"La educación siempre fue parte de mi vida"

La realidad de la mujer afrodescendiente aún es difícil en Colombia pues los expertos aseguran que pese a algunos avances, aún ellas están siendo reservadas para trabajos como el servicio doméstico y similares. Aquí, sin embargo, contamos la historia de Ángela que puede ser una excepción a la regla y felizmente, sabemos que no es la única. Este artículo es resultado del trabajo de estudiantes de Comunicación Social de la Universidad Católica de Cali y que reproducimos aquí. 

"La educación siempre fue parte de mi vida" 

Julio 13 - 2016

Por Cielo Bernate, David quintero, Angy Sol Valencia y Sebastián Gómez 
Estudiantes de Comunicación Social de Unicatólica. Artículo para Detrasdelafro.com

Me llamo Angela Castro, soy Licenciada en Lenguas Modernas de la Universidad del Cauca. Nací en López de Micay y en mi vida siempre ha estado el estudio, pues mis padres son docentes. Hice mi pregrado y logré destacarme por mi buen rendimiento y disciplina. Además tuve la oportunidad de hacer varios intercambios con instituciones de Estados Unidos. Años después, eso me motivó a realizar una Maestría en Enseñanza del Inglés en la Universidad Ballstate en Indiana (Estados Unidos).

Gracias al esfuerzo, he logrado trabajar en la Universidad del Valle, la Universidad Autónoma de Occidente y actualmente en la Universidad del Tolima como docente de planta, en donde hace poco entregué mi cargo como Directora de la Maestría en Didáctica del Inglés.

 

Apunte detrás del afro

Enobong Hannah Branch

Según los Expertos, Angela es una mujer privilegiada puesto que las condiciones actuales de las mujeres afro en Colombia son las que tenían las mujeres negras en Estados Unidos hace 50 años, teniendo en cuenta que todavía prevalece la tendencia de reservarlas para los trabajos de servicio. Enobong Hannah Branch, escritora del libro 'Oportunidad denegada: La limitación de Mujeres Negras en Trabajo', afirma que las mujeres negras son consideradas significativamente menos que el resto de la población colombiana porque tienen otros trabajos con diferentes ingresos económicos y eso es lo que sostiene las condiciones de pobreza.

En Colombia, las mujeres representan el 68% de los egresados en el campo de la docencia. El promedio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es de 78%. En cambio, sólo obtienen un porcentaje menor de títulos en los campos de la ingeniería, la manufactura, la construcción y la informática. Nuestro país es uno de los pocos donde al menos una tercera parte de los egresados de ingeniería, manufactura y construcción son mujeres (promedio de la OCDE, 28%); y el 29% de los egresados de informática también (promedio de la OCDE, 20%). Sin embargo, aunque casi se da la igualdad entre ambos sexos en el campo de los servicios, en promedio, en todos los países de la OCDE, el 51% de los egresados son mujeres. Más allá de que estas estadísticas expongan el nivel de estudio, debemos fijarnos en los tipos de cargos que desempeñan estas mujeres posteriormente.

Detrás Del Afro habló con Jorge Leonardo Orozco Holguín, profesor de la Facultad de Humanidades de la Universidad Católica, quien expresó su punto de vista frente a la posición de la mujer Afrodescendiente en la Sociedad. Jorge, quien ha trabajado con comunidades indígenas y afros de diferentes zonas del país, considera que Colombia y el mundo siguen teniendo sociedades machistas y patriarcales expresados en la cantidad de oportunidades ofrecidas, pues según él, todo esto se debe a "un patrón dominante de la clase hegemónica que permea en la sociedad".

Aunque en nuestro país prevalecen las mujeres en los diferentes campus universitarios, como en el de la Universidad Pontificia Bolivariana (86,08%), no se puede afirmar que la misma cantidad de egresadas obtiene puestos que tengan relación con sus conocimientos adquiridos. En Detrás del afro hablamos con 2 personas de la Universidad Católica Lumen Gentium sobre experiencias de mujeres que fueran cercanas a ellas y que supieran que sin importar su raza o condición social hubieran podido hundir los estereotipos y sobresalir en su vida académica y laboral.

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