Un litro de luz, un litro de esperanza
Un botella de plástico puede cambiar la vida de las personas. Llenarla de agua y cloro e instalarla en un techo significa la diferencia entre la oscuridad y la claridad para muchas familias de la parte alta de la Comuna 18 de Cali, a donde llegó Un Litro de Luz. Iniciativa de innovación social que está llenando de luz y esperanza a sectores vulnerables de la ciudad.
Un litro de luz, un litro de esperanza
Diciembre 19-2012
Por Jorge Luis Galeano
“Tenía que prender todo el día el bombillo para poder lavar o cocinar. Gastaba mucha plata en energía” Doris habla en pasado, pues su casa que permanecía a oscuras, incluso durante el día, tiene una nueva luz. Una que no le costará dinero y que durará 10 años.
Doris es una caucana que llegó a Cali hace más de 12 años, huyendo de la violencia. Su vivienda, que en un principio era de plástico, ha ido mejorando. Se benefició de la presencia de Un Techo para mi País, pero la oscuridad, incluso durante día, era un gran problema. Difícil imaginarse que un poco de cloro y agua en una botella de gaseosa, sean la solución. Un grupo de jóvenes demuestra que así es.
Un Litro de Luz es lo que llevarán a más de 1000 casas de Cali, iniciando en la Comuna 18. Un proyecto que ha sido aplicado en varios países y que llegó a Colombia de la mano de Camilo José Herrera, joven innovador que cree que este tipo de acciones, transforman, impactan positivamente el entorno “uno de los beneficios de un Litro de Luz, es la reducción del consumo de energía que se refleja en los recibos. La gente se ahorra más o menos un 40% del costo del servicio”.
El trabajo lo realizan jóvenes voluntarios: hombres y mujeres, la mayoría estudiantes universitarios que quieren transformar la ciudad y el mundo. “La gente se siente muy agradecida cuando terminamos las instalaciones. Eso los motiva a aprender la técnica y multiplicar la acción” dice Mauricio Morales, uno de los jóvenes que participa activamente de la acción.
Con la instalación de las botellas, no sólo se ilumina una casa, sino el rostro y la vida de las personas. Doris sonríe mientras ve cómo su casa pasa de la penumbra a la claridad, cuando la luz del sol, combinada con el agua y el cloro en la botella, revela cada detalle de la humilde vivienda.
Esa sonrisa, ese agradecimiento es lo que motiva a los voluntarios a caminar las escarpadas calles de la parte alta de la Comuna 18 en busca de la oscuridad. Mil casas que en Cali, pronto verán la luz.
Un litro de luz, un litro de esperanza. Una iniciativa que cuenta con el apoyo de una gran multinacional de bebidas y varios actores del sector público y privado de la ciudad. Un trabajo combinado para demostrar que en Cali sí suceden cosas buenas.
{youtube}KOSGio5VjAI{/youtube}
- Visto: 2161