Víctimas de la violencia y el conflicto armado, tercera parte

En el cierre de la serie: Víctimas de la violencia y el conflicto en Colombia, hablamos de lo que sucede cuando las consecuencias de un acto violento no solo afecta a una familia si no a toda una comunidad como los Nasa en el Norte del Cauca. Las armas silencian la lucha por el derecho a la tierra y a la  autodeterminación de acuerdo a sus creencias. El conflicto es un monstruo con el que pelean diariamente y que, pese a la posibilidad de paz que existe en Colombia, aún cobra su nefasta cuota en vidas humanas y sueños colectivos. 

Víctimas de la violencia y el conflicto armado, tercera parte

 Diciembre 01-2014

 

Por Jorge Luis Galeano

Manuel Tumiñá y Daniel Coicué fueron asesinados en la vereda el Sesteadero, en el departamento del Cauca, el 5 de noviembre de este año. El crimen fue cometido por las Farc y se suma a las múltiples violencias que sufre la comunidad indígena Nasa desde hace años. Ese hecho, como los otros que padece dicha etnia en marco de conflicto armado, afecta de manera diversa su desarrollo y proyecto de vida pues el daño no solo se hace a la familia cercana, sino al entretejido de la comunidad. Un secuestro o peor, un asesinato de un miembro de la etnia NASA, fractura casi que de manera irreparable el tejido de los indígenas.

En dichos asesinatos, por ejemplo, se lesionan las actividades de las que Manuel y Daniel  se encargaban: guardia indígena, organización de reuniones y asambleas, entre otras. Todas relacionadas con su cabildo. "Primero a la familia, luego a la comunidad, luego al territorio y que abarca toda la zona norte del Cauca" dice Ana Beiba Checua del tejido de educación de la Asociación de Cabildos Indígenas del Norte del Cauca, ACIN. Es decir, no es solo la ausencia de un ser humano, sino de un proyecto de vida con beneficio común.

"Un daño irreparable" dice Ana. Una lucha constante de su comunidad que con cada golpe de violencia, ve disminuida su capacidad de responder y salir adelante. Solo entre 2012 y 2014, han sido asesinado 307 miembros del a Etnia NASA. 307 posibilidades menos de hacer crecer el tejido porque genera temor en la gente y algunos huyen del territorio, mientras que otros tratan de no involucrarse en actividades propias de su etnia. Por eso cada ausencia marca un retroceso. Las armas silencian a una comunidad que lucha por su derecho a la tierra y a autodeterminarse de acuerdo a sus creencias. El conflicto es un monstruo con el que pelean diariamente y que, pese a la posibilidad de paz que existe en Colombia, aún cobra su nefasta cuota en vidas humanas y sueños colectivos. 

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Víctimas del conflicto y la violencia: primera parte

 

 

Víctimas del conflicto y la violencia: segunda parte