Puentes para caminar la paz en Buenaventura

La construcción de tres puentes de madera en el barrio Miramar de Buenaventura, ha traído un gran impacto en dicha comunidad afectada por violencias como el desplazamiento forzado, la desaparición, entre otras. Esa obra la realizaron 35 personas excombatientes y que se encuentran en el proceso de reintegración de la Agencia Nacional para la Reintegración. Un puente, 290 metros lineales, unos pocos metros que se convierten en una pequeña luz. Un gesto para la gente que sufre los rigores de las violencias y necesita tener esperanza. Un comienzo, un buen inicio.

Puentes para caminar la paz en Buenaventura

Diciembre 29-2014

Por Jorge Luis Galeano

Casas en palafitos, aguas contaminadas que emanan fuertes olores y tres metros sobre ellas, un puente de madera en mal estado que en vez de unir se convierte en una trampa mortal: niños y mujeres han caído al agua, un problema que se suma a los otros que sufre el barrio Miramar en Buenaventura. Zona duramente golpeada por las bandas criminales, cuyos enfrentamientos han generado desplazamiento interno, desapariciones forzadas, entre otros fenómenos violentos que mantienen en constante temor a sus habitantes.

Sin embargo, en ese mismo territorio, cortar una cinta con la bandera de Colombia puede convertirse en un acto de esperanza. Detrás de la cinta, aparece un puente reconstruido que tiene cimientos fuertes y madera nueva que ofrece seguridad a quienes caminan sobre él. Su construcción estuvo a cargo de 35 personas que por muchos años empuñaron los fusiles como combatientes de distintos grupos armados del conflicto armado. Cada uno, desmovilizado y en proceso de reintegración, aporta 80 horas de trabajo comunitario para dejar atrás la guerra, reconstruyendo no solo un puente, sino su propio futuro.

Fotografías: Álvaro Márquez

"Al principio nos daba temor porque todos sabemos de dónde vienen y qué habían hecho" dice Sonia Mesa, presidenta de la JAC del barrio Miramar. Sin embargo, en dos meses de trabajo se ganaron la confianza de la comunidad y "ahora todos somos amigos" dice Sonia. No es poca cosa: el puente une a tres sectores del barrio y lo convierten en uno solo. 

Esta obra se realiza como parte de la iniciativa 'Puentes seguros para caminar en Paz', que lidera la Agencia Colombiana para la Reintegración, con el apoyo de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y la Organización Internacional Migraciones (OIM). A esta acción se han sumado la Sociedad Portuaria de Buenaventura, el Club de Leones, la Alcaldía Distrital de Buenaventura y la comunidad de Miramar.

Un puente, 290 metros lineales, unos pocos metros que se convierten en una pequeña luz. Un gesto para la gente que sufre los rigores de las violencias y necesita tener esperanza. Un comienzo, un buen inicio. 

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