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Portada Bukowski

Conozcamos un poco más de este escritor que genera odios y amores por su vida y sus letras. Algunas personas creen que sus textos son para adolescentes y que no deberían ser leidos por adultos, mientras que otros consideran que vale la pena enfrentarse a sus libros a cualquier edad. 

Portada Bukowski

Agosto 17 - 2020

Por Laura Cruz

¿Qué tal si este texto no fuera un artículo sobre Charles Bukowski, sino que el propio escritor hablara sobre él? Quizás el escrito estaría plagado de putas, de alcohol, de rebeldía, de lo políticamente incorrecto, de su indiferencia a la sociedad: "no odio a la gente, sólo que soy más feliz cuando no están a mi alrededor", así veía de cierto modo el viejo indecente al mundo.

En La indecencia de Bukowski, ensayo basado en la perspectiva de Sigmund Freud, médico neurólogo austriaco, se afirma que los artistas sólo esperan el infierno que no es más que en sociedad, sociedad que en el fondo es infierno al no proponer nada. Si bien, en el caso de Bukowsky, la sociedad podría ser las tinieblas, también el autor le otorgaba al ser humano características imaginadas logrando que de la persona más simple saliera algo extraordinario "Conocí a un genio en el tren hoy como de seis años de edad, se sentó a mi lado y mientras el tren avanzaba a lo largo de la costa llegamos hasta el océano, entonces él me miró y dijo, no es hermoso. Fue la primera vez que me percaté de ello". De éste tipo de contradicciones están llenos los 52 libros, gran cantidad de relatos y poemas que escribió en sus 73 años de vida.

No sólo su obra está llena de contradicciones, sino su vida. Por ejemplo, Hank como le gustaba ser llamado, escribió: ¿Cómo diablos puede un ser humano disfrutar que un reloj de alarma lo despierte a las 5:30 am para brincar de la cama, sentarse en el excusado, bañarse y vestirse, comer a la fuerza, cepillarse los dientes y cabello y encima luchar con el tráfico para llegar a un lugar donde usted, esencialmente hace montañas de dinero para alguien más, y encima si le preguntan, debe mostrarse agradecido por tener la oportunidad de hacer eso?

Sin embargo ¿cómo pudo él hacerlo trabajando durante más de 12 años en el servicio postal empacando cartas con millones de palabras, las mismas que tenía la necesidad de escribir? ¿Cómo fue que él, considerado por muchos como el mejor de los escritores estadounidences, pudo hacer revolución con sus palabras, pero en su vida mantenerse inerte y dejar que las palabras se ahogaran en alcohol?

Para poder llegar a ser considerado el último escritor de la memorable generación beat, la cual reconoce en Burroughs, Ginsberg y Kerouac como sus estandartes por escribir en contra de las reglas americanas, Bukoswki también tuvo que romper con esas barreras, dejando la oficina postal, gracias a John Martin que después de leer su literatura le dijo que cuánto necesitaba para vivir. El artista sumando los cigarrillos, las cervezas, la cuota de su única hija, el alquiler, le respondió que 100 dólares por mes.

Es así como se desprende de la terrible carga que le representaba ser asalariado e inicia a crear su obra redactando durante largas horas en la noche y en el día. Su pequeña casa de alquiler se llena de versos sobre la desidia, el ocio, el alcoholismo, el sexo, las borracheras, las carreras de caballos, el hastío del trabajo y la violencia doméstica.

Para algunos críticos, era un escritor soez que no dejó al mundo más que las ruinas de lo que era como hombre, no obstante, para críticos como David González: "es un poeta social, comprometido con la gente humilde y trabajadora, con quienes subsisten gracias al cheque de desempleo. Además, ha conseguido recuperar el estatus de la lengua nuestra de todos los días".

Algunos lo acusaban de maltratar a las mujeres. A pesar de esta serie de acusaciones casi cincuenta por ciento de sus libros son para ellas y el otro cincuenta habla de ellas.

"Mujeres: me gustaban los colores de sus ropas, su manera de andar, la crueldad de algunos rostros, de vez en cuando la belleza casi pura de una cara, total y encantadoramente femenina. Estaban por encima de nosotros, planeaban mejor y se organizaban mejor. Mientras los hombres veían el fútbol o bebían cerveza o jugaban a los bolos, ellas, las mujeres, pensaban en nosotros, concentrándose, estudiando, decidiendo, si aceptarnos, descartarnos, cambiarnos, matarnos o simplemente abandonarnos. Al final no importaba, hicieran lo que hicieran, acabábamos locos y solos"

Así era Hank, el mismo que contrajo nupcias con la poeta Bárbara Frye que en muchas entrevistas señaló que era el hombre menos sensible del mundo como él mismo lo ratifica: "Me alegraba no estar enamorado, de no ser feliz con el mundo. Me gustaba estar en desacuerdo con todo. La gente enamorada a menudo se ponía cortante. Perdían su sentido de la perspectiva. Perdían su sentido del humor. Se ponían nerviosos, psicóticos, aburridos. Incluso se convertían en asesinos".

