Diciembre 23 - 2022
Por Diego Nuñez
Especial para Hechoencali.com
Jimena Ospina fue una de las 21 jugadoras convocadas por el técnico de la Selección Colombia Sub17 y una de las tres porteras que dejaron en alto el nombre de Colombia el pasado 30 de octubre en el mundial de fútbol femenino que se llevó a cabo en India. Su historia.
Petecuy, barrio popular de la ciudad de Cali, 4 de noviembre del 2022 a las 9:04 am a las afueras de la institución educativa donde estudia Jimena Ospina, una joven de 16 años quien regresó a las aulas después de haber disputado con la selección Colombia sub17 el mundial de fútbol femenino en India, los vecinos del sector alcanzaban a escuchar un coro que provenía del colegio San Marcos - ¡Jimena, Jimena, Jimena!- Este sonido acudía a la celebración de bienvenida que le hicieron docentes, estudiantes y el equipo corporativo de la Arquidiócesis de Cali a la portera de la Tricolor.
Una mañana llena de baile, de poesía, dedicatorias y reconocimientos fue la que vivió Jimena. La celebración finalizó con un partido de fútbol en el que Ospina, como acto de inspiración, jugó con sus compañeras de clases, compartieron fotografías y palabras de orgullo hacia la guardameta de la Selección. Jimena atrapa sueños con guantes
Con 10 años de trayectoria, Ospina ha logrado dos de sus grandes sueños: pertenecer a un equipo profesional y ser convocada a la Selección Colombia. A sus 7 años de edad comenzó a ser parte de un equipo de fútbol llamado Real Champions, quien la inscribió ahí fue su hermano Jean Pool. Él la llevaba a la cancha del barrio para que jugara en el parque, se distrajera un rato y se divirtiera como una niña normal: en el resbalador, columpio y el paso manos. No contaba, eso sí, con que ella mostrara interés y desviara su atención por algo totalmente diferente: un balón. Desde ese día, al notar ese gusto de su hermana por el fútbol, tomó la decisión de apoyarla en cada entrenamiento, partido y campeonato.
Fue así que Jimena empezó a dar sus primeros pasos en el mundo del fútbol. En cada momento que jugaba y se encontraba en una cancha siempre marcaba la diferencia, se destacaba más que el resto, al ser la única mujer de su equipo, porque el resto lo conformaban hombres, como fuera Ospina siempre se hacía notar. Al ver su alto desempeño, su hermano la llevó a la Escuela Carlos Sarmiento Lora, en ese momento Ospina ya tenía 9 años de edad y jugaba en ocasiones como lateral o delantera, ella presentó las pruebas y las pasó satisfactoriamente. En agosto del 2016, un año después de su ingreso a la escuela, el técnico del equipo necesitaba una arquera, Jimena al ver que no había nadie quien reemplazara esa posición se postuló. Pensó que ser guardameta era temporal, pero fue pasando el tiempo y Jimena seguía en el arco, sin gustarle, sin llamarle la atención y con intención de tirar la toalla porque no quería ser arquera.
Ospina llegaba con moretones a su casa, cansada, desilusionada porque no le iba bien tapando, con frustración porque quería volver a jugar de delantera y no podía, tal vez con un sentimiento de arrepentimiento por haber aceptado ese gran reto. Pero justo en esos momentos difíciles siempre contó con el apoyo moral de su familia, lo que la hizo seguir adelante y dar lo mejor de sí en cada momento. Jimena aprendió a sacar de sus peores momentos las mejores habilidades que tenía guardadas y no lo sabía, comenzó a sentir amor por el arco, entrenaba con pasión y disposición de aprender cada día algo nuevo y poco a poco inició a trazar metas y sueños, pero ya no con una mirada de delantera o lateral sino como portera.
Un día de entrenamiento como cualquier otro en el 2019 el profesor de la Selección Valle, tuvo la oportunidad de observar el talento, la disciplina y el esfuerzo con el que Ospina se desenvolvía en la cancha, lo que lo impulsó a convocarla en su equipo. El 2 de agosto del 2021 el equipo de fútbol femenino del Valle se coronó campeón tras vencer a Risaralda con un marcador 3-0 en la gran final del Campeonato Nacional Sub-15 de fútbol femenino, que se llevó a cabo en Bogotá. Siendo éste uno de los primero logros de Ospina, al quedar campeona nacional.
La selección Valle le brindó la oportunidad de volverse más visible en todo el gremio del fútbol. Una tarde de entrenamiento Jimena recibe una llamada de la coordinadora del equipo del valle.
- “Jimena tienes que estar atenta porque te van a convocar en la selección Colombia y te van a pedir unos datos”- Al colgar la llamada Ospina pensó que era una broma, que no era verdad lo que la coordinadora le había dicho, ya que casi siempre tenían una manía de bromear con ese tipo de cosas.
Al día siguiente el primero en ver la lista de la convocatoria de la Selección Colombia femenina fue su hermano, quien al leer el nombre de Jimena en la lista de convocadas no pudo evitar el sentimiento de llorar de la alegría que sentía por su hermana, las segundas en enterarse fueron su mamá y su abuela. Ospina todavía no lo podía creer, estaba en shock. Ser parte de la Selección Colombia femenina estaba dentro de sus planes, pero no pensaba que podría pasar tan pronto.
Los frutos de tantos sacrificios, esfuerzo y empeño que daba Jimena en la cancha estaban empezando a dar fruto, las buenas noticias abundaban por doquier. Ospina se encontraba con su mamá haciendo las diligencias para sacar el pasaporte, en el camino de regreso a casa ambas paran en un semáforo mientras este cambiaba de color verde a rojo, en esos segundos el teléfono suena ¡Riin, riin! Jimena contesta, era una llamada de una representante del Deportivo Cali.
- “Tienes que presentarte mañana en el Deportivo Cali para que firmes contrato, te queremos en nuestro equipo”- El semáforo cambió a rojo, pero Jimena y su mamá estaban tan emocionadas que se quedaron varios segundos ahí, unos metros antes de la acera peatonal, dejando salir las lágrimas que contenían de felicidad.
Hoy en día Jimena es portera de la Selección Valle, del Deportivo Cali y de la Selección Colombia. Ospina u “ojitos” apodo que le puso su equipo, dice “cuando cumples un sueño nunca te debes conformar con lo que lograste, siempre debes buscar la manera de ser mejor, nadie creía que yo iba a llegar tan lejos, pero no escuché esas voces, me lo propuse, trabajé duro, fui disciplinada y lo logré”. Ahora Jimena con 16 años, aspira algún día poder llegar a ser arquera del Real Madrid.
Y es así como Jimena Ospina ha atrapado sus sueños con unos guantes, parada en un arco y lanzándose por el aire evitando que los obstáculos y las circunstancias entren y le hagan un gol. Ana Milena, la mamá de Jimena dice que su hija es una guerrera, porque a pesar de que la vida le ha metido muchos goles, ella siempre se levanta, se limpia y sigue adelante.
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