Marzo 9 - 2022
Por Laura Cruz
En su ciclo conversatorio de Mujeres y Política, Oromo Café Librería y Editorial invitó a dos de las canditas al Senado de Estamos Listas, movimiento político feminista.
Hechoencali.com retoma los mejores apartes de esta charla para mostrarles algunas de las propuestas de Magali Alcázar Ortega y Mayra Gómez, quienes integran la lista de las once que aspiran al Congreso por dicho movimiento que, además, es conformado por más de mil 800 mujeres y está en 18 ciudades del Colombia.
El movimiento nació en 2017 con una idea democrática clara, una democracia radical, colectiva, que se crea y fortalece a través de la confianza. En la primera Asamblea decidieron aspirar a ocupar los espacios de poder. Las listas al Senado las conformaron a través de un proceso interno al final del cual, las once candidatas postuladas, adquirieron el compromiso de que, de llegar al Senado, el cargo se manejaría de manera colectiva porque la política para ellas no es individualista, sino un bien común. Quieren construir una política con una mirada, en lo cotidiano, no mercantilista, no con una valla, sino por medio de la conversación de las ideas. Conversando y construyendo ideas políticas.
Las dos candidatas invitadas al evento y que representaron en esta ocasión a Estamos Listas, fueron:
¿Qué trabajo o experiencia han tenido ustedes trabajando con las bases y cómo lo han desarrollado?
Mayra Gómez: Es una pregunta políticamente muy bella. Porque siento que más que pensar en el trabajo de nosotras con las bases sociales, todas las mujeres de Estamos Listas somos de territorio. Entonces hay una historia de vida que atraviesa el cuerpo. No es una sujeta que viene de afuera y se piensa el territorio, sino que son estos cuerpos de mujeres que hacen parte de este territorio que tienen una raíz y que, por supuesto, desde esa mirada hoy nos disponemos y disponemos el cuerpo para la política, para una política bella, para una política amorosa esperanzadora, pero también para una política de representatividad de las mayorías sociales.
Aquí estamos nosotras como mujeres precarizadas de este país. En mi caso particular soy una mujer en la lucha activista, una mujer que anda a la calle por decir, una mujer que ha dado diferentes lugares y ha recorrido este país.
Magali Alcázar Ortega: El camino que hemos hecho ha sido históricamente en las bases, venimos de la base, estamos en la base y seguiremos en la base porque la política no nos puede desprender del territorio, sino que nos tiene que anclar y enraizar más en los territorios a futuro. Esa base de la que venimos es de donde somos y de donde hablamos de la soberanía alimentaria. Caminamos con las campesinas y los campesinos, recogemos la semilla.
Somos educadoras populares en esas bases sociales, y estar en esas bases significa aprender a sembrar con la luna, es aprender el reloj del sol, es caminar el territorio, es saber entender la lluvia, es el saber entender y comprender el verano, es encontrarnos con el invierno, es ver la transición climática. Esas bases son las que nos han traído a este camino.
Nosotras hemos hecho anclaje. Llegamos del trabajo social de base comunitaria o campesina, por eso hablamos de esa Colombia que conocimos, hablamos de esa realidad que conocemos nosotras hoy. Cuando decimos que estamos listas, no estamos llegando al territorio a buscar votos como los políticos tradicionales. Nosotras hemos estado históricamente en esas bases y en esos territorios.
Hoy damos un paso, pasamos del trabajo social comunitario a un reconocimiento de la participación política de esas bases sociales. La prueba de eso soy yo, que soy una campesina, que he llegado por primera vez a un escenario electoral de un movimiento que se piensa la política de manera diferente y ahí decimos estamos listas para llevar esa base social que venimos construyendo y dependiendo, claro que la voz de las mujeres campesinas.
¿Cómo podemos contrarrestar la contradicción que tenemos en términos de participación en la política? Aunque tenemos cada vez más mujeres en el poder a nivel global, esto no ha conllevado a que cambien las condiciones de nosotras las mujeres.
Mayra Gómez: Nos distanciamos de seguir viéndonos como mujeres desde una agenda que es simplista, que es una agenda de género, que no es una agenda progresista.
Nosotras creemos que estas realidades hay que transformarlas, lo primero es siguiendo la lucha, una lucha en las calles porque las calles son nuestras. No dejamos el territorio porque somos del territorio. No podemos despolitizar la mirada territorial de la mirada política. Allí debemos seguir porque somos de este lugar. También requerimos muchas mujeres desde la diversidad de los feminismos en espacios de poder y ocupando las instituciones.
Por eso, el 13 de marzo si bien vamos a ocupar el Senado, ese no será el fin para Estamos Listas. Es un medio porque nuestra propuesta a mediano plazo es que el 13 de marzo tenemos la personería jurídica y con la personería jurídica vamos hacia el feminismo municipal, a una municipalidad feminista. Y creo que esa es una manera de transformar esos otros lugares que lamentablemente son cuerpos de mujeres que no representan una agenda social feminista llegando a todos los espacios de poder.
Magali Alcázar Ortega: Yo creo que no basta llegar al Senado o a los espacios de toma de decisiones. No basta solamente con ser mujer, si trasciende a qué mujeres somos las que llegamos a la política. Porque decir que no hay mujeres en la política sería también decirle una mentira al país. Si hay mujeres en la política, claro que hay un 20 por ciento en esa política, pero son mujeres que vienen de la élite que históricamente se ha apoderado de este país. Pues yo no puedo decir que una mujer hija del presidente o sobrina nieta de un presidente, que su abuelo fue presidente, que su tío fue presidente, que su esposo es ministro, nos representan.
