Palabras de Equidad:
radio para empoderar a la mujer 

Esta es la segunda historia en nuestro especial del mes de la mujer: la radio como herramienta que empodera a la mujer para que reconozca y valore sus derechos. Se hace desde el oriente de Cali en una emisora comunitaria llamada Oriente Estéreo. Desde ahí, cada miércoles, se trata un tema diferente sobre las distintas violencias que sufren las mujeres y de qué manera se puede evitar su maltrato y vulneración. ¡Disfrútenla! 

Palabras de Equidad:
radio para empoderar a la mujer 

Marzo 15 - 2018

Por Jorge Luis Galeano

No se puede hablar de esto en singular. Ella insistió una y otra vez en que se le reconozca como un proceso colectivo, de "todos" pero en este caso de "todas". Esto último no es solo una cuestión semántica, pues de verdad son mujeres las encargadas de ese espacio radial que, desde el barrio Marroquín del oriente de Cali, empoderan sobre derechos fundamentales a otras, cuyas vidas puedan estar rodeadas de discriminación, violencia, inequidad e iniquidad.

Yeifer Angulo, la coordinadora de la emisora comunitaria Oriente Estéreo, habla siempre de "nosotras", de "todas", de colectivo. No quiso que la historia se concentrara en ella como el hilo que junta lo que hoy hace Palabras de Equidad, una serie radial que nació en 2015 con el apoyo del Ministerio de Cultura y la Casa Cultural El Chontaduro.

Hoy, tres años después, y diez capítulos terminados, el proceso continúa. Cada miércoles se reúnen Yeifer, Ana, María Elvira, Alicia y otras para planear el contenido del programa. No es un consejo de redacción convencional, pues la música está presente siempre: "No le di la mano porque me olvidééé" corean mientras se saludan e inician a trabajar.

Ello no solo como un gesto festivo o para iniciar el día con energía, sino para recordar de dónde vienen: el Pacífico. Una tierra en la que según Alicia Arrechea, el papel de la mujer es trabajar hombro a hombro con el hombre "allá nosotras somos de hacha y machete. Si tenemos que construir el rancho, lo hacemos igual" dice envuelta en sus ropas coloridas y representativas de la mujer afrodescendiente.

Cuatro mujeres que alrededor de una mesa se reúnen para conspirar. Para conspirar en contra del machismo, contra la violencia de género y la violación de los derechos humanos. Sus armas son las palabras extendidas en un libreto, un papel que contiene historias que reflejan lo difícil de la vida de las mujeres en la ciudad. Esas palabras que al golpear los micrófonos de Oriente Estéreo, pueden empoderar, transformar.

Este es el segundo de los 10 capítulos de la serie que se realizó  gracias a una beca de creación del Ministerio de Cultura y la comunidad, entre ellas, la Casa Cultural El Chontaduro  

Los libretos del programa mezclan el resultado de la reportería y sus propias experiencias. Se relatan, entonces, episodios vividos a lo largo de sus vidas. Experiencias que hoy, tras participar en el programa, reconocen como machismo, como violencia. María Elvira Solís, por ejemplo, cuenta lo que en su casa le decían sobre su comportamiento: "mi mamá me decía que yo era ´mucho varón sin pepa´" y se ríe. Quiere decir que era una mujer que se comportaba como hombre por su forma de sentarse, de ser, de comportarse.

Así se va nutriendo ese libreto. Se va armando, efectivamente, de manera colectiva. Todas hablan, todas aportan, todas enseñan y todas aprenden. Es imposible, por lo tanto, pensar en esto en singular. La charla sigue y Ana Judith Gamboa, tal vez la más sonriente de todas y aquélla que se presenta diciendo: "Soy Ana Judith Gamboa. Vengo del río Anchicayá y allá quedó mi ombligo enterrado en un árbol de guayabo" ella, con una sonrisa, recuerda que su marido era "de los buenos machistas", es decir, de los de la vieja escuela. Cuenta que cada vez que ella intentaba convencerlo de ir a la cocina, él se negaba diciendo que    "no quería volverse marica".

El programa ´Palabras de Equidad´ se emite cada miércoles a las 10 a.m. a través de la emisora Oriente Estéreo 96.0 f.m. 

El marido de Ana, hoy fallecido, también dudaba de lo que ella hacía en encuentros culturales en los que participaba. Ya más seria, recuerda que su marida le decía: "No vaya a esas reuniones porque quién sabe qué es lo va a hacer por allá. No es verdad que allá solo hay mujeres". Hoy, gracias a su trabajo en ´Palabras de Equidad´ y otros procesos culturales, ella entiende que eso es discriminación y violencia.  Y todo ello se divulga en el programa. Cada una va recordando episodios de sus vidas que pueden ejemplificar el tema a trabajar en cada episodio. La cabina de radio, ubicado en una vivienda esquinera, las espera y ellas, nerviosas pero decididas, se hacen a los micrófonos.

Lo primero, claro, es cantar. La música que también se interpreta en colectivo, suena fuerte, suena coordinada y emite un mensaje contundente: "¡Viva la mujer, viva la mujeeeer...!" Así inician, así esperan seguir conspirando en contra de la violencia y la discriminación: juntas, en colectivo, en plural.