Economía e industria:
formas de dominación y destrucción
El foro Mujer, Ecosistemas y Salud, reunió a cuatro destacadas mujeres que se desempeñan en distintos campos, pero que tienen en común la lucha por los derechos de las minorías, la protección ambiental y la salvaguarda de os derechos humanos. Se reunieron en Cali para hablar de los riesgos de la megaminería y los grandes proyectos de desarrollo. Aquí una reseña
Economía e industria:
formas de dominación y destrucción
Agosto 17 - 2018
Por Laura Carolina Cruz Soto
Mujer, Ecosistema y Salud, más que un evento académico fue un encuentro para la reflexión. Las panelistas Brigitte Baptiste, Francia Márquez, Cristina Zuleta y Kerry Arabena sacaron el lenguaje de su esteticismo barroco y casi prepotente que manejan algunos especialistas, para hablar de una manera sencilla, con genialidad, emotividad y fuerza de temas como la minería, la represa de Hidroituango, de la lucha de los pueblos indígenas, afrodescendientes y campesinos, y de la figura de la mujer y la diversidad.
El auditorio cinco de la Universidad del Valle parecía aquella Caverna que busca la familia de alfareros en el libro de Saramago, ya que asistentes, comunidad académica, líderes sociales, se dieron cita no para buscar refugio, sino para saber cómo combatir a una industria tan voraz que José Saramago se queda corto en describir.
Diversidad y minería
Francia Márquez habló del concepto de diversidad, señalando que en ocasiones la diversidad es impuesta por un sistema que clasifica a los seres humanos y en esa clasificación muchos han quedado en desventaja. "Nos clasifican y alguien dice lo que somos o no somos, y quién le dio el derecho a ese alguien de certificar mi existencia, soy yo la que digo lo que soy, y yo soy una mujer racializada, descendiente de esclavos africanos. El gran desafío que tenemos es cómo construir desde esa diferencia".
Márquez se refirió a los títulos mineros otorgados por el gobierno y cómo estos han perjudicado a más del 80% de los ríos del país, señalando que es una práctica anticonstitucional que los ha hecho cambiar su modo de vida. "Antes, nosotras no necesitábamos dinero para comer, íbamos al río y pescábamos, recogíamos yuca. Ahora eso no se puede, ahora las mujeres hemos tenido que venir a la ciudad a lavar calzones para poder comer". Para finalizar calificó el sistema económico como un sistema de muerte contra el cual seguirá luchando.
Hidroituango
Escuchar a Isabel Cristina Zuleta hablar es creer, por un momento, que nos está contando una historia de ficción similar a 1984 de George Orwell, ya que el departamento de Antioquia apuesta por un desarrollo a costa de negar el pasado y esconder la realidad de territorios como Ituango. Zuleta señaló que Medellín no es solo la ciudad más prospera de Colombia, sino la más pretenciosa, y en esa pretensión hay violencia. También aseveró: "a nosotros la EPM nos robó hasta el nombre. Nos quieren robar el pasado. ¡Cómo van a construir encima de nuestros muertos!"
En cuanto a la diversidad, la líder social señaló que está siendo instrumentalizada a favor de las industrias. Además, relató cómo debió abandonar su territorio muy joven por causa de la violencia en la zona. "A nosotros no nos desplazaron, a nosotros nos desarraigaron, y cuando hacen eso te arrancan una parte de ti que jamás vuelve".
Un gobierno ecológico
Un gobierno ecológico que parta desde las comunidades que son las que tienen una conexión con su territorio, que tenga en cuenta la riqueza desde lo local, que acepte las disidencias y además las promueva, es la propuesta de Brigitte Baptiste. Para ella, cuando se planean proyectos de gran envergadura deben escucharse todas las partes porque así se corren menos riesgos de equivocación. Al respecto, resaltó los diálogos de la Habana.
Expresó además que "el gran problema del país es que muchas veces una sola persona habla por los intereses de la nación cuando la nación somos todos: campesinos, indígenas, académicos" La bióloga finalizó diciendo que de considerarse esto, Colombia seguirá teniendo un estado falso como ocurre hace muchos años.
Desde el corazón de Australia
"No hay nada más fuerte en este mundo que una mujer que ha sido puesta de rodillas y se ha vuelto a levantar, nadie tiene esa fuerza que ellas tienen", así comenzó su intervención Kerry Arabena, quien relató su experiencia de madre joven que cuando se dio cuenta que estaba embarazada, se prometió luchar por la preservación de la vida.
Es así como junto a los pueblos indígenas han logrado rescatar niños que fueron arrancados de sus comunidades, y que hoy vuelven y los reciben con agua y una planta que significa su unión a la tierra. Arabena señaló que lamentablemente en su país de 300 lenguas solo quedan 17. Y agregó que para que el mundo cambie no se debe trabajarse con la mente, sino de persona a persona, de corazón.
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