Reintegración Temprana en el Norte del Valle
Un grupo de personas desmovilizadas se encuentran dentro de un modelo de reintegración en entornos productivos que se viene ejecutando desde hace tres meses en el Norte del Valle del Cauca. 74 personas entre hombres y mujeres de 18 a 60 años son los protagonistas de una nueva ruta que permite agilizar su reinserción y, además, capacitarlos técnicamente en fruticultura, horticultura o gestión hotelera para garantizar su ingreso al mundo laboral.
Reintegración Temprana en el Norte del Valle
Septiembre 22 - 2016
Por Marcela Monsalve
Un grupo de personas desmovilizadas se encuentran dentro de un modelo de reintegración en entornos productivos que se viene ejecutando desde hace tres meses en el Norte del Valle del Cauca. 74 personas entre hombres y mujeres de 18 a 60 años son los protagonistas de una nueva ruta que permite agilizar su reinserción y, además, capacitarlos técnicamente en fruticultura, horticultura o gestión hotelera para garantizar su ingreso al mundo laboral.
Al enfoque en formación de fruticultura y horticultura pertenecen personas de sexo masculino con un perfil campesino, es decir, hombres que durante toda su vida han crecido en entornos rurales y por ende tienen conocimientos previos sobre agricultura, pero que a lo largo de la formación han desarrollado otros conocimientos técnicos para la cultivación, prevención de plagas y desarrollo de estrategias y comercialización de los productos.
Este entorno se desarrolla en dos lugares específicos: la finca La Condesa en el municipio de Toro, y La Rioja en el municipio de Roldanillo. Los principales productos cultivados en horticultura son habichuela, cilantro, pepino y lechuga, y en fruticultura son maracuyá, piña, papaya y melón.
Por otro lado, un grupo de jóvenes es el protagonista del entorno de gestión hotelera ubicado en la finca La Vid en el municipio de La Unión. Desde esta formación los jóvenes y jovencitas están capacitándose en el análisis completo de la demanda de los servicios por parte del cliente, la clasificación de todos los productos que se encuentren en el inventario, el análisis completo de los proveedores, la gestión del transporte y la gestión de almacenamiento. Además, estudian un segundo idioma (inglés) para fortalecer sus perfiles y hojas de vida.
La Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR), ha llevado el proceso de este grupo de personas, en conjunto con la Sociedad de Agricultores y Ganaderos del Valle (SAG), también con el apoyo técnico de la Agencia de los Estados Unidos para el desarrollo internacional (USAID) y la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).
Dichas agencias y empresas, visitaron las fincas para conocer las iniciativas y fortalecer las relaciones en varios aspectos. El primero es el encadenamiento productivo-proveeduría, que beneficia la alianza de unidades de negocio de las personas en el proceso de reintegración con la cadena de valor de las empresas, es decir, se genera un fortalecimiento económico y el desarrollo de nuevas líneas productivas.
Por otro lado está el voluntariado como una donación de tiempo, conocimiento y experiencia mediante actividades que programa la ACR. Estas acciones se llevan a cabo para que las personas del proceso puedan fortalecer las competencias técnicas de sus unidades de negocio, y al mismo tiempo desarrollen nuevos aprendizajes desde una perspectiva de paz.
Espacios de reconciliación
Estos espacios son los mecanismos más importantes debido a que las actividades en este punto siempre son ejecutadas colectivamente. Dentro de estos espacios, el servicio social fomenta la participación de los excombatientes, que se evidencia en el aporte de su tiempo y mano de obra para el beneficio de las comunidades, mejorando su calidad de vida y generando espacios de encuentro con la sociedad civil.
La estrategia de prevención de reclutamiento Mambrú no va a la guerra, este es otro cuento es otro de los espacios. Este busca actuar sobre los factores de riesgo, vulneración y amenaza que llevan a los jóvenes a vincularse a grupos armados ilegales. El último espacio de reconciliación se denomina Modelo de Reintegración Comunitaria (MRC), el cual busca promover la convivencia y fortalecer la integración de las comunidades.
La práctica laboral es un mecanismo que obedece a los objetivos principales de la ACR, ya que en la visita, las empresas establecieron nuevas alianzas para garantizar el derecho al trabajo de ese grupo de 74 reintegrados.
Se trata de la posibilidad de adquirir experiencia en el ámbito laboral para que estas personas puedan completar su formación en una empresa, que puede posteriormente vincularlos definitivamente. Además, esta propuesta está respaldada por la ley de educación media, pues durante tres meses este grupo de personas cumplen con las 600 horas establecidas y requeridas para obtener un título de educación técnica.
Por último, la empleabilidad es el mecanismo por el cual la reconciliación se puede llevar a cabo de una forma integral. En este punto se hizo alusión a una serie estrategias donde los empresarios pueden vincular laboralmente a personas que se encuentren en este proceso. En este marco, la ACR realiza un acompañamiento continuo a la persona y a la empresa, manteniendo una comunicación constante entre ambas partes.
Lo que se está garantizando
Presencia de grupos armados ilegales en el norte del Valle
El encuentro se dio en los municipios de Toro, La Unión y Roldanillo. Estos municipios al norte del Valle han sufrido la violencia por mucho tiempo. Según el informe Desmovilización y Reintegración Paramilitar del Centro Nacional de Memoria Histórica, los grupos armados ilegales que operaron en la zona y que aún persisten, están relacionados con delitos como: narcotráfico, extorsión, minería ilegal, coerción social, amenazas contra líderes sociales, de izquierda y de movimientos de exigencia de derechos, influencia en administraciones locales, nexos con determinados sectores políticos, cooptación de funcionarios de instituciones oficiales y entes de fuerza pública y prestación ilegal de servicios de seguridad.
En el 2014, se agudizó la problemática en el Norte del Valle, pues eran numerosas las denuncias sobre amenazas y homicidios a líderes indígenas, organizaciones sociales y movimientos de protestas y exigencias de derechos por parte de los Rastrojos y Los Urabeños, además los más afectados eran jóvenes y adolescentes reclutados ilícitamente por estos grupos durante los enfrentamientos en esta zona del departamento.
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