Panorama de la niñez en Colombia: radiografía de una sociedad indolente
Cuando una sociedad ve cómo su niñez sufre de actos atroces no solo en marco del conflicto armado que vive Colombia, sino en el seno de su propia familia, pareciera que la esperanza de un mundo menos cruel se desvanece ¿Qué nos queda si no protegemos a los menores de edad? ¿Cuán más bajo podemos caer si permitimos que la niñez sea abusada, maltratada, secuestrada, violentada de tantas maneras? Los datos son aterradores, pero más aterradoras son las historias que hay detrás de esos números: familias destrozadas, futuros interrumpidos, voces acalladas. Las políticas diseñadas poco parecen responder y la sociedad en general le da la espalda a una población que debería ser cuidada a toda costa.
Panorama de la niñez en Colombia: radiografía de una sociedad indolente
Abril 14-2015
Por Jorge Luis Galeano
El panorama de la niñez en Colombia es preocupante y nada más complejo que hablar de esto en cifras. Los niños, como todos los seres humanos, son más que números, así que hablar de que hay 2.182.707 (Cifra de UNICEF Colombia) menores de edad víctimas del conflicto armado es reducirlos a eso: una cifra. Tratemos de no olvidar que detrás de cada uno de esos números se esconden varias tragedias cuyas huellas difícilmente pueden borrarse.
"Mi hermano tenía 9 años cuando mi mamá fue asesinada. Él vio todo, fue testigo de cómo la mataron. Nunca pudo superar eso y hoy, 5 años después solo piensa en hacerle daño a la gente, en hacer cosas malas y rebajó de quinto a primero de primaria" nos contaba Yolima, una mujer de Zaragoza en Buenaventura quien ve con preocupación cómo su hermano, hoy de 13 años, ha quedado afectado gravemente por la violencia. Las historias así son muchas, como el hermano de Yolima, más de 2 millones. Triste realidad para una sociedad que hoy busca la paz y dejar atrás su pasado de conflicto
Y es que el conflicto armado deja datos aterradores. En el Informe de Unicef Colombia sobre el estado de la niñez en 2014 aparece "estudios independientes han estimado que entre 2008 y 2012 hubo, al menos, 48.915 casos de víctimas de violencia sexual en contra de menores de edad (41,313 niñas y 7.602 niños) en cuyos casos, el presunto perpetrador pertenecía a un grupo armado." Un conflicto degradado al límite de no respetar a la niñez, que la despoja de su dignidad y la convierte en una estadística más de entre todas las que produce la guerra.
Pero la violencia contra la niñez no solo se da por el conflicto, traducido en reclutamiento forzado, abuso sexual, maltrato, entre otros. Hay otras atrocidades a las que se ve sometida y la memoria no debe viajar mucho para encontrarse casos como el de los asesinatos en el Caquetá, el de la madre que mató a golpes a su bebé, o la pequeña niña que era explotada sexualmente por su propia familia. Todo eso parece mostrar que la sociedad colombiana le dio la espalda a su niñez, la cual, en ciudades como Cali, se ha convertido en partícipe cada vez más activa en delitos graves como homicidio, secuestro, hurto agravado, entre otros. Ese es el panorama que describe el III Informe sobre los DDHH en Cali que hizo la Personería Municipal:
Lo decía el propio Personero de Cali, Andrés Santamaría "Debemos entender que no es normal en una sociedad que un niño de once o doce años mate o esté vinculado a actividades ilícitas" y es que su participación en la comisión de delitos se da por múltiples factores: el control territorial que ejercen algunos grupos armados ilegales en ciertas comunas, la pobreza de los menores de edad y sus familias, la falta de acceso a educación o empleo se cuentan entre las causas.
Pero un menor de edad que delinque, que es victimario también es víctima. Su historia, muchas veces, está plagada de maltrato intrafamiliar, abuso, explotación laboral entre otros.
Fuente: Instituto Colombiano de Bienestar Familiar
La situación precaria de la niñez no es exclusiva de Colombia y los datos de la organización Save the Children lo confirman y se convierten en un llamado de atención para todos los gobiernos y todas las sociedades para emprender los cambios necesarios a todo nivel para proteger a los menores de edad, alejarlos de los factores de producen violencia y los acerca al delito y otros males.
Fuente: Save the Children
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