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Plan Jarillón de Cali, segunda parte
En la segunda entrega de la serie: Plan Jarillón de Cali, conocemos qué viene después del reasentamiento y qué otras actividades se realizan. Teniendo en cuenta que dicho plan no es de vivienda, sino de mitigación de riesgo, en este caso, de inundación. Mover a las familias a soluciones habitacionales es solo uno de los pasos que se contemplan, pues se generan impactos sociales y económicos que se deben atender. Además, desocupar las zonas intervenidas, garantiza el inicio de las obras que requieren el Jarillón del Río Cauca y las lagunas El Pondaje y Charco Azul en la ciudad de Cali.
Plan Jarillón de Cali, segunda parte
Abril 26-2014
Por Diana Muriel
¿Cómo inició?
El proyecto Plan Jarrillón de Cali inició en el 2012 con el proceso de reasentamiento de las familias que habitan en el Jarillón del Río Cauca y las lagunas El Pondaje y Charco Azul.
Fotografía: CVC
Fotografía: Comunicaciones PJC.
En el proceso de reasentamiento inicialmente se realizó la georreferenciación donde se ubicó cada techo y la verificación de cada hogar. Esto se ejecutó primero para conocer cuántas casas existen y segundo, analizar cuáles eran las familias que se debían atender y habitan o habitaban* en los diferentes asentamientos: Brisas de La Paz, Cinta Larga, Venecia, Las Vegas, Sardi, entre otros. (Cabe resaltar que estos nombres fueron dados por los mismos habitantes de los asentamientos, por esta razón no están categorizados como barrios de la ciudad).
Una vez hecha la georreferenciación y verificación, hay un proceso de sensibilización y acuerdos con la comunidad para el proceso de reasentamiento, pero estos acuerdos no sólo son verbales sino que hay una escrituración y entrega de viviendas por parte de cada familia, "hay una entrega real y material de ese espacio. Si no hacen ese procedimiento ellos no pueden pasar a la notaria a firmar, hay una serie de pasos previos concatenados y sin los cuales no se puede continuar" señala Fabio Vélez, Director Social del Plan Jarillon de Cali. Además cada familia debe acogerse a ciertas normas y cumplimientos para continuar en el proceso y poder ser beneficiados del PJC.
* Algunas de las viviendas ya fueron demolidas por sus propios habitantes al ser reasentados, este paso hace parte de los acuerdos para hacer entrega de su nueva casa.
Fotografías: Comunicaciones PJC.
Una mejor calidad de vida
Patricia Cardona es madre de tres hijos. Trabajó un tiempo con su esposo tapizando ataúdes, pero este trabajo no fue un empleo fijo para ella, y lo que su esposo ganaba era poco para poder pagar arriendo, servicios y darles un futuro a sus hijos. Esta difícil situación económica fue lo que los llevó a vivir en Brisas de la Paz. Patricia consideraba que "ya estando ahí uno no iba a pensar en pagar arriendo ni servicios, sino en dos cosas: la comida y mejores condiciones para mis hijos".
En el espacio que habitó durante tres años junto con su familia, vivían aproximadamente 10 familias, pero cada una tenía su ranchito, como Patricia lo llama. El piso era la tierra, las paredes estaban construidas en tablas, el techo de plástico, cartón y retazos de tejas. Patricia es consciente de los peligros que se pueden presentar por habitar en esta zona de riesgo no mitigable, una de ellas eran las inundaciones que en épocas de lluvia podían llegar afectar su ranchito ya que estaba cerca del Río Cauca. "Uno sabe que ahí se está arriesgando mucho. Decían que teníamos el riesgo que nos podíamos inundar. Cuando llegaba el invierno, tratábamos de tener cuidado".
"Soñaba con que un día nos iban a reubicar y tener mi casita". Después de tres años este sueño no sólo se hizo realidad para su esposo e hijos, sino también para sus padres, quienes al igual que Patricia también fueron re sentados en la solución habitacional Llano Verde.
