Periodismo de Derechos Humanos

Actualidad

Cauca: "triángulo de oro", círculo de muerte

Cristina Bautista

Ilustración: Féminas Ilustradas

De los departamentos del sur, el Cauca es uno de los más pobres, y uno de los más poblados. Hay un lugar del norte del departamento que los pobladores llaman el "triángulo de oro", pero en el Cauca no hay oro, por lo menos no en el área que lleva ese nombre. Aquí un panorama de lo que allá sucede. 

El Cauca: "tríángulo de oro", círculo de muerte

Cristina Bautista

Ilustración: Féminas Ilustradas

Noviembre 15 - 2019

Por Laura Cruz

De los departamentos del sur, el Cauca es uno de los más pobres, y uno de los más poblados. Hay un lugar del norte del departamento que los pobladores llaman el "triángulo de oro", pero en el Cauca no hay oro, por lo menos no en el área que lleva ese nombre. Allá hay 100 mil hectáreas de coca que está sembrada entre Miranda, Corinto y Toribio. En estas zonas, según cálculos del Gobierno, cada familia puede sembrar hasta 2.000 matas de marihuana, tanto así que muchos le llaman a este fenómeno el boom marimbero, y no es para menos, pues este departamento produce más del 10 por ciento de los cultivos del cannabis en el país, según Naciones Unidas.

En el sur, cambian los cultivos de la marihuana por los de la hoja de coca. Sin embargo, la pobreza en la que viven las comunidades es la misma. Los cultivos de coca, en su mayoría, por ejemplo pasaron de 12.595 a 17.117 hectáreas entre 2016-2018, sin que el gobierno logre una estrategia contra los cultivos ilícitos que vaya de la mano con la estabilidad económica de las poblaciones.

El Cauca está incrustado en laderas que atraviesan la Cordillera Central. Negros, indígenas y campesinos han sido asesinados por grupos que en este momento no tienen nombre, porque para ellos lo que no tiene nombre no existe, pero sí que existen y han dejado cicatrices en cada uno de los pobladores: a octubre de 2019 habían sido asesinados 55 líderes indígenas.

La sevicia de los nuevos grupos armados ha sido demostrada con las masacres perpetradas en la vereda La Luz, municipio de Toribío, perpetrada por narcotraficantes, o la masacre de Karina García, candidata a la Alcaldía, a la cual criminales asesinaron e incineraron junto a cinco personas más, sin que el gobierno tenga una solución real, y hasta ahora solo se ha pronunciado para decir que va a militarizar la zona, lo que podría incrementar aún más el conflicto que vive el departamento.

¿Qué pasa? 

Cauca

Foto: El Tiempo

Después de los acuerdos de paz, el problema del Cauca podría decirse que se intensificó, cuando se esperaba todo lo contrario. Ariel Ávila, subdirector de la Fundación Paz y Reconciliación, señaló que lo que está ocurriendo en el Cauca tiene varias explicaciones.

Una de ellas, tiene que ver con la concentración de economías ilegales como la minería ilegal y los cultivos ilícitos, derivando en enfrentamientos entre los grupos armados, que utilizan los municipios como corredores; municipios como Argelia, Tambo y Suarez son algunos de los más afectados.

Para Ávila, en estos momentos en el Cauca se viven tres confrontaciones diferentes. "Una es la del norte, en Toribio, Caldono, donde hay dos disidencias de las FARC, un grupo que se hace llamar EPL y además unos grupos del narcotráfico. En la Costa pacífica caucana hay de todo, principalmente grupos del narcotráfico; y en el sur del Cauca donde hay grupos de narcos del ELN y disidencias de las FARC".

Por otra parte, según Ávila, la violencia en el Cauca no se debe a razones étnicas, sino por el control del territorio. A los grupos armados no les gusta que las comunidades indígenas estén organizadas, porque les resta poder sobre la zona. "Por ejemplo, el movimiento indígena quiere consolidar el control de territorio, y uno de sus objetivos era erradicar los cultivos de marihuana. Este objetivo los colocó en la mira de los grupos de narcotraficantes de la zona".

Para Rubén Cuetia Cuetia, Autoridad del Resguardo Indígena Cerro Tijeras, el gobierno no ha cumplido los acuerdos del proceso de paz ni mucho menos los que tiene desde hace décadas con la minga indígena, como por ejemplo, los relacionados con el tema de tierras y recursos. "Duque no se preocupa por lo que está pasando, porque hablamos de paz, pero no pasa una semana, y es asesinato tras asesinato; una desarmonía en el territorio estamos viviendo las comunidades indígenas. Hemos perdido como 20 compañeros en Toribío en las guardias, y gente que hemos venido trabajando en el proyecto para definir la vida".