Luego, contradecía todo y decía: Yo era sentimental respecto a muchas cosas: unos zapatos de mujer bajo la cama; unas horquillas olvidadas; la manera como decían <>...; cintas de pelo; pasear por el bulevar con ellas a la una y media de la tarde, sólo dos personas caminando juntas, las largas noches bebiendo y fumando, hablando; las discusiones, los pensamientos de suicidio; comer juntos y sentirse bien; las bromas, la risa saliendo de ninguna parte; sentir milagros en el aire; estar juntos en un coche aparcado..."

Esa era la vida del viejo indecente. Aunque su literatura fuera asediada por críticas que buscaban destrozar cientos de letras, acusándolo de manejar un lenguaje vulgar y con poca formación, pues sólo estudio dos años de arte, periodismo y literatura, que sólo le dieron para escribir para adolescentes "Su obra vale en sí misma como la de Carver, pero es una lectura algo adolescente. Si sigues leyéndolo a los 50 es un poco triste" sostiene Pablo García Casado.

Pero para otros, el valor de su lectura radica en lo que otros ven como defecto, ya que los adolescentes son los que crean revoluciones. "Bukowski es peligroso para un escritor. Su melodía es contagiosa", dice Ray Loriga. Otros, como el crítico y catedrático Gérman Gillon, le agregaría que es un peligro porque dice las cosas como son. Porque habla de perdedores. Porque eleva la sucia resaca a la categoría de arte. Por las portadas de Robert Crumb que acompañaban sus ediciones en castellano. Por títulos tan explícitos y provocadores como La máquina de follar. Porque fue Catártico y revelador, embrujó a muchos de sus primeros lectores en España. También a un buen número de jóvenes escritores y poetas. "Ha sido un escritor de culto"

Libros de Bukowski

Nació en Andernach-Alemania, pero fue Los Ángeles, California la ciudad que inspiraría su obra. Allí nació su literatura independiente de realismo sucio, y no podía ser de otra forma, tal vez por eso fue llamado soez: porque vivía en una ciudad que respiraba sexo, ya que en muchas de las esquinas había prostitutas, los ferrocarriles estaban llenos de obreros sucios, de los que Hank relataba. A otros escritores más 'cultos´ les dejaba que se preocuparan de si en la ciudad se había descubierto el petróleo y que ocupaba el cuarto lugar en producir el tan anhelado oro negro.

De los más de 10 mil habitantes de la época le interesaron los que tuvieron que padecer la escasez de agua potable. Poco prestó atención a si en los Ángeles se desarrollaban los Juegos Olímpicos, se preocupó más por la expansión del Valle de San Fernando y la represión que vivía la clase obrera. No escribía de política, sino de las consecuencias de ésta como los conflictos interraciales, los disturbios de Watts en 1965, la huelga de estudiantes chicanos en 1968, y la moratoria chicana.

Charles decía "Me encuentro bien entre marginados porque soy un marginado. No me gustan las leyes, ni morales, ni religiones o reglas. No me gusta ser moldeado por la sociedad." No le preocupaba cómo después de la Segunda Guerra Mundial el país incrementó su economía. Por el contrario, volteó a sus ojos hacia donde otros escritores miraban con repulsión. Observó la realidad, el alcohol, la decadencia, el sexo, las drogas, la pobreza, el fracaso, el llanto, mujeres y algún fragmento de alegría.

Por estas razones, para muchos es un escritor que sólo se debe leer en la adolescencia. Ese, sin duda, es un gran argumento, pero a su favor porque en este tiempo se tienen ideales, se cree en utopías, porque en esta edad se busca encontrase a sí mismo, porque no se tienen etiquetas podridas, porque se busca que engrandecer el espíritu de las personas, los jóvenes ven en su decadencia lo más humano y maravilloso, aceptan las cicatrices que llevan en el alma con orgullo.

Además, da respuestas al ser humano, al individuo y no a la sociedad como ocurre a los 50 años, cuando las prácticas de la 'cultura' han absorbido a esa persona. En resumen, se gana en sociedad, pero se pierde al individuo. Cuando se es adulto, al amor se le maquilla, lo venden como el reflejo del río más transparente y no es un afluente lleno de aguas negras y de basura en ocasiones, como lo ha propuesto Bukoswki, donde el sexo es pulcro y casi divino, muy contrario a lo que señaló el escritor: el sexo es animal.

En la madurez no se puede leer al viejo indecente, en conclusión, porque ya se han robado los sueños del antiguo lector y han hecho con sus manos ya nada útil, es decir, en palabras del propio Bukowski: ¿Qué han hecho con sus manos? Rascarce las pelotas, firmar cheques, atar zapatos, tirar de la cadena de los inodoros, etc., etc. Han desaprovechado sus manos. Y su mente, les han robado su libertad.

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