Adopción: la niñez que crece en el corazón, primera parte
Como parte de la alianza entre la Agencia PANDI y Hechoencali.com, publicamos la primera parte de un informe especial sobre la adopdción en Colombia: las cifras, el procedimiento y algunos mitos alrededor de este proceso. Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, hasta junio de 2015 un total de 9.502 niños, niñas y adolescentes han sido declarados en adoptabilidad, es decir, que pueden ser asignados a una familia que los adopte. La familia debería ser por excelencia el mejor ámbito para la crianza, pero dentro del hogar se presentan muchos hechos de vulneración que terminan separando a padres de hijos.
Adopción: la niñez que crece en el corazón, primera parte
Septiembre 30-2015
Por Agencia PANDI
Como parte de la alianza entre la Agencia PANDI y Hechoencali.com, publicamos la primera parte de un informe especial sobre la adopdción en Colombia: las cifras, el procedimiento y algunos mitos alrededor de este proceso.
Según el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, ICBF, hasta junio de 2015 un total de 9.502 niños, niñas y adolescentes han sido declarados en adoptabilidad, es decir, que pueden ser asignados a una familia que los adopte. La familia debería ser por excelencia el mejor ámbito para la crianza, pero dentro del hogar se presentan muchos hechos de vulneración que terminan separando a padres de hijos. "Es mandatorio que como sociedad y como Estado tratemos de que el niño o la niña pueda vivir con su familia.
Se necesitan directrices y acciones claras frente al fortalecimiento de las familias para brindarles acompañamiento y asesoría para la crianza, blindando a los niños de posibles vulneraciones. Pero si definitivamente la familia no es protectora, la adopción es el mejor camino para restablecer el derecho a tener y a crecer en una familia", asegura Ángela Rosales, directora Aldeas Infantiles SOS. Adoptar a un niño implica que legal e irrevocablemente los adoptantes se convierten en los padres de ese niño o niña, y adquieren todas las responsabilidades de cuidado y protección.
"Lo importante es que durante el proceso se encuentre una familia con habilidades parentales para dar una crianza amorosa, respetuosa y garante de derechos", afirma Ángela Rosales, quien recuerda que las familias colombianas distan mucho de la considerada familia tradicional –papá, mamá e hijos- "Según la Encuesta Nacional de Demografía y Salud, el 32% de los niños viven solo con la madre, 3% solo con el padre y el 7% con ninguno de los dos. Y esto sin contar aquellos que viven con familia extensa, con padrastros o madrastras, pero lo que realmente importa en esta reflexión es si las personas con las que viven o vivirán tienen la capacidad para garantizar sus derechos".
¿Qué pasa antes de dar un niño o una niña a una familia?
Eduardo Franco, subdirector de Adopciones del ICBF, explica que, el niño o la niña entra al ICBF porque se ha conocido de oficio o por una denuncia, que alguno de sus derechos está siendo vulnerado y es víctima de: maltrato, violencia sexual o negligencia, entre otros. En ese momento, y a través de un defensor de familia, se abre un proceso de restablecimiento de derechos, en el cual, con un equipo interdisciplinario, se hacen las investigaciones pertinentes para establecer el estado de vulneración, pero también la pertinencia de que el niño regrese con su familia biológica o con la familia extensa. Se practican pruebas, se escucha a la familia, al presunto agresor, al niño o a la niña y al cabo de 4 meses, máximo 6, se debe resolver la situación jurídica del menor de edad en uno de dos sentidos: declarando la vulneración o declarando la adoptabilidad.
"A pesar de las situaciones de maltrato, algunas pueden ser superadas a través de una intervención y acompañamiento juicioso del Estado a las familias. A veces, las situaciones de pobreza allanan el terreno que lleva a vulneraciones como maltrato, negligencia o trabajo infantil, y por ello, hay que apoyar a las familias para salir de esa situación. Está prohibido por los tratados internacionales y las mismas leyes nacionales, que un niño o una niña sea separado de su familia como consecuencia de la pobreza", afirma Rosales.
No obstante, Rosales, quien dirige a Aldeas Infantiles, organización que protege y acoge a más de 800 niños, niñas y adolescentes, también afirma que la adopción restablece el derecho fundamental a tener una familia. Sin embargo, hay cientos de niños que no son adoptados y que deben crecer bajo la protección del Estado, lo cual no es una situación ideal. "Cuando la familia no es una opción se debe buscar rápidamente el restablecimiento del derecho a contar con una familia y mientras es adoptado, se debe buscar para el niño un entorno familiar alternativo", agrega.
Sin embargo, una de las mayores preocupaciones frente al sistema de adopciones en Colombia tiene que ver con los tiempos para decidir la situación de adoptabilidad y la asignación de una familia. La rigurosidad en la búsqueda de la posible familia extensa que pueda brindar un hogar a un niño, fue reforzada con la Sentencia T-844 de 2011, que llevó al ICBF, a la búsqueda de parientes en el sexto grado de consanguinidad, parece haber influido en la rapidez de las decisiones y las estadísticas muestran un descenso de más del 50% en la asignación de familias a los niños y niñas con declaratoria de adoptabilidad.
El país cuenta con pocos defensores de familia: 1.182 personas quienes, con su equipo (defensor + psicólogo + nutricionista) tienen que investigar y resolver los cientos de casos que reciben por maltrato, abuso, negligencia y violencia intrafamiliar, entre otros. Pero también tienen que decidir si es factible que el niño no regrese a su familia y si requiere una familia adoptiva, que viene siendo la última disposición a tomar para el restablecimiento de derechos. Si se quiere garantizar el derecho a la familia y en general todos los derechos de la niñez, es indispensable que el equipo de defensores tenga la formación y la capacidad para acompañar todos los casos, de manera eficiente en calidad, tiempo y decisiones.
Lo ideal es que los niños crezcan en su familia o con su familia extensa. Habrá que mejorar las estrategias para buscar parientes u otros referentes afectivos del niño (hasta el sexto grado de consanguinidad) que puedan y quieran acogerlo, para evitar retrasar el derecho a crecer en una familia y terminar viviendo institucionalizados meses y años.
"Se necesitan equipos y programas centrados en la búsqueda de lazos familiares que puedan empoderar y apoyar a las familias, para que puedan recibir a los niños y niñas. Se requiere avanzar en estrategias que favorezcan el reintegro familiar", reflexiona Ángela Rosales. La directora de Aldeas Infantiles agrega que mientras todo esto sucede, hay que considerar la difícil situación por la que pasan los niños al ser separados de sus familias, ellos tienen que estar muy bien informados sobre lo que está sucediendo ¿Por qué están en protección? y ¿Qué significa esto? el niño, muchas veces no sabe y nadie le ha explicado si va a volver con su familia, si va a ser dado en adopción, si se va a quedar para siempre en el lugar de protección. "El sistema tiene que estar a favor del niño. Lo que vemos es que ellos mismos empiezan a aprender y a reclamar al sistema por sus procesos, esta falta de información y de participación también vulnera al niño".
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