Mujeres y conflicto: primera parte
Primera entrega de Mujeres y conflicto en la que conoceremos lo que significa ser mujer dentro de un grupo armado ilegal. La crudeza de la guerra en el cuerpo de una combatiente. Dos mujeres que quisieron contarnos sus historias. De cómo, aun siendo menores de edad, perdieron su infancia, su adolescencia. No recibían juguetes y no asistían a fiestas. Ninguna de ellas celebró sus 15 años con vestido rosado, lo hicieron en camuflado, en la selva.
Mujeres y conflicto: primera parte
Febrero 23-2014
Por Diana Muriel y
Jorge Luis Galeano
La niña
A los 10 años de edad un hombre de 23 la pretendía. Ella dice que se enamoró y por eso la convenció para "ver cómo es que vivían ellos" habla de la guerrilla. Ella, a su corta edad, no podía decidir que quería ser guerrillera. Una vez llegó al campamento, no pudo volver. No valió la petición que sus padres le hicieran al comandante y sería por siete años parte de las FARC.
Pese a ser consciente de que perdió su infancia en la guerra, cuenta su experiencia con una sonrisa. "Era rebelde y no me gustaba que me dieran órdenes" dice. Cuenta que pasaron dos años antes de poder adaptarse a la vida en la selva, pero a los 13 años ya era una experta moviéndose en la jungla. Recorrió todo el suroccidente colombiano, desempeñando diferentes labores. Pasó por distintos tipos de entrenamientos y a los 17 años, ya imaginaba un futuro en la guerrilla "Pensaba ser como otras que han llegado lejos."
Sin embargo, su suerte cambió. Mientras caminaba junto a otros integrantes del grupo, fue interceptada por el ejército. Ella fue la única capturada pues iba en camuflado. Se inició así su proceso de reintegración a la vida civil. El cambio ha sido difícil, pero hoy con 19 años de edad, está terminando el bachillerato y quiere ser psicóloga. Ella, que siendo niña vivió el horror de la guerra: combates, bombardeos, quiere dejar eso atrás. Un futuro diferente aparece frente a sus ojos.
El reglamento de la guerra para las mujeres
Inició como miliciana, pero después debió internarse más y más en la organización "Eso ya no me gustó porque no es lo que habíamos hablado" Su desacuerdo, sin embargo, debía guardarlo para ella. No había espacio para quejas o arrepentimientos y debió seguir por varios años más. "Viví momentos buenos también" pero el reglamento es duro de cumplir y para las mujeres, puede ser cruel. "Allá la hacen planificar a una. Quiera o no quiera, debe hacerse poner el dispositivo" Fue una de sus experiencias más difíciles: ser obligada a abortar a su hijo. Hace una pausa y reinicia el relato "el médico no sólo me estaba dando la pasta y las inyecciones para abortar, también se estaba aprovechando de mí" Dice que le tomaría años volver a estar con un hombre. Y hoy ese es uno de sus mayores retos: dejar el odio atrás. Poco a poco lo está logrando en su rol de ama de casa, de madre, de esposa.
La reintegración
En Colombia, el proceso de reintegración lo lleva a cabo la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR) que impulsa el retorno de la población desmovilizada a la legalidad de manera sostenible. El proceso dura entre 6 y 7 años, dependiendo de la persona y les brinda herramientas psicosociales, apoyos económicos, en salud, educación, entre otros. Todo ello, supeditado al cumplimiento de varios compromisos adquiridos. Durante el 2013, la Agencia atendió 990 personas en 2013, de las cuales 187 son mujeres.
La mujer en la guerra
Según un informe de OXFAM, entre 2001 y 2011, más de 94 mil mujeres fueron abusadas sexualmente en el marco del conflicto armado de Colombia. Usado como arma de guerra, de intimidación, el cuerpo femenino pierde valor y se convierte en mercancía sobre la que decide no la mujer misma, sino el enemigo. En el informe ¡Basta Ya! Memorias de Guerra y Dignidad del Centro Nacional de Memoria Histórica, se encuentran relatos como este: "En la Inspección de Policía de El Placer, Putumayo, los paramilitares también ejercieron violencia sexual y ejecutaron violaciones contra mujeres acusadas de guerrilleras, pero además a muchas las esclavizaron sexualmente y las obligaron a hacer tareas domésticas forzadas en condiciones ignominiosas"
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Mujeres y conflicto, segunda parte: la fuerza de la realidad
Mujeres y conflicto, tercera parte: Tejido social
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