Agosto 29 - 2022 

Por Jorge Luis Galeano 

El Informe Final de la Comisión de la Verdad sigue su recorrido por Colombia para mostrarnos las profundas heridas que dejó el conflicto armado. Esta vez, acompañamos un evento realizado en la Universidad de San Buenaventura de Cali, a donde asistieron dos de los Comisionados y una Comisionada: el Padre Francisco De Roux, Alejandro Valencia y Alejandra Miller. 

El conversatorio inició con la presentación musical de Henryx B, quien interpretó varias canciones, entre ellas ¿Quién los Mató? que habla de la masacre de Llano Verde en Cali en agosto de 2020. 

Durante la charla, el Padre Francisco De Roux, Comisionado de la Verdad, describió a Colombia como un cuerpo herido y maltratado por 60 años de conflicto

Esa descripción puede hacernos entender el impacto de la guerra en Colombia y que se muestra en el Informe Final entregado al país y al mundo el 28 de junio de 2022. Pero el Padre también dijo que Colombia tiene cosas bellísimas como sus expresiones culturales, las riquezas ambientales, la fuerza de las mujeres y la creatividad económica. Hizo énfasis en eso: “Somos esas dos cosas”, es decir que la identidad nacional está atravesada por la tragedia y la esperanza.

Y el informe final pone en números esa tragedia, por ejemplo: 450 mil personas muertas entre 1985 y 2018, de las cuales, el 80% fue población civil. Como dijera la Comisionada Alejandra Miller: “los fusiles se dirigieron en contra de los campesinos, de las mujeres, de las comunidades indígenas, de las comunidades afro, de sindicalistas, de personas de la comunidad LGTIQ+, etc”.



Estos hallazgos, es decir, las cifras dan una idea aproximada de la dimensión de la guerra. La Comisionada la llamó dimensión bíblica, al tiempo que reflexionó sobre la democracia dentro de la cual esa violencia se extendió por toda Colombia. Por ejemplo, destaca cómo el informe analiza las razones del conflicto y plantea que el uso de las armas es sólo uno de los asuntos, pero que se debe ir más allá para entender que no solo se trata de desarme (que en Colombia se han dado varios) porque la violencia no cesó.

Pero el informe es más que números porque la realidad del conflicto armado colombiana no se entiende solo en cifras, sino en los relatos mismos y por eso hay un volumen dedicado a ello: a los testimonios de la guerra, a los testimonios de quienes la sufrieron y hoy siguen padeciendo sus secuelas.

También hay recomendaciones que, a propósito, el presidente Gustavo Petro prometió cumplir “a raja tabla”. Esas recomendaciones, dijo el Comisionado Alejandro Valencia están divididas en ocho grupos:

1.  Profundizar en temas de paz que tiene que ver, entre otras cosas, con la implementación total del Acuerdo de Paz con las antiguas Farc.
2. Fortalecimiento de los mecanismos de reparación a las víctimas
3. Consolidación de una democracia más fuerte
4. Fortalecimiento de la Paz Territorial
5. Construcción de cultura de paz
6. Seguridad
7. Narcotráfico
8. Impunidad

En medio de la reflexión realizada en el conversatorio, el Padre De Roux lanzó una de las preguntas más importantes: ¿Dónde estábamos cuando pasó todo lo que pasó? ¿Dónde estaba el Estado, dónde estaba la Iglesia, dónde estábamos los Medios de Comunicación, dónde estaba la sociedad? Una pregunta que este informe nos invita a intentar responder.

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En un próximo artículo, examinaremos los hallazgos y características que revela el informe en su Volumen Regional denominado Colombia Adentro, particularmente para los departamentos del Valle, Cauca, Nariño y Putumayo.

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