Reseña literaria
La escala de los mapas
La historia es narrada en primera persona por Sergio Prim, que a veces parece que nos hablara a nosotros, y a veces a Brezo, una mujer con la que tuvo una especie de relación, fallida como todas, aunque en el fondo se habla así mismo, porque al final qué son las palabras, sino un fallido intento por encontrarnos, por eso cada palabra es un bumerán
Reseña literaria
La escala de los mapas
Mayo 22 - 2019
Por Laura Cruz
La autora
Belén Gopegui estudió derecho porque quería cambiar el mundo, sin embargo, en cuarto semestre se dio cuenta que le gustaba más las letras. Es una defensora de las libertades, critica el capitalismo y cree que la revolución de Fidel no fue solo un sueño. Con su primera novela, La escala de los mapas, publicada en 1993, ganó el Premio Iberoamericano Santiago del Nuevo Extremo y el Premio Juan Tigre.
Trabajó en el Diario del Sol, en España su país natal. Lleva más de media vida escribiendo. Nació en el sesenta y tres, viste sin arandelas y sin pretensiones, lleva su cabello blanco con orgullo. Está vetada por el Diario El País de España, cosa que no le importa en demasía. Cuestiona lo que no está bien, habla de una manera sencilla y elocuente, escribe de forma única y magistral.
El libro
Estar alejada de la lectura es una sensación de fracaso y de desesperanza, porque si los libros no pueden protegernos de este mundo de absurdos dónde nos resguardaremos. Como dice Belén Gopegui: "Si te estropean la imaginación te quedas sin defensas". Duré varias semanas sin leer, tomaba un libro y no pasaba de la página diez, me forzaba a leer, pero comprendí que las cosas que se hacen sin ganas terminan convirtiéndose en desidia.
Hace varios días me encontré con Bioy Casares, comencé a leer sus cuentos, porque los cuentos no requieren compromisos ni apasionamiento alguno, en cambio la novela si, la novela es absoluta entrega. Alguien mencionó La Escala de los Mapas, y comencé la novela sólo por tratar de encontrar a esa persona allí, porque al final somos en gran manera los libros que leemos, no encontré nada, quizás porque ya no me interesaba encontrarla, en cambio encontré tanto de mí.
Me perdí en el libro una semana, sin darme cuenta había vuelto la lectora. La Escala de los Mapas fue escrita en 1991, sin embargo fue publicado hasta el 93. La primera página es un golpe certero de la escritora, deja ver la destreza de su pluma, hay cambios de tiempo y de narrador, hay sorpresas y un encuentro íntimo con el personaje principal: Sergio Prim, como si nos tomáramos un café con él en una tarde lluviosa y habláramos mientras el mundo pasa. Le dije a una amiga que el libro me había atrapado en la primera página, ella me respondió a mí en el primer renglón.
La historia es narrada en primera persona por Sergio Prim, que a veces parece que nos hablara a nosotros, y a veces a Brezo, una mujer con la que tuvo una especie de relación, fallida como todas, aunque en el fondo se habla así mismo, porque al final qué son las palabras, sino un fallido intento por encontrarnos, por eso cada palabra es un bumerán.
Prim es un geógrafo, un hombre que ni gato tiene, porque rompería su soledad y su soledad es sagrada; un hombre que está obsesionado con encontrar un hueco; un hueco es una pausa en el espacio, como si el tiempo tuviera corazón y este se le detuviera en un instante; un hueco es una fuga en la conciencia, un desacuerdo con el tiempo, como lo manifiesta su psicóloga, Maravillas Gea, un personaje secundario, pero trascendente.
Entre la soledad y este hueco en el espacio, Brezo encuentra una brecha y se cuela a la vida del geógrafo. Brezo son los ojos de la historia, Brezo es la ciudad, el corazón del tiempo palpitando y Prim se da cuenta y lo niega. Si bien, esta novela podría pasar como una historia de amor, va más allá. Esta novela es la búsqueda del individuo y cómo se relaciona con los otros. Prim dice: "A veces no me ocurre nada, el corazón se abstrae. ¿Cómo iba a estar y con ella, cómo iba a comportarme cada día? Dejarse acompañar es un arte que yo no he cultivado".
Leer a Belén es poder resguardase del mundo y a la vez estar de frente a él, descubrir lo que sucede en los apartamentos, en las cajitas de fósforos en donde nos encerramos; descubrir al prójimo, al amor; descubrirse uno. En una entrevista Cortázar dice que él lleva algunas frases tatuadas en el alma, y a mí se me quedaron unas cuentas del libro, instaladas allí, como si fueran la oración que nos enseñaban de niños y que repetiremos por antonomasia, como ritual, como amuleto de la suerte. Por ejemplo, "Escondámonos en una metáfora". "Regálame un hueco en tu pasado". Es algo de tanta belleza que no creo que ni la memoria traicionera logre borrar.
La Escala de los mapas es un libro de ciento setenta páginas, que terminas de leer y piensas por qué no es más extenso, una novela que no solo recomiendo, sino que creo que es indispensable leer, Bolaño decía que uno sabe cuándo un libro es bueno, porque le dan ganas de escribir y Gopegui hace que yo quiera que esta noche no se acabe, para que sigan naciendo palabras en mi ordenador.
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