombres identificado como Los Rastrojos llega al corregimiento La Sonora, en el municipio de Trujillo; desde ese entonces y por un año, Paula y su familia fueron víctimas de varios hostigamientos que terminaron en el asesinato de su hermano Robinson. Con su esposo y dos hijos, Paula dejó su tierra el 31 de octubre de 2007 y se desplazó a Cali.
En el 2012, ella presentó ante la Unidad de Restitución de Tierras (URT) una solicitud y tras una espera difícil de tres años en la que poco a poco fueron perdiendo las esperanzas, el Juzgado Segundo Civil del Circuito Especializado en Restitución de Tierras de Guadalajara de Buga, emitió una sentencia a su favor. Ella y su familia recibieron una parcela de dos mil seiscientos ochenta metros cuadrados, en compensación por la tierra que perdieron en Trujillo.
Hablando con Mónica Rojas, comunicadora de la URT, pude saber que en promedio, el proceso de restitución dura alrededor de ocho meses desde que se presenta la demanda hasta que el juez emite un fallo. Para las solicitudes de compensación, que es cuando la víctima no quiere regresar a la tierra de donde fue desplazada, el tiempo es mayor debido a que el proceso involucra otras complejidades.
La familia de Paula y su esposo Fernando es una de las que se ha beneficiado de las cuatro mil trescientas sesenta y siete hectáreas que hasta ahora ha entregado la URT en el Valle del Cauca, de dieciocho mil cuatrocientas noventa y siete en solicitud. Las cifras no son muy alentadoras, pero el esfuerzo de todas las instituciones que hacen esto posible es gigantesco; además, caminando con esta madre de familia sobre lo que en un futuro será su nuevo hogar, hablando con Fernando y sus hijos acerca de los trabajos por los que pasarán para desenterrar los escombros de lo que alguna vez fue una tierra para esconder la cocaína de Víctor Patiño Fómeque y Juan Carlos Rodríguez Abadía, me pregunto si estamos haciendo lo suficiente por las víctimas de esta guerra.
Como parte del proceso que sigue a la entrega del predio, esta familia deberá comenzar a desarrollar un proyecto productivo con el apoyo de varias instituciones del Estado. Ello les permitiría tener autonomía alimentaria y, finalmente, vivir de y en su nueva tierra. El 4 de septiembre de este año, Paula, Fernando y sus tres hijos, uno de los cuales aún no nace, recibieron con felicidad reservada una pequeña y árida parcela del predio Galicia, corregimiento Juanchito, municipio de Candelaria; deseo fuertemente ver qué sucede en los meses que siguen.
Restitución de Tierras en el Valle del Cauca, primera parte
Restitución de Tierras en el Valle del Cauca, segunda parte
Restitución de Tierras en el Valle del Cauca, tercera parte
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