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Portada Fdo Soto Aparicio

 

Agosto 6 - 2020

Por Laura Cruz

Vigilia, color naranjatriste, follaje, sopor, bejucos, apea, zócalo, hato, inercia, oblicua, con palabras que a simple viste no parecen ostentosas, sino todo lo contrario, simples, porque su belleza radica en lo sencillo. De esta forma simple está construido el libro Mientras Llueve de Fernando Soto Aparicio. Ni lenguaje ni la estructura son grandilocuentes, todo lo contrario, el libro esta construido con palabras llanas, que evocan la infancia, el pueblo, el paisaje, los abuelos.

El tiempo del libro transcurre entre 1954-1964, diez años que en 120 páginas, parecen etenos porqueMIENTRAS LLUEVE acompañamos a Celina Franco Valdivia a pagar una condena por asesinato. Como en todos los libros del autor colombiano, la mujer es la principal protagonista, y todas tienen un rasgo en común: la fuerza para amar o destruir, la fuerza para segur caminado a pesar o por la lluvia. Un ejemplo son las diez presidarias de quien podemos conocer un poco gracias a los perfiles que describe en las cartas Celina a Fernando quien es la juventud, la esperanza de libertad.

La historia mezcla diferentes regiones como si se unieran en uno solo los distintos paisajes de Colombia. San Juan del Alba, que está ubicado en Boyacá, representa el amor y la muerte, el inicio del dolor de la condena. El Llano es la infancia, la libertad, el Rio Pauto, representa las esperanzas del futuro, un futuro como todos incierto. "El olor del Llano es inconfundible. En el Llano sí puede decirse que sale el sol".

El autor también nos muestra Bogotá, una capital que a medio construir, con alcantarillas paupérrimas, con el hampa de por medio. La Bogotá de los años 60, con principios de una modernidad muy tímida. El barrio Martín Pérez, Bogotá en la historia es la condena. Aparicio decía que Bogotá es una ciudad que solo acepta el triunfo, que no se vive, sino que se corre. Para mi que el autor deteste Bogotá, ya es un buen augurio para leer sus textos porque no se maquilla la realidad.

Por ejemplo, en este libro se hace un análisis de las cárceles y se ofrece una critica de cuanto daño le hace a la sociedad la justicia punitiva. Se habla de la sociedad conservadora e hipócrita que juzga a la mujer con otro rasero. Se expone la religiosidad de esos años, pero también se habla del amor erótico y afectivo de dos mujeres. Lo que para la época incomodó. Sin embargo, no fue impedimento para que el autor continuara escribiendo de una forma descarnada y valiente.

Para mí, a este libro ni al autor se le ha dado la relevancia que se merecen. Lo que más resalto de Mientras Llueve, es la descripción que hace de los aguaceros, del rocío, del garuar, cómo se pueden diferenciar. Casi que se oyen las gotas caer, como se fragmentan y se arman de nuevo, en una llovizna eterna. Se puede oler el olor a tierra mojada cuando ha amainado la lluvia. Y de manera oblicua también podemos ver el Sol salir en el Llano, cabalgar con la protagonista, ver la vasta llanura, sentirnos infinitos junto a ella.

El autor

Soto

Fernando Soto Aparicio es uno de los autores más prolíficos del siglo XX. Escribió 56 libros, la mitad de Balzac, y como el autor francés, trató de plasmar la injusticia social de su época, realizar una radiografía en la que se asomara algo del ser humano. También escribió teatro, cuentos, poesía y cinco mil libretos para televisión. El libro más reconocido del autor boyacense es la Rebelión de las Ratas, para el que Aparicio estuvo durante quince días trabajando en las minas y entrevistando a varios trabajadores.

El autor, que estudió hasta cuarto de primaria porque tenia muchos libros que leer, aprendió francés con el único propósito de leer los Miserables de Víctor Hugo. Sin embargo, en una entrevista dice que, a William Faulkner lo leyó después de los 40 años porque estaba dedicado a leer escritores como José Eustasio Rivera, Rómulo Gallego, con novelas como Doña Barbara. Fernando Soto Aparicio escribió la historia de Colombia, pero no la de las fechas sino la de las personas, como él decía. Leía tres libros semanales por disciplina y por la pasión que nació desde la infancia y le duró hasta el último día de vida.

Esta reseña es una invitación para volver a autores colombianos como Aparicio, Álvaro Mutis, José Eustasio Rivera, German Espinoza, Eduardo Caballero Calderón, que en sus obras han reflejado las costumbres, los dolores y la historia de un pueblo, que hasta hoy conviven con la sombra y las luces de lo que fueron sus abuelos.

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