¡Gente de paz! 

Aunque el Gobierno tiene cierta voluntad política para implementar los acuerdos, hay unos poderes fácticos que se lo impiden. En este sentido, el punto de reforma agraria ha sido uno de los más difíciles, pues quienes han acumulado tierras no quieren perderlas y han usado todo su andamiaje parlamentario para torpedearlo bajo el pretexto de 'defender la propiedad privada'. Como hace 50 años, el problema está en el campo.La única respuesta posible, como en muchas otras oportunidades, se encuentra en las calles. Ese debe ser el idioma que hable el movimiento social. Desde allí se debe presionar para que el Gobierno cumpla los compromisos adquiridos, pues hoy no es momento de hacerle 'conejo' a la paz. Por eso, la cita es este jueves, 1 de junio, a las 6 p.m. en el Parque de los Poetas del Boulevard del Río en Cali. 

¡Gente de Paz!

Mayo 31 - 2017 

Por: Joan Camilo Bolaños
Economista

Tristeza, ese era el sentimiento que nos embargaba el 2 de octubre de 2016 a las 6 de la tarde tras conocer el resultado del plebiscito por la paz. Después de una intensa campaña por la paz, varios de nosotros decidimos reunirnos en el oeste de Cali para seguir las noticias que nos traían las urnas. Ese día, creíamos, íbamos a cerrar un capítulo de 50 años de sangre. Sin embargo, nada salió como hubiéramos deseado.

Mientras nos abrazábamos, casi como si fuera nuestra forma de no soltar la alegría que se nos hacía efímera, las lágrimas brotaron de nuestros ojos. Sentíamos cómo nos arrebataban un sueño. Estábamos decepcionados de que algunos aún siguieran anclados a un pasado que creíamos superado. La angustia era tal que muchos medios plasmaron la 'cara de la derrota' con nuestros rostros juveniles en primer plano.

Tras lo que denominamos 'plebitusa', decidimos que no era momento para rendirse y la semana siguiente estábamos en las calles de nuevo. Nos las tomábamos para decir que esta vez no íbamos a dejar pasar la oportunidad de reconciliarnos, de mirarnos a la cara para sonreír. Este escenario de constante movilización permitió que no se fuera al traste todo lo logrado durante cerca de 4 años de negociaciones en La Habana. A pesar de que la cuota que pusimos -como si todo se redujera a números- fue la amenaza y exilio de una de nuestras voceras y amigas, supusimos que habíamos logrado nuestro objetivo. Los pacifistas ganábamos, pero el juego no terminaba allí.

Aunque el Gobierno tiene cierta voluntad política para implementar los acuerdos, hay unos poderes fácticos que se lo impiden. En este sentido, el punto de reforma agraria ha sido uno de los más difíciles, pues quienes han acumulado tierras no quieren perderlas y han usado todo su andamiaje parlamentario para torpedearlo bajo el pretexto de 'defender la propiedad privada'. Como hace 50 años, el problema está en el campo.

Por lo tanto, la única respuesta posible, como en muchas otras oportunidades, se encuentra en las calles. Ese debe ser el idioma que hable el movimiento social. Desde allí se debe presionar para que el Gobierno cumpla los compromisos adquiridos, pues hoy no es momento de hacerle 'conejo' a la paz. Por eso, la cita es este jueves, 1 de junio, a las 6 p.m. en el Parque de los Poetas del Boulevard del Río en Cali.

PD: El fallo de la Corte no debe leerse en un tono polarizante sino como la oportunidad para que los ciudadanos sigamos de cerca la implementación de los acuerdos y les demos mayor legitimidad.