Frankenstein a la Presidencia
Un binomio de oro (una costeña y uno cachaco "maluco") se lanzan a escribir una columna conjunta para Hechoencali.com, con el único objetivo de compartir una visión bípeda sobre la realidad de un país tan maravilloso como caótico. LA CHUZPA les traerá (esperamos que cada 15 días) un paquete de letras críticas, sinceras y con mucho para pensar. Eso sí, de antemano, perdónenos...no somos vallunos.
Frankenstein a la Presidencia
Noviembre 10 -2017
Un binomio de oro (una costeña y uno cachaco "maluco") se lanzan a escribir una columna conjunta para hechoencali.com, con el único objetivo de compartir una visión bípeda sobre la realidad de un país tan maravilloso como caótico. LA CHUZPA les traerá (esperamos que cada 15 días) un paquete de letras críticas, sinceras y con mucho para pensar. Eso sí, de antemano, perdónenos...no somos vallunos.
Por: La Chuzpa
Especial para Hechoencali.com
Pasó Halloween, pero la política colombiana sigue rebosante de gente disfrazada de héroe que con la proximidad de las elecciones, va haciendo cada vez más alarde de lo que carece. Esta fiesta importada dejó entrever, cómo los futuros candidatos y candidatas a las elecciones parecen más un producto mediático, que verdaderos políticos. Cualidades y actitudes como la honestidad, el liderazgo, la humildad, la experiencia y la credibilidad que otrora eran parte fundamental de un candidato, ahora son solo parte de su imagen.
Es por ello que para esta primera columna que escribimos, nos dimos a la tarea de crear nuestro propio candidato (por aquello de que los candidatos no nacen, se hacen). Y es que dada la complejidad del momento histórico que atraviesa el país, creemos que es necesaria la conjunción de las cualidades de muchos candidatos y candidatas actuales e incluso de algunos que ni siquiera están en la contienda electoral; en pocas palabras nos vimos obligados a crear (como lo hiciera el Dr. Víctor Frankenstein) un experimento con los políticos colombianos para hacer un único candidato a la Presidencia, y con ello evitarnos consultas internas de partidos (170 mil millones pueden costar las consultas del Partido Liberal y del Centro Democrático) e incluso la segunda vuelta presidencial (que puede estar alrededor de los 150 mil millones). Así las cosas, armamos un Frankenstein como candidato a la presidencia de Colombia.
Lo primero a señalar es que este Frankenstein no se arma de cuerpos muertos, utilizamos las mejores piezas de los cuerpos de gente viva en la política colombiana, que sin importar que estén en extremos ideológicos contrarios, podrían ser una alternativa de gobernabilidad para el país. Empecemos entonces de abajo hacia arriba:
Las piernas de Martha Lucia Ramírez: Esta zipaquireña de 63 años parece tener pies de plomo. Ha resistido varios gobiernos, temporadas de oposición y porque no decirlo, varias derrotas con bastante honra. Sus postulados siguen defendiendo el azul de su partido, muy a pesar de los matices que le ha dado de acuerdo al árbol que le de sombra. Sin embargo la entereza de volver a poner su nombre en la baraja de los presidenciables, de entrada, le da puntos gracias a la gallardía de sacar la cara por el partido conservador cuando el resto de sus colegas, la esconde.
El tronco de Humberto de La Calle: Durante años se mantuvo integro defendiendo la postura del Gobierno en la mesa de La Habana. Durante su carrera política siempre se le ha sentido mesurado pero firme. De La Calle es el tronco perfecto para este Frankenstein, ya que le da seguridad a las cosas que serán importantes para el futuro del país (la continuidad de la paz, la reconciliación, el desarrollo del campo, la apertura del país al dialogo nacional y la integridad de las instituciones del Estado entre otras). Si bien no cuenta con "manos" o maquinaria para poner en funcionamiento el país, si le quedan mucho corazón e hígado para aguantar el camino de sinsabores que será la presidencia a partir del 2018.
Mano derecha - Iván Duque. Mano Izquierda - Gustavo Petro: La medición de intención de voto que hizo la Revista Semana hace más de un mes lo muestra claramente, Duque y Petro son las expresiones más representativas de la izquierda y la derecha polarizadas pero con algunas actitudes de diálogo. Si bien sus posiciones y visiones de lo que debería ser el país están en extremos distintos, se necesita de ambas fracciones con "manos" que puedan trabajar, para darle integralidad al candidato y de paso al futuro presidente del país.
La cabeza de Serio Fajardo y Claudia López: Citando nuevamente la encuesta de la revista Semana, esta conjunción de candidatos parecen tener la cabeza que necesita el país. Lejanos a la polarización y con una estrategia de centro – derecha válida para gobernarnos estos dos candidatos (diversos en varios sentidos) podrían ser un dúo que refresque la ya maloliente política colombiana. Falta ver si su madurez mental logra vencer los embates de propaganda negra de la que son y serán objeto en las próximas elecciones.
Los que quedan fuera: Con respeto a la posición que tengan algunos de nuestros lectores, hay fracciones y sectores de la política nacional que dejamos por fuera de este Frankenstein muy a pesar de su poder actual. Por ejemplo, de Germán Vargas Lleras solo necesitamos su billetera, en engorde (y con dedicación) por 7 años de campaña pavimentada desde el Ministerio del Interior y luego desde la Vicepresidencia; su actitud belicosa y arrogante, su clara cercanía con decenas de políticos investigados por corrupción y favorecimiento a grupos armados ilegales, así como su desespero por convertir cada sector del país en un potencial negocio, hacen que prefiramos que Vargas Lleras no esté en este cuerpo.
Por fuera también dejamos al Polo, al Centro Democrático, a los liberales y en general a los grandes partidos que a juzgar por la inscripción de casi todos los candidatos por firmas, hacen que este modelo de política esté en crisis. Y por fuera también dejamos a la reciente Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común - FARC que vendría a ser un reloj para Frankenstein, ya que es cuestión de tiempo ver si cuajan o no en la política nacional.
Ante un escenario tan difícil como pintan las elecciones de 2018, las coaliciones entre individuos serán la llave para la victoria, los partidos políticos tienen un respirador artificial. Esperemos que la política tradicional no termine armando un Frankenstein con las mismas partes de siempre que den como resultado un candidato monstruoso, que gobernará a un país ávido de nuevas figuras y propuestas; de ser así, tendremos que empezar desde ya la gestión para traer al papa Francisco ...otra vez.
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