El trabajo infantil, una realidad que todos debemos ayudar a erradicar
En la alianza informativa entre la Agencia PANDI y Hechoencali.com, los niños de Ipiales - Nariño y Bogotá hablan de la necesidad de diseñar estrategias efectivas en contra del trabajo infantil y hacen un llamado a la sociedad en Colombia para dejar la indiferencia hacia ese flagelo. Indiferencia que se evidencia en las cifras del DANE: en el trimestre de octubre a diciembre de 2013, la tasa de trabajo infantil fue de 9,7%, y si tenemos en cuenta los oficios del hogar, la cifra aumenta hasta el 14.8%. Por el derecho de los niños, niñas y jóvenes de expresar su punto de vista sobre la realidad que les rodea, publicamos cada semana una historia creada por quienes participan en los talleres periodísticos llevados a cabo por la Agencia en todo el país.
El trabajo infanilt, una realidad que todos debemos erradicar
Octubre 22-2014
En la alianza informativa entre la Agencia PANDI y Hechoencali.com, los niños de Ipiales - Nariño y Bogotá hablan de la necesidad de diseñar estrategias efectivas en contra del trabajo infantil y hacen un llamado a la sociedad en Colombia para dejar la indiferencia hacia ese flagelo. Indiferencia que se evidencia en las cifras del DANE: en el trimestre de octubre a diciembre de 2013, la tasa de trabajo infantil fue de 9,7%, y si tenemos en cuenta los oficios del hogar, la cifra aumenta hasta el 14.8%. Por el derecho de los niños, niñas y jóvenes de expresar su punto de vista sobre la realidad que les rodea, publicamos cada semana una historia creada por quienes participan en los talleres periodísticos llevados a cabo por la Agencia en todo el país.
Por: Los reporteros ciudadanos en la ciudad de Ipiales, Nariño y Bogotá.
Karen Alejandra Castillo, 16 años / Brayan Bermúdez, 12 años /Ana María Castellanos, 14 años/ Verónica Yaneth, 11 años/ Cristian Revelo, 14 años / Óscar Iván Mora, 16 años /Alexander Torres, 14 años / Yohan Estiven Machuca, 16 años / Óscar Andrés Jiménez, 15 años / Campo Eli Cuesta, 15 años / Jesús Yandun, 14 años / Erika del Pilar Caicedo, 14 años / Ruby Revelo, 14 años /Daniela Trejo, 14 años / Óscar Ramos, 14 años / Santiago Huertas, 15 años/María Rodríguez, 16 años / María Quistanchala, 14 años / Diana Ceballos, 17 años.
Esta columna de opinión expresa fielmente lo que estos jóvenes escriben tras investigar y debatir el tema en talleres continuos de Derechos Humanos y habilidades periodísticas.
Nosotros los reporteros ciudadanos nos preguntamos: ¿Por qué todavía existen personas que permiten y toleran el trabajo infantil en Colombia?, ¿Acaso no se supone que todos debemos estar de acuerdo en que los niños y las niñas tenemos derecho a disfrutar nuestra niñez y el trabajar impide que lo hagamos?
Al parecer, basta con mirar hacia las calles, parques y plazas de nuestras ciudades, para darnos cuenta que la respuesta a nuestros interrogantes es NO. A ello, se suman las cifras del DANE que nos aterrizan también en la realidad que viven muchos niños. En el trimestre de octubre a diciembre de 2013, la tasa de trabajo infantil fue de 9,7%, y si tenemos en cuenta los oficios del hogar, la cifra aumenta hasta el 14.8%.
Los menores de edad tenemos derecho a la educación, a tener un hogar, a tener una familia, a recrearnos y a poder usar nuestros primeros años de vida para poder prepararnos y desarrollarnos de manera integral para un futuro lleno de oportunidades. Que se nos garantice lo anterior, permitirá que, cuando finalmente tengamos la edad apropiada para trabajar, podamos aportar positivamente en la construcción de esta sociedad de la cual hoy hacemos parte.
Para nosotros resulta difícil creer que para algunas personas sea normal ver a niños y niñas trabajando en hoteles, restaurantes y lugares comerciales, sitios que son frecuentados por muchas personas y que no se hace nada para erradicarlo. El DANE nos muestra que el 34.6% de los menores de edad que trabajan, los hacen en estos lugares. Los niños, las niñas y los adolescentes necesitamos que los adultos nos protejan y el trabajo infantil no solo vulnera los derechos de quienes trabajan, sino también expone su salud física, mental y emocional y los enfrenta a varios peligros.
Como reporteros ciudadanos creemos que la sociedad necesita ponerse en los zapatos de los niños que trabajan. Uno de nuestros colegas trabajó a sus seis años y al abordar el tema nos compartió algo sobre esta problemática. "Trabajé en un parqueadero y como ayudante de bus, lo hacía porque quería ayudar a mi mamá y a mis hermanos, porque mi papá estaba en la cárcel y no teníamos que comer. No podía ir al colegio, estaba expuesto a muchos peligros, a aprender cosas malas y no pude disfrutar de mi niñez por estar haciendo cosas de grandes". Este testimonio nos muestra que los menores de edad que trabajan lo hacen porque son obligados y no porque quieren hacerlo. Entonces es ahí cuando nosotros nos preguntamos ¿Qué es lo que está pasando?, ¿Por qué las empresas permiten que exista mano de obra infantil en sus procesos?, ¿Qué podemos hacer para acabar con el trabajo infantil?, ¿Qué puedo hacer yo?, ¿Qué puedes hacer tú? y ¿Qué podemos hacer como país?
Nosotros queremos decirle a las empresas que si permiten que los niños trabajen, esta situación en lugar de generarles un beneficio, los perjudica. Ellas deberían unirse y fomentar campañas para luchar contra el trabajo infantil, pueden colaborar no permitiendo que éste exista en ninguna parte del proceso de fabricación de sus productos y pueden ayudar aún más ofreciendo a nuestros padres empleos que cuenten con condiciones laborales de calidad, para que así, niños y niñas, como nuestro reportero ciudadano, no tengan que salir a las calles a exponer su vida realizando trabajos peligrosos.
También queremos recordar a los padres y a las madres que deben amar y cuidar mucho a sus hijos, ellos deben es estudiar, jugar y no trabajar. Al Gobierno le diríamos que debe protegernos y hacer valer nuestros derechos, para ello deberían existir sanciones ejemplares para los padres, las empresas y las personas que permitan que los niños y las niñas trabajen. Finalmente, la sociedad debe denunciar cualquier caso en el que un menor de edad esté trabajando, pues hacerlo es una muestra del compromiso que tenemos todos para erradicar esta problemática.
Los niños y las niñas debemos estudiar y recrearnos, trabajar no es una actividad para nosotros y por el contrario atenta contra nuestros derechos y contra el progreso de un país como Colombia.
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