En cuanto a quienes cometen las masacres, Cuetia afirma que si bien hay muchas disidencias de las FARC, en estos momentos el departamento tiene un contexto que no se sabe quién es quién, y aparecen panfletos firmados como las Águilas Negras, las BACRIM y el Cartel de Sinaloa, pero no es como antes que sabían que eran las FARC.

A la pregunta de si el Cartel de Sinaloa está operando en Colombia y puntualmente en la zona del Cauca, Ariel Ávila señaló: "Esa es una pregunta muy compleja, porque la droga colombiana va por México, la mayoría, el 60 por ciento. Pero si usted me pregunta por los famosos panfletos, son falsos; eso lo hicieron para distraer la investigación. Sinaloa no está aquí, son emisarios que tienen, pero no están con estructuras armadas".

En cuanto al tema de cultivos ilícitos, uno de los principales problemas del departamento, Ávila explicó que los cultivos de los campesinos suelen estar mezclados con cultivos de narcotraficantes, cultivos de aproximadamente cien hectáreas, son parcelados y se los entregan a raspachines, que suplantan a los campesinos.

Tacueyó 2Ante lo anterior, Ávila piensa que la estrategia del gobierno, que viene implementando desde hace 20 años no funciona, y está en contravía de lo que propone un parte de la comunidad: la erradicación voluntaria, pero hay gente que no quiere arrancar la mata. "Desafortunadamente, esto se convierte en un problema ideológico: quienes solo creen en la erradicación voluntaria eso es estúpido, y quienes solo creen en la erradicación forzosa, eso es más estúpido todavía".

Según Ávila, una alternativa ante los cultivos ilícitos es implementar una estrategia de sustitución voluntaria, que sea radical, en donde quien no quiera la sustitución del cultivo se le erradica. Sin embargo, gran parte de los avances que el gobierno había logrado con el Plan Nacional de Sustitución se perdieron. Una muestra, son dinámicas como la reevaluación del dólar, que hoy vale 3 mil 500, y hace siete años valía mil 800 pesos, debido al aumento de la cocaína.

"Hay muchos factores que explican el crecimiento de la economía ilegal, y que no están relacionados con el proceso de paz".

Respecto a este tema, Cuetia afirmó que el tema de los cultivos ilícitos depende no tanto de quién produce, sino para qué. Respecto a la coca, por ejemplo, explicó que es una planta de medicina tradicional, pero el problema radica en los usos que le están dando. Para Rubén algunas familias han comenzado a implantarla como una manera de sostener a sus hijos, pues los recursos sociales no son invertidos como deberían, generando atrasos sociales.

Sumado a lo anterior, Cuetia explica que no existen garantías para los agricultores, a quienes en el pago no se les reconoce el proceso de los cultivos, desde su siembra hasta su comercialización. "La comunidad no necesita que le den donaciones de mercado, necesita un precio justo para vender sus productos". Asimismo, es necesario que el estado haga inversiones en materia de infraestructura vial para garantizar la comercialización y la distribución de los productos.

El líder indígena señaló que como autoridad no siente que tenga ninguna garantía, porque así tenga un escolta como lo tenía la candidata Karina García y sin embargo, la asesinaron. "Como autoridad debo moverme por los territorios, y por supuesto debo tener voz y rechazar el tema de los actores armados, hemos venido denunciando la reclusión de menores de edad en las filas. Uno hace el trabajo, porque la comunidad lo ha encomendado, pero el Estado no da garantías, porque si llega el ejército y está la guerrilla, así sea la derecha o la izquierda hay conflicto; y los que perdemos somos los comuneros".

Finalmente, le preguntamos a Áriel cómo hacer para que la violencia amaine en el Cauca y concluyó: "desafortunadamente cuando se fueron las FARC, después del proceso de paz no hubo una estrategia, y por tanto eso lo coparon los criminales, y hoy ya es muy difícil, lo que hay que hacer es llevar presencia militar. Él que dijo que no, está en un gran error. Hay que llevarla y llevar el resto del Estado, pero ya el tiempo que teníamos se perdió".

  • Visto: 3459
Joomla Social by OrdaSoft!

Hechoencali.com © Todos los derechos reservados