La violencia contra la niñez colombiana: demencial, constante

La violencia contra la niñez en Colombia pocas veces llena las páginas de los diarios, abren los noticieros de televisión o generan grandes reportajes en internet, a excepción claro, cuando se conocen hechos caracterizados por la sevicia o la crueldad como los que hemos conocido en las últimas semanas. Sin embargo, la realidad de la violencia contra los niños y niñas es un fenómeno latente, tristemente constante. La personería de Cali, habla de 22 asesinatos de niños y niñas entre el 1 de enero y el 7 de febrero de 2015: un panorama horroso, demencial.

La violencia contra la niñez colombiana: demencial, constante

Febrero 11-2015

Por Ximena Norato Palomeque
Directora Agencia PANDI

El asesinato de los niños y de las niñas debe convocarnos a una reflexión como Estado, garante de garantes, como sociedad y como familia, pues todos somos corresponsables por la garantía de los derechos de la niñez. Todo acto violento contra la niñez es una acción de cobardía, pero la más atroz de todas, definitivamente es el homicidio. Desafortunadamente, en Colombia cada día 3 niños o niñas son asesinados, según las cifras del Instituto Nacional de Medicina Legal y solamente los casos que llegan a los medios de comunicación, son los que nos convocan a una reflexión. 

Paradójicamente las cifras nos muestran que la familia, que debería ser por excelencia el entorno protector de la niñez, es el ámbito en donde se presenta mayor violencia en su contra. En 2014, se reportaron 27 asesinatos y 10.155 agresiones violentas, ocasionadas por un familiar. Frente a los temas de abuso sexual, las cifras anuales nos muestran que cada hora dos niños y niñas están siendo víctimas de abuso. Lo más preocupante es que el 85% de estos casos, están sucediendo en el ámbito familiar.

Medicina Legal reporta que, aproximadamente cada hora, 3 menores de edad son víctimas de violencia interpersonal, este maltrato es el que ocurre en las calles. De modo que estamos en una sociedad permeada por la violencia. Los adultos creen erróneamente que los niños no son sujetos de protección, y que por lo tanto pueden vulnerarles sus derechos, sin ninguna consecuencia.

Las cifras son alarmantes, pero solamente pertenecen a una entidad, falta consolidar los registros del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF), la Policía y las Comisarías de Familia, sin contar los casos que nunca se reportan.