La cultura y el posconflicto en Colombia 

En marco del Vlll Encuentro de Gestores de Redes Culturales en Cali, se habló del papel de la cultura en la etapa del posconflicto en Colombia. La cultura como herramienta para reconstruir la memoria, para fortalecer la identidad, darle reconocimiento a sectores poco visibilizados en medios de comunicación como las víctimas del conflicto armado. De igual forma, expresiones como el teatro que sirven como escenario de reconciliación entre actores del conflicto de distintos bandos: guerrilleros, paramilitares, agentes de estado, etc. Aquí, algunos detalles del evento organizado por la Universidad Autónoma de Occidente. 

La cultura y el posconflicto en Colombia 

Octubre 27 - 2016

Por Marcela Monsalve

Antes de hablar del papel de la cultura en esta era del posconflicto, es pertinente exponer lo que significa cultura para la Unesco en la declaración de 1982, que la define como "el conjunto de los rasgos distintivos, espirituales y materiales, intelectuales y afectivos que caracterizan a una sociedad o un grupo social. Ella engloba, además de las artes y las letras, los modos de vida, los derechos fundamentales al ser humano, los sistemas de valores, las tradiciones y las creencias (...) la cultura da al hombre la capacidad de reflexionar sobre sí mismo.

Es ella la que hace de nosotros seres específicamente humanos, racionales, críticos y éticamente comprometidos. A través de ella discernimos los valores y efectuamos opciones".

Ahora bien, un país como Colombia, que se prepara para una deseable y posible era de posconflicto, reconciliación y reconstrucción de su identidad y del tejido social, debe repensar las estrategias sociales y culturales. Durante el VIII Encuentro de Gestores de Redes Culturales en Cali, la actriz y directora de Casa Ensamble, Alejandra Borrero, hizo referencia a la importancia que tiene la educación, la cultura, y el arte, para la formación de bases sólidas capaces de solucionar pequeños conflictos como los de la vida cotidiana, como también los grandes conflictos de la sociedad colombiana.

La reconciliación, según Alejandra Borrero, es más importante para quienes no tuvieron un contacto directo con la guerra, que para los que la vivieron "en carne propia". Durante su intervención, invitó a todo el público a conocer las propuestas que desde la cultura se están gestando para aportar al posconflicto.

Victus, que significa victimas victoriosas, es una obra de teatro para la reconciliación en la que exguerrilleros de las Farc, ex paramilitares, sociedad civil y ex miembros de la fuerza pública comparten escenario.

"Había días en que la clase se iba en conversaciones porque los participantes necesitaban desahogarse. Había días en que ellos ya no querían volver, se sentían mal al principio, e incluso algunos se enfermaron. Pero después de que hablábamos sobre lo que les pasaba volvían como nuevos. Creo que el diálogo fue fundamental para que este proceso tuviera éxito" dice la actriz.

 {youtube}lUoicAov1lg{/youtube}

Las transformaciones de la cultura política

Durante el segundo panel, se puso en debate la política colombiana, y qué cambios se debían efectuar para que la cultura formara bases sólidas para las futuras generaciones. Según Fabio López de la Roche, historiador y analista cultural de medios de comunicación, se debe hablar de plan de gobierno para el posconflicto, de la reconstrucción de un ser humano integral para una Colombia renovada, educada, creativa, innovadora y transformadora.

La cultura política posee una gran utilidad para percibir qué acciones políticas son influenciadas por estructuras sociales muy fuertes. Se mencionó además, que los medios de comunicación en Colombia obedecen a ideologías de grupos empresariales, y esto marca la cultura de las personas. Desde esta percepción, se planteó algunas de las transformaciones que se deben dar en esta nueva era.

La reorientación de los afectos y emociones que tienen los medios hacia sus interlocutores, es decir, aludir a los sentimientos y no a la razón de los colombianos.

También se hizo referencia a la inequidad en la presencia de las víctimas en los medios de comunicación con respecto a instituciones como el ejército. De igual forma, se mencionó la pedagogía del odio, es decir, las campañas en contra de las Farc "como nunca se hizo con los paramilitares en el gobierno de Uribe" afirma Fabio López.

Por eso, considerar que el papel de la cultura en un escenario de guerra y de rencor es fundamental. El posconflicto implica la inclusión y para eso es importante implementar políticas de estado que resguarden y protejan los derechos por igual de todos los actores sociales del contexto colombiano. Y además, considerar que ante los grandes medios que son "educadores de las nuevas generaciones" se debe generar trasformaciones en el pensamiento crítico desde los espacios educativos y pedagógicos para los ciudadanos.

Un lenguaje para la paz 

Durante el segundo día del seminario, se expuso un panel donde intervinieron tres lingüistas, que presentaron el rol del lenguaje dentro de la educación para la paz en Colombia. El magister en lingüística, Roberto Barragán, mencionó la importancia de la literatura en el postconflicto. La palabra y la lengua, según este licenciado, se unen para la construcción de lazos de confianza que permiten entender el efecto social de las palabras y no solo su uso lingüístico. Por ejemplo, qué palabras eran utilizadas en particular en situación de guerra.

Diana Carolina Rodríguez, quien también en magister en lingüística, hizo una descripción del lenguaje y la realidad. Mediante la narración de un cuento, por ejemplo, se puede interpretar una realidad. Esto quiere decir que la lengua es una herramienta potencial para que desde las aulas de clase se reproduzca valores de equidad e igualdad: "leer literatura para transformase y transformar. Mediante esta podemos resignificar y comprender la realidad, para así convertirnos en sujetos de transformación" dice la académica

Por último, Tulio Rojas, doctor en lingüística de la Universidad del Cauca, también hace enfoque al papel transformador de la cultura, pero también al papel reflexivo. Se menciona que para que en nuestro país se lleve a cabo un cambio integral en el posconflicto debemos reconocer y respetar la lengua y diversidad de los grupos indígenas. La cultura, además, sirve para reconstruir memoria mediante piezas musicales, teatrales, documentales, obras cinematográficas, poesía, entre otras. Con ella se representa y se otorga una identidad histórica al conflicto de la sociedad, es decir, la violencia encuentra en estas representaciones artísticas una forma de encontrar en el lenguaje la representación colectiva de la realidad colombiana.

Todas estas disertaciones se dieron en el seminario 'La Paz y La Cultura' se llevó a cabo durante los días 25 y 26 de octubre dentro del marco de Vlll Encuentro de Gestores de Redes Culturales en Cali. Este evento tuvo lugar en la Universidad Autónoma de Occidente de Cali, que contó con ponentes de varias universidades nacionales y con invitados internacionales.