Así como el caso de la familia de Patricia, es el de Jenny Belalcázar. Quién Vivió 7 años en Brisas de la Paz, su esposo trabajaba manejando una carretilla en la que transportaba escombros, pero con lo que ganaba no les alcanzaba para pagar arriendo, servicios y mantener a sus hijos, así que no tuvieron otra opción que trasladarse a Brisas de la Paz donde les vendieron un lote por $100.000.
Quizás la persona que les vendió llegó a invadir ese espacio y legalmente no tenía porqué venderles ese terreno, pero estos son algunos de los casos que se presentan en estos asentamientos, que incluso en el proceso de reasentamiento del PJC existen personas que piensan en vender "su propiedad" a otras familias que comienzan aparecer.
Jenny soñaba que al tener su casa propia montaría algún tipo de negocio, y así podría ayudarle a su esposo para los gastos de su hogar. Este anhelado sueño se le hizo realidad hace pocas semanas, pues fue reasentada en Llano Verde en donde tuvo la oportunidad de montar su propia tienda, gracias al apoyo económico de su padre. Jenny ahora además de atender las labores del hogar, vende arroz, sal, aceite, bombones, jabones, etc.
Las responsabilidades como ciudadanos
Pero por otro lado para estas familias también hay un cambio en el tema de legalidad en cuanto a los servicios públicos, no había una conciencia de no mal gastar el agua y la energía ya que no tenían que pagar nada por ellos "es algo duro, pero ya uno aquí sabe que no se puede mal gastar la energía y el agua, como a veces se hacía allá, que se tiene que economizar" dice Patricia.
Es innegable que para estas familias, la calidad de vida está mejorando, no solo porque las paredes de sus casas ya no son en tabla y los pisos son de cemento, sino que también se está trabajando para dejar atrás las problemáticas que se vivían en los distintos asentamientos, como la inseguridad, las pandillas, la drogadicción en los jóvenes, etc. "Teníamos que estar pendientes que las balas no lo fueran alcanzar a uno. Por eso yo a mis hijas las tenía encerradas, mientras que acá es mucho el cambio, no se ve las galladas ni las pandillas que se veían por allá, aquí como que ni las aceptan" cuenta Jenny.
¿Qué viene después para estas familias?
El PJAC no termina cuando ellos son reasentados, sino que viene un acompañamiento y seguimiento a los procesos sociales, económicos y de riesgo. Con las familias se trabaja jornadas de socialización ya en los barrios y urbanizaciones a los que llegan para que haya una integración con las personas que ya habitan esos sectores, de esta forma se trabaja para que ellos logren en tener una mejor convivencia.
A su vez se le hace un proceso de verificación en la que cada familia es encuestada, con esto ya se analiza las necesidades que tienen en cuanto a educación y empleabilidad. Por ejemplo "con los niños de 0-5 años se empiezan a buscar los cupos para párvulos, transición y pre jardín, con los de 6 años hasta los 18 en primaria y bachillerato, hasta el momento ya se logró conseguir cupos en el colegio Isaías Duarte Cansino para las familias que ya fueron reasentadas en Llano Verde". Afirma Paula Navarro, Profesional social del Fortalecimiento social del PJC.
El PJAC está contemplado hasta la fecha que finaliza el Fondo de adaptación, el 31 de Diciembre del 2016, pero el proceso no termina ahí. Vienen una serie de visitas periódicas para analizar el avance de cada familia "Este proyecto no termina ahí porque está ligado a la Alcaldía por lo tanto, continúa con las siguientes administraciones" señala Fabio Vélez.
Es notorio el cambio de proyección que tienen las familias que han sido reasentadas en Llano Verde, en el caso de Patricia sueña en aprender modistería y manejar las máquinas de coser, "ahora que estoy aquí, voy a luchar por esto, así sea que lo ayuden aquí, o yo mirar por mis medios para aprender" afirma Patricia. Mientras Jenny anhela con poderse capacitar en temas de gestión empresarial, y así tener los conocimientos para aplicarlos en su negocio, donde piensa poder ampliar más su nicho de mercado.
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