¿Cómo desde ese lugar de poder ustedes trabajarán para que haya más transformación y menos resistencia? Porque a veces esa resistencia pareciera más que la gente se adapta a la opresión
Mayra Gómez: Nosotras en Estamos Listas hemos construido una narrativa que parte de la belleza política y no desde la resistencia. La belleza política que permite traer al país alegría y esperanza hablando desde la transformación y no desde la opresión.
Nosotras como práctica política soñamos para imaginar el futuro para nosotras mismas pero también para el país, para un país que necesita con urgencia romper todas las estructuras de desigualdad social.
Yo creo que el amor y la ternura deben empezarse a disponer desde la política, porque nos va a permitir mirarnos distinto, de mirarnos en un país donde valga la alegría totalmente, pero eso significa justicia social, justicia económica, justicia ambiental y dignidad para todas y todos.
Magali Alcázar Ortega: Venimos de la opresión y vamos hacia la transformación. Cuando hablamos de transformación debemos hablar de la salud mental de este país que atraviesa aquello que deviene de un conflicto de más de 60 años que ha atravesado trascendentalmente los cuerpos y la salud mental de las mujeres.
La transformación es cuando hablamos que se tiene que implementar el Acuerdo de Paz. Sobre todo la Reforma Rural Integral. ¿Eso parte de la transformación? Sí, porque cuando hablamos de la transformación para salir de la opresión, necesitamos equilibrar las balanzas que nos han oprimido históricamente.
Entonces está el tema de la concentración de las tierras, la concentración del poder. Y cuando hablamos desde Estamos Listas de la redistribución de la riqueza, pues estamos hablando de esa transformación que pone en el centro la vida. Las mujeres en las reservas campesinas, cuidando la Amazonía, cuidando las semillas con poder sobre la tierra. Porque la tierra, como nosotras, somos hermanas. La tierra es femenina. El agua es femenina. Las semillas son femeninas, las selvas son femeninas. Y alguien por allá, macho, me dijo, pero oiga, señora, la muerte también es femenina. Le dije que se equivoca. La resurrección y la vida eterna también es femenino y la liberación es femenina.
¿Cómo sienten ustedes que sus visiones y sobre todo sus visiones como mujeres están representadas en el movimiento Estamos Listas?
Mayra Gómez: En Estamos Listas están muchos de los sueños como mujer y como mujer feminista. Es un activismo de muchos años, de salir a las calles, defender la justicia reproductiva, de andar en muchos territorios indígenas. He sentido la muerte de niñas y niños indígenas en estado de malnutrición en mis brazos, la pobreza, la precariedad y para mí esta lista lo representa todo. La posibilidad de toda la contención que tenga mi cuerpo, no solo con mi vida, sino con la vida de lo que he luchado socialmente y sentir que siempre había una pared, una barrera.
Este proyecto político, Estamos Listas, es algo que habíamos soñado y hoy es una realidad. Para mí, sí es la esperanza de muchas y de muchos, lo decimos cuando salimos a las calles, porque el día que a mí me decía que yo recogí la primera firma, le decía a la gente “Mire, es que estamos aquí recogiendo firmas para el primer movimiento político de mujeres en este país” y la gente se emocionaba, como si fueran lo que estaban esperando.
¿Estamos listas recoge ese sueño colectivo porque descentraliza la política como si uno cómo ve la política? ¿Ustedes están más cerca del centro?
Magali Alcázar Ortega: Para mí descentralizar la política es llevar la periferia al centro. Traer esas mujeres que ni siquiera saben que existe ese Congreso, al Congreso de la República. Hay una voz latente, fuerte, de la ruralidad y de la realidad de este país.
Me encantaría llegar al Congreso y discutir los temas del Tratado de Libre Comercio (TLC). Para discutir temas, por ejemplo, como que en el Caquetá una vaca tiene más derechos que una mujer, una vaca tiene entre tres y 15 hectáreas de tierra, una mujer a penas donde vivir.
A Estamos Listas le preocupa el tema ambiental porque en el 2016 se tumbaron 169 mil hectáreas de selva pura, no de bosque. El bosque se hace, se planta, la selva es milenaria. En el 2017 se tumbaron 219 mil 700 hectáreas de bosque de Amazonía pura, es decir que un árbol tenía 200, 300, 500 árboles, garzas, cebras, indios, viejos, amarillos, ahumados, plateados, pela cara y toda esa variedad de árboles carmesí, la quina. Y así yo me quedaría enumerando los árboles de la Amazonía.
Yo quiero llegar al Senado, pero no como Magaly. Queremos llegar con un proyecto colectivo, queremos poner esa agenda de la Amazonía ahí y que resuene. Claro, entonces ahí no solamente llegará Magaly con el sonido y Mayra con sus con sus semillas, sino que llegará el aullido de los bichos, el silbido de los pájaros, llegarán los animales y llegarán esos árboles que están clamando allá por su vida.
Para más información sobre el movimiento y sus propuestas, pueden visitar estamoslistas.com
Pueden ver la charla completa aquí
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