Escrito en 01 Mayo 2015 Publicado en Actualidad.

Mi cuerpo es mi historia: defendiendo a la niñez

Niñas ¿Qué tanto se puede hacer por las niñas que han sufrido algún tipo de maltrato? Curar sus heridas, restablecer sus derechos, garantizar que la violencia no se repita en sus vidas. ¿Se puede hacer a través de la danza, el baile, el arte? La Fundación Mi Cuerpo es Mi Historia piensa que sí y trabaja desde esa perspectiva. Ello ha permitido que las menores de edad se reencuentren con su niñez, que aprendan a valorar su cuerpo, la posibilidad de comunicarse con él, jugar y expresarse sin palabras. Al menos, eso se ve por la manera en la que las niñas ríen, juegan y revolotean por todo el salón de un hogar del ICBF en Cali, uno de los lugares a donde la fundación llega con su propuesta.

Mi cuerpo es mi historia: defendiendo a la niñez

Abril 30-2015

Por Jorge Luis Galeano

¿Qué tanto se puede hacer por las niñas que han sufrido algún tipo de maltrato? Curar sus heridas, restablecer sus derechos, garantizar que la violencia no se repita en sus vidas. ¿Se puede hacer a través de la danza, el baile, el arte? La Fundación Mi Cuerpo es Mi Historia piensa que sí y trabaja desde esa perspectiva. Ello ha permitido que las menores de edad se reencuentren con su niñez, que aprendan a valorar su cuerpo, la posibilidad de comunicarse con él, jugar y expresarse sin palabras. Al menos, eso se ve por la manera en la que las niñas ríen, juegan y revolotean por todo el salón de un hogar del ICBF en Cali, uno de los lugares a donde la fundación llega con su propuesta.

Sus risas, sus juegos son la prueba de que las actividades logran sacar lo mejor de estas niñas que comparten un pasado complicado y menos amable. Muestra cómo la misión de la fundación, "promover el arte y la escena como vehículos de potencialización de la salud mental, física y espiritual en el individuo y la sociedad", parece funcionar y transformar la realidad de las menores de edad porque a través de los movimientos que aprenden de Ski Velásquez, la tallerista que dirige la jornada, logran conectarse con otras niñas similares a ellas. En este caso, el juego, la danza, las historias creadas con el cuerpo se convierten en las herramientas para iniciar el camino al restablecimiento de los Derechos del Niño.

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